El tema de los olores en la literatura juvenil me tiene desconcertada. Bueno, especifico: los olores de las personas. Un momento, que especifico aún más: los olores de los protagonistas masculinos, esos chicos guapos y fuertes y sexys e irremediablemente irresistibles que traen de cabeza a las narradoras de estas historias. Este es un tema que siempre me ha resultado curioso, aunque debo de confesar que no pensaba en él desde hacía tiempo. ¿Por qué vuelve a mi memoria y, en esta ocasión, a mis dedos para escribir este post? Porque últimamente estoy leyendo unas cuantas novelas juveniles de estas que tanto me gustaban hace unos años, de las de chica pierde la cabeza por el chico malo y este, aunque se hace el duro, también se vuelve loco por ella. De esas novelas. Me flipaban, no lo puedo negar, y hay algunos títulos que me parecen muy especiales y que están llenos de todos estos clichés juveniles. No obstante, y no sé por qué, fui dejando más de lado ese tipo de historias y olvidándome de los dichosos olores de esos chicos. Hasta ahora. Hoy os voy a hablar del concepto del olor corporal de un chico en la novela juvenil. Pongámosle un título a esta disertación: ¿A qué huelen los chicos sexys?
Voy a empezar diciendo que a mí los clichés no me han importado nunca. No me parecen molestos simplemente por el hecho de ser clichés. No me importan los triángulos amorosos siempre que estén bien llevados, no me enfado con un instalove mientras que no me chirríe demasiado, incluso he llegado a apreciar ese concepto de chico malote pero que en el fondo tiene un corazoncito. No obstante, cuando el cliché en particular me parece absurdo o cuando en un libro se abusa de él hasta el extremo, apaga y vámonos. Y aquí es donde entra el tema de los olores corporales. Tengo la sensación de que si vuelvo a leer, en boca de una chica, la frase: «olía a sal, viento y hojas secas» voy a empezar a hiperventilar. Vale una vez, pero que cada vez que la chica vea al chico tenga que describir su olor me parece una exageración. Hay que tener en consideración también qué es eso a lo que huele, porque he llegado a encontrarme cosas realmente ridículas. Me parece que podría clasificar estos olores masculinos en tres categorías, y son estas: 1. Los olores más comunes: Menganito olía a sal, a hojas, a tierra, a otoño (y demás estaciones del año), a pino, a madera. 2. Esos olores ridículos hasta decir basta: Fulanito huele a hombre, al primer rayo de sol de la mañana, a las hojas secas recién caídas del árbol, a una mezcla de gel y esencia masculina. 3. Vamos a por los olores más improbables y extraños que hay: Periquito olía a viento, a sol, a vida, a felicidad. Bien, los de la categoría uno no me molestan del todo, al menos son olores que tienen algo de sentido, que existen, que provocan en el lector una reacción (todos sabemos cómo huele la madera). Los segundos me hacen reír, y es que no hay nada que me parezca más ridículo que decir que un hombre huele a hombre; además, ¿a qué huele un hombre? Los de la tercera categoría son la gota que colma el vaso, los que me hacen fruncir el ceño, arrugar la frente, poner los ojos en blanco, morderme el labio inferior y todos los clichés habidos y por haber. Que alguien me explique, por favor, a qué huele el sol, porque os prometo que yo lo he leído en libros. En los libros venideros empezaremos a conocer a chicos que huelen a unicornio y a sirena, vistas las tendencias del momento.
Me pregunto a qué olerán las mujeres cuando los narradores son los hombres: ¿a flores silvestres, bombones de chocolate, canela, vainilla y canto de pajarillos? Por favor, contadme qué clase de olores habéis leído vosotros, y también si os habíais fijado en este tema al leer algún libro, que quiero sentir que no soy la única loca a la que ponen nerviosa los olores masculinos. ¡Feliz fin de semana!
A mí también me choca mucho el tema, y no solo en la novela juvenil. Muchas veces me hace gracia, aunque a veces me he encontrado cosas tan bizarras que me han cortado el rollo. Una descripción maravillosa y de pronto un olor raro. Me quedo con un careto... o_O
ResponderEliminar¿A que huele la felicidad? Yo tampoco lo entiendo. Supongo que seran un poco como licencias poeticas, ¿no?
ResponderEliminarSaludos
¡Hola!
ResponderEliminarLa clasificación que has hecho ha sido muy acertada jajaja La verdad es que hacía un tiempo que ya había dejado pasar el qué huele el chico protagonista pero al leer tu post no he podio parar de reír y es que has acertado de lleno 😂 Ahora cuando lea seguro que me acuerdo de tu clasificación jejeje
¡Un besote!
¡Menudo acierto!
ResponderEliminarLa verdad es que hay veces que se inventan unos olores que....madre mía
Un abrazo!
¡¡Hola!! ^^
ResponderEliminarJajajajajaja. Me declaro fan de esta entrada. Es taaaaan... real. A mí más de una vez me ha desconcertado eso en las novelas. Es como... WTF???
¡¡Un abrazacoooo!! :D