Traductora: Ana Isabel Sánchez
Editorial: Maeva
424 páginas
East End, Londres, 1944. Clara Button no es una bibliotecaria cualquiera. Mientras el mundo sigue en guerra, Clara ha creado la única biblioteca subterránea del país, construida sobre las vías de la estación de metro en desuso de Bethnal Green. Allí abajo prospera una comunidad secreta con miles de literas, una guardería, una cafetería y un teatro que ofrecen refugio, calidez y distracción frente a las bombas que caen en el exterior. Junto con su glamurosa mejor amiga y ayudante, Ruby Munroe, Clara se asegura de que la biblioteca sea el corazón palpitante de la vida subterránea. Pero, a medida que la guerra se alarga, la determinación de las amigas de mantenerse fuertes ante la adversidad se pone a prueba cuando peligra la vida de sus seres más queridos.
Le eché el ojo a este libro en cuanto vi que la editorial lo iba a publicar. Es imposible no fijarse en él: una cubierta preciosa, un título llamativo, una trama sobre libros, bibliotecas, lectoras, mujeres. ¿A qué amante de los libros no va a atraer? Qué maravilla de novela, no puedo decir otra cosa, es absolutamente perfecta.
Tenemos a dos protagonistas femeninas, bibliotecarias, en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, con ubicación en el East End de Londres. Clara y Ruby se hacen cargo de una biblioteca subterránea, improvisada en una parada de metro a medio construir, un refugio para los habitantes de Bethnal Green en plena guerra. La biblioteca es fuente de inspiración, entretenimiento y diversiones para esta gente que lo está pasando tan mal, para un montón de niños que viven bajo tierra. Clara es una mujer valiente que ha perdido a su marido y se ha empeñado en seguir trabajando para sobrevivir y también para ayudar a los demás, para conseguir que la gente se evada de la triste realidad sumergiéndose en historias maravillosas. Clara lo tiene todo en su contra, desde su jefe que no le pone nada fácil su trabajo por no creer en el poder de los libros hasta su madre y su suegra que la culpan por seguir trabajando en lugar de estar en casa llorando a su esposo fallecido. Ruby es su mejor amiga, una mujer que esconde tras su apariencia despampanante y sus preciosos labios rojo rubí una inestabilidad originada por la desgraciada muerte de su hermana por aplastamiento en las escaleras de la estación de metro. Menudas dos, que por separado son increíbles y juntas son maravillosas. Su amistad es luz en medio de tanta oscuridad.
Como he dicho, este libro es una maravilla. Es una odisea de emociones, de principio a fin. Las protagonistas son tan brillantes que es imposible no empatizar con ellas. Acompañamos a Clara y a Ruby en sus alegrías, en sus desgracias, en sus logros y pérdidas. Cuántisima emoción hay entre las páginas de La biblioteca de las lectoras valientes, qué temática más bonita ha escogido la autora, y saber que esta biblioteca existió de verdad añade a la lectura un sentimiento de emoción mayor. Clara se desvive por la gente, a pesar de que a ella los demás no se lo pongan nada fácil, y su relación con los usuarios de la biblioteca es tan bonita y amable que es fácil emocionarse con cada página. La trama de las niñas es preciosa también, Billy es un personaje increíble. La madre de Ruby es otro personaje interesante que me ha hecho sufrir, pero que también me ha dado grandes alegrías. A pesar de haber un contexto muy triste, a pesar de esas escenas terroríficas que te dejan sin aliento, hay mucha esperanza en este libro, y hay otras tantas escenas que te llenan el corazón. He disfrutado muchísimo de la novela.
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