Editorial: La esfera de los libros
336 páginas
Segovia, 1822. El mismo día en que Pedro cumple catorce años es rechazado como cadete en la Academia de Artillería de Segovia. Marita, la mujer que lo ha criado, confiesa entonces algunos de los secretos que guarda, sabiendo que al desvelarlos sus vidas cambiarán de forma irremediable. Necesitan encontrar a los padres del chico y esa búsqueda, que será tan arriesgada como amarga, los llevará a ambos por un único camino hacia la verdad, desde las torres del Alcázar hasta el hogar de don Alfonso, un potentado, al que rodea el misterio y que vive obsesionado con la desaparición de su única hija.
He tardado en ponerme a escribir esta reseña porque me cuesta mucho plasmar por escrito lo que he sentido leyendo esta novela. No voy a andarme con rodeos: no me ha gustado. Y ahora me gustaría explicar con el mayor respeto por qué no me ha gustado, ya que conozco el trabajo duro que hay detrás de escribir una novela, un trabajo más exhaustivo y profundo cuando se trata de un libro histórico.
Compré este libro en un viaje que hice el pasado septiembre a Segovia. Anhelaba ver esa ciudad y conocer el Alcázar, me gusta mucho la historia de los Reyes Católicos y me dejé llevar. Vi este libro y lo quise. Pero tengo que admitir que la novela histórica no es lo mío y ahí está el error. Tendría que haber adivinado que este libro no era para mí. Tardé mucho en terminarlo porque me costaba cogerlo, porque me parecía que era lento y lo cierto es que la historia no me enganchaba. Toda la trama de Pedro y la búsqueda incansable de sus padres me ha parecido interesante, las partes en las que se trata la historia de los dos enamorados imposibles también. No abandoné el libro porque quería saber qué había sucedido a los padres de Pedro, quería descubrir si los encontraba. Pero hay mucha historia en este libro y se me ha hecho largo, difícil de seguir. Hubo una parte que me tuvo enganchada, de cara al final, cuando se va resolviendo el misterio; y los personajes son interesantes, sobre todo Pedro, Marita y el padre de Catalina, pero la opinión final no es positiva. Sin embargo, opino que a un amante de la novela histórica puede gustarle mucho y más si ha visitado Segovia y se adentra en el Alcázar de la novela conociendo el Alcázar de hoy día.
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