¿Y si hablamos de libros electrónicos?

¡Buenos días! Ya es viernes y parece que por fin llega el otoño. Por aquí ha estado lloviendo un par de días y, aunque hoy parece que está el cielo más despejado, no me importaría en absoluto que lloviera todo el fin de semana. Hoy me he encontrado de casualidad con la imagen que veis ahí arriba y, aunque no es la primera vez que la veo, me ha hecho pensar en que podría ser interesante hablar de libros electrónicos en el blog, ¿qué os parece? 

Los libros electrónicos han llegado para quedarse y he oído opiniones de todo tipo al respecto: están los conservadores radicales que aseguran que nunca estarán a menos de diez metros de uno, los que combinan ambos formatos y los que se han pasado directamente al mundo de lo electrónico. En alguna ocasión hemos debatido acerca de qué nos gusta más y no me ha extrañado descubrir que la mayoría se inclina por el libro tradicional, al fin y al cabo la rama literaria de la blogosfera es más bien romántica y tienda a preferir el libro de papel. No obstante, ha pasado ya un tiempo desde que aparecieron tímidamente estos dispositivos y seguro que muchos de los que nos llevábamos las manos a la cabeza y clamábamos al cielo por semejante invención hemos caído en la tentación y hemos sucumbido a sus muchas ventajas.

Por mi parte, debo de confesar que tengo un kindle (aunque no lo compré yo, lo heredé, cuando aún me negaba a sumarme a esta moda, de mi novio, que no lo usaba) y que he comprado varios e-books. Ahora bien, también tengo que decir que no lo uso mucho y que sigo prefiriendo tener los libros en papel. Comprendo que el kindle es muy cómodo para según qué cosas: para ir de viaje, para ahorrar en espacio..., pero la realidad es que sigo prefiriendo gastar algo más de dinero y tener un libro en mi estantería. Para lo que sí utilizo el kindle es para el trabajo, cuando tengo que leer libros para editoriales, ya que estos siempre los tengo en formato electrónico, y es por ello que me alegro enormemente de tener uno de estos aparatos, porque leer en el ordenador es lo peor y mi vista me agradece la pantalla especial del kindle. También lo he usado en ocasiones cuando he salido de viaje, para no tener que transportar un libro pesado, aunque cierto es que en los últimos no me lo he llevado. Aparte de por esos dos motivos, mi realidad es que no uso lector de libros electrónico, que yo sigo fiel a los de papel, pero tampoco reniego de ellos. ¿Cuál es la vuestra? ¿Erais de los que renegabais y al final habéis caído? ¿Seguís leyendo únicamente en papel? ¿Os habéis pasado de forma definitiva al libro electrónico?

Eso sí, yo no creo que este formato acabe con el formato de papel, y tampoco quiero creer que la piratería acabe con la industria editorial. Que tengáis un estupendo fin de semana.