Dos mujeres unidas por una niña. Un secreto que lo cambiará todo…
Londres, 1754. Seis años después de dejar a su hija ilegítima Clara en el Hospicio de Huérfanos de Londres, Bess Bright regresa para recuperar a la niña. Temiendo lo peor, que Clara haya muerto allí, Bess no sale de su asombro cuando le aseguran que ya ha ido a buscar a su hija. Su vida da un vuelco mientras intenta averiguar quién se ha llevado a su pequeña… y por qué.
A menos de dos kilómetros del alojamiento de Bess en la ciudad, en una casa tranquila y lúgubre en las afueras de Londres, una joven viuda no ha salido de su casa en una década. Cuando un amigo cercano, un joven y ambicioso doctor del Hospicio de Huérfanos, la convence para contratar a alguien que cuide a su hija, ella tiene dudas sobre recibir a una persona nueva en su hogar y en su vida. Pero su pasado amenaza con alcanzarla y destrozar el mundo que ha construido con sumo cuidado.
Qué libro más bonito. Lo he disfrutado mucho. Una historia dura, con una madre que tiene que abandonar a su hija y que, cuando va a recuperarla, ya no está, no sabe dónde ha ido a parar y hay toda una historia extraña detrás de todo esto. Ambientada en Inglaterra, en el siglo XVIII, ¡cuántos ingredientes que me gustan! Y desde hace un tiempo este tipo de historias con bebés/niños me emocionan más, empatizo más con los personajes, me meto más en la trama y la vivo con más intensidad.
La huérfana robada está contada desde el punto de vista de dos mujeres, de Bess y de Alexandra. Bess es la madre que ha perdido a su hija, Alexandra es una mujer que contrata a una nodriza para que se haga cargo de una hija a la que no sabe muy bien cómo tratar. Bess es pobre y tiene una vida difícil, a Alexandra no le falta de nada, pero no es capaz de salir a la calle más que para asistir cada domingo a la iglesia. Y luego está Charlotte, la hija de Alexandra, a la que obliga a seguir su estilo de vida, encerrada en una casa sin salir más que un rato al servicio religioso. Llega su nodriza y en ella encontrará a una figura maternal, a alguien que la quiere, que juega con ella, que sabe comprenderla.
¡Menudas dos mujeres! Todo empieza con la historia de Bess, por lo que es fácil ponerse de su parte de inmediato, pero tengo que admitir que la parte de Alexandra me ha gustado todavía más, conocer poco a poco su historia, nada fácil, a pesar de que ella es el personaje más fácil de detestar, la mala entre comillas. Al final te das cuenta de que no hay buenos ni malos, sino circunstancias, situaciones difíciles que hay que afrontar. Aunque desde el principio sabes por dónde van los tiros y vas entendiendo cuáles son los planes de Bess, es bonito ver la historia, cómo va ejecutando su plan y cómo va saliendo a la luz la verdad poco a poco, la de Alexandra, la de Bess, la de los personajes más secundarios. Repito: me ha encantado.
Hola! Por lo que nos cuentas es más un libro que de personajes que de historia, mi tipo favorito. Me lo apuntaré.
ResponderEliminarGracias por compartir! Un saludo ♥
Me siento muy identificada con todo lo que dices. Me ha encantado a mí también: la madre, la ambientación, la supuesta mala que te rompe el corazón por sus circunstancias... Un tesoro. Ojalá podamos leer algo más de esta autora :-)
ResponderEliminarBesotes históricos.
Ayy... me lo apunto, hace años intenté escribir una historia también sobre una mujer que adopta a un niño que me rompió el corazón, la tengo sin terminar porque es un tema muy delicado de tratar ♥ ¡Muchas gracias por la reseña!
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