El calor y los libros

¡Buenas tardes! Cada vez que alguien me dice que el verano es su estación preferida me da un patatús. De verdad, si a vosotros os gusta el verano, contadme por qué y dadme razones que me parezcan convincentes. Entiendo que los estudiantes (y los maestros/profesores) adoren esta estación, ya que tienen unas vacaciones bastante extensas, pero ¿cómo puedo opinar lo mismo el resto de seres humanos?, ¿los que tenemos que hacer exactamente lo mismo que el resto del año, pero con calor? Os aseguro que estar delante de este ordenador trabajando es un deporte de riesgo con estas temperaturas, y eso que hoy supuestamente solo han subido un poco, que la ola de calor terrorífica empieza mañana. A mí, en serio, se me quitan las ganas de todo. Para mí solo hay dos razones por las que el verano me disgusta un poco menos: una es que vienen de vacaciones mi hermana, su marido y mi sobrina (que ya tiene dos añitos), y puedo disfrutar de la peque; y la otra es que vivo en una ciudad costera y yo adoro la playa (aunque por culpa del viento solo he podido ir una vez hasta ahora). Las razones por la que no me gusta ya las he dicho más o menos, pero hay un añadido más: leo muchísimo menos.

Ya lo sabéis, trabajo con el ordenador prácticamente todo el día, por lo que en estos meses de calor intento mantenerme alejada de él los momentos que tengo libres, y es por ello que tal vez el blog se vea un poco afectado, porque mis ganas de estar aquí sentada son bastante nulas. En cuanto a la lectura, no sé qué pasa, de verdad que no, pero leo menos. Mucha gente se alegra de que llegue este tiempo porque lee mucho más, pero a mí me pasa lo contrario. No tengo vacaciones y encima tengo el cerebro frito, por lo que el tiempo libre lo dedico a salir un rato a la calle o a mirar con cara de tonta al frente. Os prometo que me cuesta hasta pensar, siempre he sido muy calurosa, a mí me afecta mucho y soy de marearme en plena calle por las altas temperaturas. Este año, para colmo, no tengo aire acondicionado, por lo que me perdonaréis que me queje más de lo normal, me he ganado ese derecho.

¿Vosotros aprovecháis el verano para leer más o sois como yo, que bastante tenéis con esforzaros por sobrevivir? A mí me encanta aprovechar y leer libros veraniegos, fresquitos y, a poder ser, ligeros. Los tochos más complejos ya los leeré. Con respecto al blog, voy a intentarlo, prometido, aunque no descarto tomarme unas vacaciones breves para dedicarme a poner al día otras cosas. De eso ya os informaré más adelante si se da el caso.