El efecto de la colorterapia

Tengo desde hace ya más de un año unos libros que, por aquel entonces, cuando yo los probé, eran más o menos novedosos, pero que hoy día se han convertido en una moda y en todo un éxito de ventas. Estoy hablando de los libros antiestrés para colorear dirigidos a adultos.

Hace cosa de un mes estaba yo en una librería pasando el rato (y, de camino, comprando algún que otro libro [ese día cayó uno de poemas]). Fui a ponerme a la cola en la caja para pagar y, sin poder evitarlo, escuché la conversación de la dependienta con la chica a la que atendía (no es que sea una cotilla, es que allí no había mucha gente, yo estaba sola en la cola y tampoco iba a taparme los oídos). La joven estaba comprando un libro de estos de dibujos para colorear y la dependienta le contaba que se vendían muy bien, que había mucha gente que iba preguntando por ellos y que existía una gran variedad donde elegir. «Al principio solo había dos o tres modelos de un par de editoriales -decía-, pero ahora hay un montón, con imágenes de todo tipo, a distintos precios, de muchas editoriales. Es todo un boom comercial.» No me sorprendieron nada sus palabras porque, efectivamente, ahora tenemos estos libros hasta en la sopa y muchas editoriales se han subido al carro de la colorterapia. Yo probé (y son los únicos que tengo) los de Plaza y Janés hace ya más de un año [reseña aquí], pero es que los he visto, como bien decía la chica de la tienda, de un montón de editoriales y con muchos motivos: flores, animales, cuentos clásicos...

Estos libros se venden con un fin: hacer que el comprador libere estrés coloreando. Prometen relajar y despejar la mente, ¿pero es cierto?, ¿cumplen de verdad? Os voy a contar mi experiencia: yo me sentía muy reacia a creer algo así; de hecho, pensar en colorear casi que me ocasionaba más estrés aún, porque nunca he sido de realizar actividades de estas que requieren paciencia, concentración y estar sentada mucho tiempo (¡odio los puzles, me ponen de los nervios!). Tampoco se me da especialmente bien colorear. Sin embargo, cuando probé estos libros, descubrí que tenían un efecto en mí. Esa actividad que parece de niños y a la que yo tanto temía resultaba que me mantenía entretenida, que me liberaba la mente y que, ¡sí!, me relajaba. Os contaré que, por norma general, yo soy un manojo de nervios, me paso casi todos los días de mi vida estresada y me cuesta mucho manejar el estrés y los nervios. Pues estos libros consiguen hacer que me olvide de todo y me centre tan solo en colorear, en elegir los colores adecuados, en no salirme de las líneas, en hacer algo bonito. A lo mejor es porque los dibujos tienen muchos detalles pequeños, porque tengo que estar tan concentrada que me olvido de lo demás... no lo sé, pero surten efecto.

Así que sí, el estrés se puede controlar con algo tan sencillo y barato como sentarte a una mesa con un libro de dibujos y un paquete de rotuladores. Seguro que no funciona en todos por igual, pero tiendo a pensar que si estos libros están teniendo tanto éxito es porque el resultado está siendo bueno. ¿Qué opináis vosotros? ¿Los habéis probado? ¿Cuáles son los que más os gustan? ¿Tienen un efecto calmante también en vosotros?