Ilustradora: Anita Jeram
Traductora: Esther Rubio
Editorial: Kokinos
40 páginas
A veces, cuando queremos a alguien mucho, mucho, intentamos encontrar el modo de describir el tamaño de nuestros sentimientos. Pero como nos muestra esta maravillosa historia, el amor no es algo fácil de medir.
Qué maravilla de cuento, fue uno de los primeros que compré porque me parece una auténtica preciosidad. Tiene unas ilustraciones muy dulces, con colores suaves y cálidos, y el texto es precioso, de una liebre que constantemente intenta explicar a su mamá lo mucho que la quiere. Si me preguntáis a mí, os recomendaré este libro, os diré que es un imprescindible, que hay que tenerlo si o sí.
Peeeeeeero si le preguntáis a mi hijo, os pondrá cara rara. Por mucho que me pese, no sé por qué, este libro a él no le interesa. Lo hemos leído varias veces, sí, lo tuve una temporada en la mesita para leerlo a la hora de la siesta y lo hacíamos casi cada día, pero nunca ha sido uno de los libros que él ha escogido y a veces incluso me ha dicho que prefiere otro, que el de las liebres no. Por algún motivo, no le llama la atención, y no pasa nada. Como a mí me gusta tanto, guardo la esperanza de que más adelante se interese más por él, lo tengo visible en la estantería para que lo vea y lo coja si quiere. Ahora mismo, no es su opción preferida.
No lo he leido pero le tengo el ojo echado. A ver cuando lo lea si me pongo de parte de la madre o del hijo xD
ResponderEliminarSaludos