Leyendo Centinela

¡Cuánto tiempo hemos tenido que esperar para leer, al fin, el desenlace de la saga Covenant, de Jennifer L. Armentrout! Centinela ya está aquí y yo estoy disfrutando de lo lindo con él. Siempre da  pena terminar una saga que te está gustando mucho, pero también está esa sensación de imperiosa necesidad de saber cómo acaba todo. No quiero despedirme de Alex, Aiden y Seth, pero necesito saber, por fin ya, después de todos estos años, qué sucede con ellos.

Llevo poco más de la mitad del libro leída y la verdad es que no me está decepcionando nada. Ahora mismo no tengo todo el tiempo que me gustaría para poder leer, pero no está mal alargarlo y así disfrutar más tiempo de los personajes de esta increíble saga. Alex sigue encantándome, ¡menuda personalidad tiene!, Aiden es un amor y Seth, ay, a pesar de que yo soy más de Aiden, Seth también me gusta mucho. Lo que más me intriga de este libro, de esta saga en general, es que no hay forma de que imagine cómo va a terminar. Es que no puede haber un final feliz, es imposible, y menos con cómo se ha complicado todo en ese sesenta por ciento que llevo leído de Centinela, ¿cómo va a haber un futuro para Alex y Aiden? Pero, claro, no creo que el desenlace sea dramático (al menos no demasiado dramático), así que no hago más que preguntarme qué puñetas hará Armentrout para contentarnos y, al mismo tiempo, ser coherente. Porque lo único que no quiero es que, de repente, se saque de la manga un «y vivieron felices» sin tener en consideración todo el caos que ha creado antes. ¿Habéis visto? Es que no puedo imaginarme cómo va a terminar la cosa y, por favor, si lo sabéis no hagáis spoilers.

La semana que viene publicaré seguro la reseña porque tengo pensado devorar el libro este fin de semana.Y me va a dar mucha pena, ya os digo, decir adiós a Alex, pero bueno, espero, al menos, que se me quede un buen sabor de boca.