Lunes de cine: El faro de las orcas, Green book, El silencio de la ciudad blanca, Noches blancas

¡Buenos días! Esto es increíble, ayer mismo estábamos empezando noviembre y ya casi vamos por la mitad. Tengo la sensación de que se me escapan los días y no me doy ni cuenta. Hoy quiero hablaros de las últimas películas que he visto. ¿Coincidís en alguna?

Vamos a ir en orden. La primera que vi fue El faro de las orcas. Me llamó la atención mientras repasaba el catálogo de Netflix y me animé, a pesar de que soy reacia a ver pelis que no me suenan de nada. La orca es mi animal preferido y esta es una historia basada en hechos reales. Me gustó, me gustó mucho, porque es una historia muy humana y bonita, porque es una delicia ver las orcas (aunque dudo que ninguna de las que aparecen en la película sea real) y porque no esperaba mucho y me sorprendió. De Green book ya os he hablado en la entrada de favoritos del viernes, por lo que poco me queda por añadir. Simplemente deciros que es una película grande, con un tema muy interesante, una historia real y unos protagonistas excepcionales. Ese Oscar que ganó lo tiene muy bien merecido. No he leído la novela El silencio de la ciudad blanca, pero mi pareja sí y fuimos al cine dos días después del estreno. Él, como suele pasar cuando se estrena la peli de un libro que te apasiona, salió decepcionadísimo de la sala, quejándose de muchos detalles que no encajaban. Yo, por el contrario, disfruté de la película. Vale, no es una maravilla, pero es entretenida y a mí me gustó. Lo que no entiendo muy bien, y parece que en el libro no sucede así, es que se desvele casi al principio quién es el asesino. Eso le resta todo el suspense que pueda tener la historia. Por último, el sábado vi Noches blancas. Tampoco en esta ocasión he leído el libro y, sinceramente, no he visto la película por él. La elegí porque me apetecía ver algo navideño y nada más abrir Netflix me salió esta peli, así que ¡adelante! Primero de todo: navideña no es; sí, sucede en esta época, hay nieve, un par de detalles festivos, pero la historia no es de Navidad. Y segundo, creo que ya no disfruto tanto de estas historias tan para adolescentes. Es entretenida, tiene varias escenas muy divertidas y, en general, es muy fácil de ver, pero sin más. Muy predecible y un final que se espera desde el principio. Que sí, que está genial para pasar un buen rato, pero la puse pensando que me iba a gustar más.