En la víspera de mi día preferido de todo el año, me siento delante de esta pantalla para valorar cómo ha sido mi 2016 y cómo deseo que sea el 2017. Esta es una de las pocas entradas que suelo hacer y que no está relacionada con la literatura (o el cine), aunque también me ponga metas a nivel lector.
Haciendo balance, me encuentro con un 2016 bastante bueno a rasgos generales. Tanto a nivel personal como profesional, ha sido un año estupendo. Sigo trabajando en lo que me gusta, tengo una familia estupenda, unos buenos amigos y una pareja excepcional. Lo único que he echado de menos en 2016 ha sido viajar, una de las cosas que más me gusta de la vida, aunque los motivos por los que no lo he hecho han sido positivos, y es que, si algo ha sido el 2016, o, al menos el último tercio, es un año de cambios y de buenas noticias. Este año he recibido dos noticias fabulosas relacionadas con dos amigas y también he dado un paso que ha cambiado mi vida en muchos aspectos: rutinas, horarios, aspecto económico, tareas... Uno de mis grandes objetivos para este año que nos ha dejado era abandonar mi zona de confort y arriesgar, y, en cierto modo, lo he conseguido; tal vez no de la forma que esperaba, pero sí de una forma positiva. También pedí al 2016 quererme más a mí misma, y quiero mantener este deseo para el 2017: quererme a mí primero, aprender a decir no sin sentirme culpable, ser más independiente y valiente, aprender a vivir mejor. Y le pido al 2017 ese viaje que no he podido hacer el año pasado, ya tengo varios destinos, solo me falta la fecha. Quiero disfrutar de los míos, tenerlos cerca y compartir momentos maravillosos con mis seres más queridos. El 2017 me parece un número feo, pero ya tengo dos fechas marcadas en la agenda que son muy bonitas, por lo que intuyo que este, sí, este número feo, va a ser perfecto. En 2017 quiero dar un nuevo paso fuera de mi zona de confort, tal vez a nivel laboral, y voy a aprender a ser más amable y simpática, a fruncir menos el ceño y a dejarme llevar, a disfrutar de lo que tengo y no de lo que podría tener, a quejarme menos y a sonreír más, y a querer aún más a mis seres queridos, porque no siempre estarán ahí y es cierto eso que basta con alejarte un poco para echarlos terriblemente de menos.
Me encanta tener todo un año en blanco por delante para hacer planes. Sí, estas listas de propósitos suelen convertirse en humo y quedar en nada, pero a mí me motivan, me hacen querer mejorar y cumplir mis metas. Los dos últimos años no me han ido nada mal. Me ahorro lo de comer mejor y hacer deporte, que bien me vendrían, por supuesto, pero ya se sabe. Prefiero ponerme metas más emocionales, más relacionadas con la felicidad de verdad. ¿Y a nivel de lecturas? No he acabado el 2016 con buen pie, los cambios en mi vida me han trastocado y en estos primeros meses del año tengo un volumen enorme de trabajo que seguro que me imposibilita leer todo lo que querría. Pero sí, lo diré: en 2017 quiero leer mejor, tal vez no más, pero sí mejor.
¿Qué le pedís vosotros a este nuevo año que comienza? Os deseo todo lo mejor.
Buenas!
ResponderEliminarEspero que se te cumpla todo, sobre todo lo de Vivir mejor. Eso ante todo!
Un beso y que el 201 sea maravilloso
Ay, lo que me gusta a mí leerte. Me alegro de que el balance general te salga positivo, que, al fin y al cabo, es lo que importa. La verdad es que leer ese entusiasmo respecto al 2017 me hace a mí emocionarme por la de cosas buenas que pueden llegar este año ^^
ResponderEliminarUn besito, preciosa. <3
Espero que te vaya genial este año y que el año que viene cuando hagas esta entrada nos cuentes que 2017 supero con creces a 2016.
ResponderEliminarSaludos