Traductora: Victoria Horrillo
Editorial: Puck
288 páginas
A veces el mero hecho de salir de casa puede representar un enorme desafío… Desde que sufrió un terrible episodio de acoso en la escuela, Audrey, de catorce años, se niega a dar un paso fuera de su hogar o a relacionarse con nadie que no sea de su familia. Las gafas oscuras y la capucha de la sudadera se han convertido en sus mejores aliadas. Hasta que conoce a Linus, un compañero de videojuegos de su hermano mayor. Y experimenta una fuerte conexión que despierta en Audrey el intenso deseo de salir de su caparazón…Un largo viaje acaba de empezar. Por suerte para ella, Audrey no tendrá que emprenderlo en solitario. Cuenta con la inteligencia de su psicoterapeuta, con el cariño de su familia, con el ingenio y el humor de Linus. Pero, por encima de todo, cuenta consigo misma.
Hace ya varios años que se publicó esta novela y recuerdo comprarla rápido porque había leído otro libro de la misma autora que me había enamorado y que, sobre todo, me había hecho reír muchísimo. Yo tenía en mente que Sophie Kinsella era una autora de novelas cómicas y de ahí que llegara Buscando a Audrey a mi vida y, varios años después, a mis manos. Cuando me encuentro en un parón lector y quiero encontrar algo que me atraiga, a veces escojo novelas que creo que van a parecerme divertidas para pasar un buen rato y reírme. Con Buscando a Audrey me he equivocado, pues no es una novela cómica, ¡para nada! Es todo lo contrario, una historia seria que trata sobre un problema complejo como es la ansiedad social. Audrey sufre este trastorno y por ello no es capaz de salir a la calle, de entablar una conversación con desconocidos ni de mirar a la gente a los ojos. Me ha gustado la temática, aunque no es lo que buscaba y tal vez por ello no me ha convencido el libro, no era su momento.
Sí que tiene toques divertidos, o que pretenden serlo, pero a mí no me han convencido. Creo que leo ahora las novelas de relaciones familiares de otra forma, que me afectan de un modo diferente esas relaciones entre madres e hijos, y la verdad es que en este caso he empatizado más con la madre que con el hijo, cuando el objetivo del libro es más bien ridiculizar las racciones de la madre.
No es una mala novela, ¡para nada!, de hecho la he leído bastante rápido y eso ya es decir mucho, pues previamente los libros me duraban semanas. Tiene un ritmo muy bueno y la autora te cuenta la historia de una forma muy fresca. No obstante, no ha calado en mí, no me ha parecido una lectura trascendental, ni siquiera para recordar ni recomendar. Puro entretenimiento, sin más.
Hola! Creo que este podría ser uno de esos casos de "El libro correcto en el momento equivocado". Nunca he leído a esta autora y tal vez por eso no puedo hacerme una idea clara pero con un tema tan serio como la ansiedad social es difícil tener tonos de comedia jajaja.
ResponderEliminarGracias por compartir! Deseo que lo pases mucho mejor con tu próxima lectura.
Un saludo ♥
Me da la impresion de que no es libro para mi, lo dejo pasar.
ResponderEliminarSaludos