Furry Friend Tag

¡Buenas! Hace un par de días publiqué una reseña en el blog en la que aproveché para hablaros un poquito de una de las reinas de mi casa y Saru me animó a que hiciera este tag para presentarla en el blog como es debido. Así que aquí estoy, preparada para presentar oficialmente a mis dos renacuajos, a los reyes de la casa, a mis consentidos, a mis niños bonitos, ¿queréis conocerlos?

1. ¿Cuál es el nombre de tus mascotas?

La gatita se llama Smile y el agaporni se llama Pipi. 

La historia del nombre de Smile es un poquito larga, aunque os puedo dar una versión resumida: cuando la adopté no estaba pasando por un buen momento, me había ido a vivir a un lugar diferente y, aunque compartía piso con mi hermano, siempre estaba sola en casa. Me sentía muy sola en un entorno distinto, una situación distinta y encima sin compañía, y entonces llegó Smile y le puse ese nombre porque, literalmente, su llegada me hizo sonreír y me llenó de felicidad.

En el caso del agaporni, ya sé que no tiene un nombre muy original. La primera opción era Lulú, pero como no sabía si era macho o hembra (sigo sin saberlo), quería ponerle un nombre que sirviera para los dos. Un día vi un programa en la tele en el que salió una muchacha que tenía un agaporni al que llamaba Pipi y cuando le preguntaba su nombre, él lo decía. ¡Vaya! Era el nombre perfecto, porque así podría saber imitarlo, así que lo tuve muy claro. ¿Qué pájaro no sabe decir "pipi"? 

2. ¿Qué tipo de mascotas son y qué raza?

Smile es una gatita común europea, vaya, que no es de raza importante, pero no me importa, porque para mí es la más guapa que hay.

Pipi es un agaporni fischer arlequín. Agaporni (o inseparable) es el tipo de animal, fischer la raza y arlequín el color. 

3. ¿Desde hace cuánto los tienes?

A los dos desde que son unos bebés. A Smile la adopté hace unos cinco años y medio, cuando solo tenía unos dos meses de vida y a Pipi lo adopté con unos 27 días de vida, hace ya seis meses.

4. ¿Cómo los conseguiste?

En el caso de Smile, la adopté. Estaba buscando un gatito y me recorrí un montón de tiendas de animales para coger uno de esos que nadie quería. También llamé a protectoras. Se ve que no era época de cría, porque no encontraba ninguno, cuando había épocas en las que yo había visto montones en las tiendas. Pero finalmente di con ella en una tiendecita pequeña y me enamoré locamente. La pobre estaba malita, tenía los ojos malos y estaba muy resfriada, así que me gusta pensar que por eso nadie la quiso y que yo le salvé la vida. 

A Pipi lo estuve buscando durante bastante tiempo. Se ve que es el animal de moda y hay muchos criadores que los venden, pero yo quería uno en especial: un fischer verde (hay más razas) y en mi ciudad solo vendían de otra raza. Al final di con una criadora en otra ciudad que me comentó que acababa de nacer, que sus padres eran como yo quería y que cuando sacara los colores me avisaría. Unos veinte días después me enseñó una foto y me enamoré y unos días después fui a recogerlo.

5. ¿Cuántos años tienen?

Smile, cinco (en agosto hace seis) y Pipi, seis meses.

6. Datos curiosos sobre su personalidad.

Smile siempre ha sido muy arisca, no consiente que la cojamos y ella nunca se va a tumbar encima de nadie. De pequeña era un bicho, no paraba quieta, siempre saltando y correteando. Ahora se ha vuelto muy tranquilita, se pasa el día durmiendo y hay días en los que no le vemos el pelo, solo para comer. No obstante, es una gata muy buena, nunca he tenido problemas con las cortinas ni con los sillones y se porta maravillosamente bien. Además, ahora, no sé si por la edad o por celos por el pajarito, se está volviendo más cariñosa.

Pipi es un terremoto. Casi siempre lo tengo fuera de la jaula y cuando lo meto empieza a llamarnos para que lo saquemos. Siempre está pegado a mí y cuando vuelvo a casa empieza a piar y echa a volar por el pasillo hasta mí. Come todo lo que pilla, pica todo lo que pilla y se caga allí donde pilla. Es muy cariñoso, pero también tiene carácter. Parece mentira que una cosita tan pequeña pueda dar tanto amor.

7. ¿Qué significa para ti la relación que tienes con ellos?

Sé que esto no lo comprenderán las personas que no tengan animales y a las que no les gusten, pero para mí, mis dos pequeñajos son importantísimos. Con Pipi lo he pasado muy mal porque ha estado malito un tiempo y me deprimía con solo pensar que podía morirse, y Smile es la reina de mi corazón, no quiero pensar en el día en que falte. 

8. Recuerdos favoritos de ellos.

Hay muchos recuerdos que me hacen sonreír. De Smile, cuando era pequeñita y no paraba de saltar de un sillón a otro sin parar de correr; cuando, recién adoptada y malita, se me subía encima y se me quedaba dormidita (eso ya no lo hace); cada vez que le doy unos palitos de carne (son solo de premio y se los doy cuando le corto las uñas) y se pone como loca porque le encantan; una vez que me puse mala y no se movió de mi cama, haciéndome compañía...

De Pipi recuerdo con mucho cariño cuando fui a recogerlo, le vi la carita y me enamoré de él, de cómo temblaba cuando lo cogía y cómo fue pillando poco a poco confianza; me acuerdo de su primer vuelo, de la primera vez que le di papilla. 

9. Apodos por los que les llamas.

Ufff, hay taaaaaantos. A Smile: Mailita, Maili, Mailo, Mini, Gatita, Gati, Reina, Princesa, Preciosa...

A Pipi: Pipito, Pipiolo, Pollito, Polli, Polluelo...

Aquí están mis dos pequeñajos juntos. Seguro que os preguntaréis si se llevan bien. Bueno, dejémoslo en que se llevan. Smile es muy buena, a veces se queda mirándolo, pero no suele hacerle nada, solo alguna vez le quiere dar con la patita. Pipi es un bicho, al principio iba detrás de ella para picarle el rabo y lo que pillara, aunque ya la va tolerando más. 

Espero que os haya gustado el tag y conocer a mis dos niños. Si os animáis a hacerlo, avisadme, que quiero conocer a vuestras mascotas.