Ser feliz en Alaska, Rafael Santandreu
Editorial: Grijalbo
320 páginas
Todas las «neuras» que nos amargan la vida -ansiedad, depresión, estrés, timidez-, todas las preocupaciones y miedos, son sencillamente el resultado de una mentalización errónea que podemos revertir de forma permanente. Ser feliz en Alaska presenta el método para lograrlo de la mano de la escuela terapéutica más eficaz del mundo: la moderna psicología cognitiva.
«Con mis dos libros anteriores, El arte de no amargarse la vida y Las gafas de la felicidad, he conseguido llegar a millones de lectores, lo cual es siempre un gozo para un autor. Y también es un orgullo que mis libros se estudien en las facultades de Psicología de todo el mundo. Pero lo más satisfactorio es recibir diariamente correos electrónicos de personas que han transformado completamente sus vidas con estas lecturas. Incluso en casos de trastornos psicológicos considerados graves por otros profesionales de la salud.
Con Ser feliz en Alaska he querido dar un paso más depurando la metodología de la psicología cognitiva en tres grandes pasos, que están en la base de cualquier proceso de transformación:
1) Orientarse hacia el interior.
2) Aprender a andar ligeros.
3) Apreciar lo que nos rodea.
(Sinopsis de la editorial)
Con este libro he experimentado dos «primeras veces». La primera vez que leo un libro de autoayuda que de verdad es de autoayuda, escrito por un psicólogo que se basa en la ciencia para transmitir su mensaje, y no por un famoso o famosillo que solo cuenta su experiencia en algo y que realmente no sabe nada. Y también la primera vez que disfruto de un audiolibro, pues así es como he recibido el mensaje de Rafael Santandreu, por audio; tenía ganas de probar este sistema no tan nuevo ya de disfrutar de un libro y me parecía que era mejor empezar con algo que no fuera una novela a lo que había que poner los cinco sentidos y no perderse un detalle. Me ha gustado la experiencia, así que amenazo con repetir.
Dicho esto, procedo a hablar de lo que me ha parecido el libro, de cómo ha sido la experiencia de leer autoayuda, un género que nunca me ha atraído en demasía. Esta me parecía una temática atractiva: el clásico aprendamos a ser felices, a superar las adversidades, a sobrellevar las tristezas y a sacar la parte positiva de todo. No creo que yo sea una persona negativa, a veces sí un poco dramática, pero sin mayor importancia, aunque tengo que decir que eso de ver el lado bueno de la desgracia se me da francamente mal. Necesito mi proceso de duelo y opino que a veces quejarse no es malo, que tampoco es malo estar triste por nuestra situación, por mucho que haya gente pasándolo peor, que los problemas de todos son importantes aunque en el fondo seamos afortunados. Me gusta mucho el mensaje de la película Disney Del Revés, que da su merecida importancia a la tristeza en la vida de una persona para poder hallar la felicidad. Así y todo, ¿quién no quiere la fórmula secreta para conseguir la mirada de la felicidad? ¿Para no sufrir en absoluto y ver el lado bueno de todo?
Lo diré de forma clara y concisa: no me ha gustado el libro. No me ha gustado porque me parece que el autor arrebata la importancia de todo para centrarse en simplemente gozar la vida. ¿Y el duelo? También existe y a mí me parece positivo. Necesitamos el duelo. Y tampoco me ha gustado que el autor hable de la felicidad estando en el peor escenario posible. Yo, que soy afortunada y no tengo motivos para la tristeza, no veo justo hablar de la felicidad en una situación precaria que yo no estoy experimentando, lo veo una falta de respeto por la gente que lo pasa realmente mal. También resta importancia a enfermedades, propias o de familiares, a injusticias sociales, a acciones delictivas. Es como si todo valiese, como si pudiéramos hacer lo que fuera sin miedo a represalias y esperando como respuesta el amor (¡encima!), porque eso lo repite mucho: que la mejor forma de responder a una injusticia es con amor, que si me hacen algo malo, tengo que dar amor.
No me ha gustado el enfoque del autor, no me ha gustado su mensaje, no me ha gustado su forma de transmitir. Admito que no todo me ha disgustado, que hay cosas interesantes en este libro, que me encanta todo eso de la terribilitis y de que tenemos que aprender a dejar de quejarnos (sobre todo por felicidad propia), pero no creo en la idea de que nada tieneel poder suficiente de hacernos infelices.
¡Hola! Pues no es un libro que ya de por sí me llamase la atención, ya que no suelo leer libros de autoayuda, pero además lo de que el autor se centre tanto en el positivismo en vez de dejar que se procese el duelo es algo que me pone de los nervios, así que definitivamente es un libro que no voy a leer.
ResponderEliminar¡Nos leemos!
Uiii nada nada con la reseña no me molesto ni en darle una oportunidad, me fio de tu criterio jejeje
ResponderEliminarVaya faena con el libro :(
besos
Holaaa ^^
ResponderEliminarDoble primera vez ha conseguido este libro jeje Yo también quiero escuchar audiolibros, pero nunca acabo de animarme, me pasa como a ti, me da miedo distraerme, ya que yo lo hago con una mosca jeje
Los libros de autoayuda no me llaman especialmente la atención, creo que son libros que tienen que llegar a ti en un momento preciso de la vida para que los puedas valorar. Por ello creo que yo pensaría como tú y me frustaria >-<
Por lo hemos has descubierto que te gustan los audiolibros, miralo así jeje
Un besote.
Hola :)
ResponderEliminarNo lo leeré. No me gustan los libros de autoayuda, te hacen ver que estar triste esta mal y si no eres feliz algo malo pasa
Un beso
La verdad es que suelo huir de los libros de autoayuda... Muchos besos.
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