¡Buenos días! Igual esta entrada os extraña un poco, pues no suelo hablar de mi trabajo en este blog más allá de reseñar algunos de los libros que traduzco. Sí, supuestamente tengo un blog de traducción, pero hace tiempo que no lo actualizo; últimamente (y cuando digo últimamente me refiero a los últimos meses) me está costando más de lo normal llevar este al día, el número de entradas ha disminuido y también el de reseñas, así que, por el momento, quiero centrarme en Arte literario. La verdad es que antes de que existiera La memoria del traductor, de vez en cuando sacaba aquí algún tema de traducción, ¿así que por qué no volver a hacerlo? Total, ambos temas están muy relacionados, porque de lo que os voy a hablar es de libros, al fin y al cabo, y de libros os quiero hablar hoy, en particular de mis dos últimas traducciones que han salido a la venta.
Una de ellas es Tras las cámaras, de Dahlia Adler, que salió a la venta el pasado lunes (me he fijado en que en Amazon aún no la tienen, aunque se puede comprar y te lo envían en cuanto tengan ejemplares). Ya publiqué en el blog la reseña de este libro, podéis leerla aquí. Es una novela muy juvenil, entretenida y romántica. Me gustó bastante y me parece una opción estupenda para pasar un rato agradable. Además, hay una bonita amistad entre las dos chicas que me encantó.
El señor Conejo y su fábrica de chocolate salió a la venta ayer, es el primer libro infantil que traduzco y la experiencia ha sido increíble. He traducido libros para edades comprendidas entre los ocho y diez años, pero nunca un libro para niños más pequeños. Es una monada, de verdad, y está lleno de color, ilustraciones y pollos (sí, pollos). Este ya lo tengo en casa (Tras las cámaras todavía no), pero aún no lo he visto porque me ha llegado a la casa de mis padres. Estoy deseando ver cómo ha quedado.
¿Qué tal? ¿Os llaman la atención? El primero me parece una opción estupenda para disfrutar de una bonita historia de amistad y otra igual de bonita de amor; y el segundo para leerlo con los más pequeños y disfrutar con ellos de las ilustraciones tan simpáticas y de estos pollos activistas.
¡Buenas! :)
ResponderEliminar"Tras las cámaras" parece una historia de esas divertidas con las que te ríes. Quién sabe, lo mismo me anime a leerlo :) Lo que sí que sé es que no me leeré "El señor Conejo y su fábrica de chocolate" porque no es para nada, nada, nada, nada, lo que suelo leer jeje.
Un besazo enorme.
Hola
ResponderEliminarRealmente no me llama ninguno la atención pero espero que te gusten.
Un saludo y nos leemos
SannyLovegood~
¡Me encanta! Es una profesión muy bonita la tuya. Espero que próximamente tengas más trabajos y que nunca pares.
ResponderEliminarBuenas!
ResponderEliminarMe encantaría hablar en inglés de forma fluida, y leer en ese idioma, ya ni te cuento. Tras las cámaras quiero leerlo.
Hola!!
ResponderEliminarPues Tras las cámaras lo voy a leer en breve y espero de él justo lo que comentas, que sea una lectura entretenida para pasar un buen rato.
Cuando vi tu nombre dentro ya dije: a esta chica la "conozco"! :P
Besos!
A mi me encanta leer este tipo de entradas, así que no te cortes en hablarnos más del tema por aquí, aunque ya te seguía en tu otro blog :P Ya sabes que "Tras las cámaras" pienso leerlo, porque me convenciste totalmente, así que espero no tardar mucho en hacerme con el. No sabía que lo habías traducido tú *-* Espero poder disfrutar de la historia tanto como lo hiciste tú. ¡Ya te contaré! :D
ResponderEliminar¡Besos!
¡Hola!
ResponderEliminarestoy deseando leer Tras las cámaras. Seguro que gas echo un trabajo fantástico^^
Besitos
Debe ser muy gratificante traducir obras y verlas publicadas :-D
ResponderEliminarPollos y conejos? Jajaja, qué mono.
Sí, sigue hablando de tus traducciones aquí, mola.
Besotes ilustrados.
¡Hola!
ResponderEliminarPues Tras las cámaras me llama muchísimo la atención! Me lo apunto, y a ver si me hago pronto con él.
Me ha gustado mucho la entrada, ¡espero que puedas hacerlas más a menudo!
Un abrazo, guapa! :)