Cubiertas que me dan un poco de vergüenza

Hace aun par de semanas salía de mi casa con la intención de llevarme un libro conmigo. Me esperaba una hora de coche de ida y otra de vuelta, y luego otras tantas de espera en diferentes lugares. Un libro haría la espera más llevadera y rauda fui a coger la lectura que estaba haciendo en ese momento. No obstante, cuando llegué al libro en cuestión me quedé paralizada y un poco pensativa. Me daba un poco de palo que me vieran con esa cubierta en las manos. El libro es Te esperaré, de J. Lynn, una maravilla de novela que cuenta con una portada que me parece más bien horrorosa. No me gustan las típicas cubiertas de los libros de romántica adulta (este es un New Adult y normalmente estos libros los venden más como juveniles) con hombretones cachas o parejas en posturas sugerentes. En realidad Te esperaré no es para tanto, pero me empeñé en que esa cubierta estaba mejor en casa, escondida de las miradas ajenas.

Después de este incidente, me puse a pensar en el tema y me di cuenta de que es algo que yo sí que tengo en cuenta. No me importa que me vean leyendo libros que para la gente son vergonzosos o que atraen miradas, pero sí que me da un poco de vergüenza sacar libros con portadas muy llamativas por lo antes mencionado. Recuerdo que con Origin (de la misma autora, qué curioso) me pasaba lo mismo. La cubierta es muy bonita, me encantan todas las de la saga Lux, pero me daba palo que la gente me viera leyendo un libro con un hombretón así en la portada. Y un efecto similar me produce Romeo, Romeo, de Robin Kaye, con esos músculos portando una bandeja con el desayuno a una dama que sigue en la cama. En serio, puede ser el mejor libro del mundo (que, de hecho, no lo fue), pero yo me abstengo de sacarlo a la calle. Luego hay otro tipo de cubiertas que también me echan un poco para atrás pero por otro motivo totalmente diferente. Un ejemplo: los libros de la segunda trilogía de Blue Jeans. Todos esos corazoncitos, esos colores tan chillones... no, no me gustan. Y si ya hablamos del tercero, con ese fondo naranja y el corazoncete rojo, apaga y vámonos. No es que sean feas (aunque la mezcla de colores de este tercero no me gusta), pero tienen algo que hace que las tenga, mejor, guardaditas en casa.

¿Qué pensáis del tema? ¿Os sucede como a mí? ¿Hay algún caso en particular en el que os dé vergüenza salir a la calle con algún libro por su cubierta? Hay montones de ejemplos de libros, solo he cogido algunos que se me han venido a la cabeza y de libros que he leído este año o el pasado. Por supuesto, se me vienen también a la cabeza libros que no he leído con hombretones semidesnudos, hay uno en particular que no salió hace mucho, pero no recuerdo el título.

Edito para enseñaros cuál es la novela que he mencionado antes: