Reseña: 365 actividades para jugar sin pantallas en familia, Zazu Navarro

365 actividades para jugar sin pantallas en familia, Zazu Navarro

Ilustradora: Teresa Cebrián

Editorial: Montena

192 páginas

Que la infancia pasa demasiado tiempo con las pantallas es cierto, y que existen muchas alternativas, también lo sabemos pero ¿por dónde empezamos a buscar? Ante la falta de inspiración, este libro propone 365 actividades para jugar sin pantallas con toda la familia.

Ideas para disfrutar en diferentes espacios como el hogar, la ciudad y la naturaleza, crear vínculos emocionales positivos, reducir el estrés y acompañar desde la empatía, el amor y el respeto.

Hacía mucho tiempo que tenía este libro guardado en mi lista de cosas interesantes que comprar, aunque no tenía muy claro si era una opción acertada para un niño de dos años. Tampoco encontré muchas opiniones ni ejemplos de las actividades que había en su interior. Al final me decidí; total, si no lo usaba ahora, siempre podría usarlo en el futuro. Me parece un momento perfecto para contaros qué me parece, pues en las vacaciones de verano siempre viene bien tener recursos y actividades para hacer con los peques, y este libro está lleno de ellas.

Una de mis dudas estaba relacionada con la edad. ¿Es para niños pequeños o para mayores? Hay actividades para todas las edades, incluso para bebés. Evidentemente, se le sacará más partido con niños algo más grandes, pues muchas de las actividades para bebés son cosas tan sencillas como hacer masajes, jugar a las cosquillas o pintar en diversas superficies. Hay muchas actividades fáciles, pero también está bien tenerlas recogidas en un libro para tenerlas en cuenta. Uno de los inconvenientes que le veo al libro es que, al tener tantas páginas, hay que ir leyendo a menudo para refrescar ideas pues a mí, por lo menos, se me olvidan. Quizá sería más interesante que las actividades estuvieran recogidas por edades para que fueran más rápidas de encontrar. 

El libro está organizado de la siguiente manera: una introducción; un índice con todas las actividades (aunque en este índice no aparecen las edades) y con una casilla para marcarla si las has hecho; las actividades organizadas en tres bloques: para hacer en la casa, en la ciudad, en la naturaleza; información de las autoras y agradecimientos. Hay muchas imágenes, lo que viene genial para hacerse una idea de ciertas actividades, y también mucho color. Las tapas son duras y es un libro grande. Yo tengo varios post-its para indicar algunas ideas que quiero hacer próximamente.

Otra de las cosas que buscaba yo antes de comprar el libro eran ejemplos de los recursos y os voy a decir unos pocos, empezando por dos que hemos hecho en casa: un collar de macarrones y un experimento con un volcán. Otros son: pícnic en salón, el robot, collage de la familia, pescar tapones, pintura congelada, seguir la cadena, vela natural, construir un reloj solar. Y muchas, muchas más, ¡trecientas sesenta y cinco en total! Como he dicho, algunas son muy rutinarias y sencillas, otras son más complejas, pero tiene tantas ideas que seguro que cada familia encuentra un buen número que le interese. ¿Estoy contenta con el libro? Sí y voy a tenerlo cerca este verano para sacar ideas de entretenimiento.