La hija del rey araña, Chibundu Onuzo

La hija del rey araña, Chibundu Onuzo

Traductor: Carles Roche

Editorial: Plataforma Neo

344 páginas

Abike Johnson, de diecisiete años, es la hija predilecta de su acaudelado padre. Reside en una gran mansión en Lagos, protegida por guardaespaldas, y viaja en un gran jeep negro que la lleva a todas partes. Pero ser la favorita de su padre tiene un precio, y a menudo se siente sola detrás de los altos muros de su hogar.

A un mundo de distancia de la mansión de Abike, en los suburbios de la ciudad, vive un joven vendedor ambulante que se esfuerza por encontrarle sentido al mundo. Su familia lo perdió todo tras la muerte de su padre y ahora él, en las calles, corre detrás de los automóviles vendiendo helados para mantener a su madre y a su hermana.

El día en que Abike compra un helado al vendedor ambulante empieza una improbable y frágil historia de amor que desafía los prejuicios de la sociedad nigeriana. La creciente intimidad entre ambos, sin embargo, arrastra consigo revelaciones sobre el pasado que pondrán en jaque la relación, y tanto Abike como el vendedor ambulante deberán decidir de qué bando están en este juego.

(Texto extraído de la contracubierta del libro)

En cuanto vi esta novela como novedad de la editorial, la quise. Me sonaba que sería una historia de amor de estas románticas, románticas, con un telón de fondo muy inusual. Acerté el cincuenta por ciento, lo del telón de fondo. Porque, aunque La hija del rey araña se presenta como una historia de amor, es mucho más que eso. Esta no está en un primer plano en esta novela, aunque eso no se descubre hasta más o menos la mitad del libro. 

Empecemos con los personajes en esta ocasión. Abike Jonhson es una niña de papá. Su padre es uno de los veinte hombres más ricos del país y ella, aunque no es hija única, es la única que cuenta con el favor de su progenitor. Es caprichosa y mandona, una chica a la que le gusta llamar la atención y malgastar el dinero que su padre le da. El vendedor ambulante, al que en un par de ocasiones se le llama Runner G, es un chico valiente y decidido, que lo ha tenido todo y lo ha perdido, y ahora tiene que sacar a su familia adelante. Su vida no es fácil y mucho menos después de haber vivido entre algodones con anterioridad. Estos dos personajes, tan, tan distintos, se conocen por uno de los arrebatos caprichosos de Abike, y la chica se encapricha con él, y él empieza a sentir cosas por ella, y al parecer, ella también por él. ¿Pero cómo puede salir bien una relación entre dos personas tan diferentes?

Se lo comió. Yo, en cambio, no pude pasar de darle un modisco a mi trozo, pero él se terminó el suyo y pidió más. Fue al verlo demoler con valentía su segunda porción cuando pensé que tal vez aquello que sentía por él era amor. No la clase de amor que mi madre sobreactuaba en pantalla. Un amor sereno y sólido a la vez. Levantó la mirada mientras yo lo estudiaba. Una miga de pastel se le quedó antiestéticamente pegada en la mejilla izquierda. Cuando se la quité con la mano, la cogió y me besó en la palma. Sentí que él era capaz de leer todos los pensamientos que habían estado rondándome hasta el momento.

Si hay alguna palabra para definir esta novela, esta sería: diferente. La hija del rey araña es diferente a todo lo que he leído hasta ahora de literatura juvenil. De hecho, ¿es realmente literatura juvenil? ¿Por el hecho de tener a dos jóvenes como protagonistas? La acción se desarrolla en Lagos, ciudad nigeriana. Y esta novela es un cachito de este país, de su cultura, de sus costumbres, de sus gentes. Me ha acercado a un país desconocido para mí y me ha enseñado cómo viven sus gentes, qué comen, qué hacen para ganarse la vida. La ambientación es uno de los aspectos que más me han gustado de la novela, aunque, para ser sincera, los otros aspectos son la trama y los personajes, así que podría decir que, en realidad, todo en la novela me ha gustado mucho. De nuevo quiero recalcar que la historia de amor no es lo más importante de La hija del rey araña, lo son las circunstancias. Ciertamente no quiero decir mucho más porque lo bonito de esta novela es ir descubriéndola, descubrir los secretos de Abike a la par que lo hace el vendedor ambulante, y descubrir sus reacciones al mismo tiempo que estas se producen. En esta novela hay historias tristes, crueles, injustas y hay personas muy malas y otras muy buenas. Y otras que, aunque intentes odiarlas, no puedes llegar a hacerlo del todo. 

Otro aspecto del que quiero hablar es la forma en la que está narrada la novela. Nos encontramos leyendo una historia bajo los puntos de vista de sus dos protagonistas, Abike y el vendedor ambulante. Ella narra en cursiva y al principio del capítulo y él lo continúa en redonda. Al principio esto me lió mucho, y tuve que releer varias veces algunas páginas porque no me había dado cuenta de que la cursiva era de ella y la redonda de él y no hacía más que preguntarme "¿pero la protagonista no era una chica?, ¿y la hermana de quién es?, ¿quién es quién?". Pero una vez que me acostumbré, fue todo coser y cantar, hasta el final, en la que se mezclan los dos puntos de vista y tuve que ir más despacio, diferenciando quién decía qué. El ritmo, por su parte, es muy aceptable. Yo me he leído la novela en un suspiro, porque en cuanto me metí en la historia no pude dejar de leer hasta descubrir qué era lo que pasaba con estos chicos y porque parecía que las cosas no iban a ser sencillas. Pensaba que la historia sería más densa, pero no, es muy ágil.

¿Y el final? Me ha dejado totalmente pasmada. Por lo que he dicho anteriormente: hay un personaje malo, malo, malo al que me niego a odiar por lo bien perfilado que está y su complejidad. Me he tenido que parar a pensar y reflexionar acerca de lo que ocurre al final. Pero me ha gustado, porque es un final coherente con la historia y con los personajes.

La hija del rey araña ha sido todo un descubrimiento que me ha sorprendido por tratar temas complejos cuando yo pensaba que sería tan solo una historia de amor entre dos personas muy diferentes. Me ha gustado la ambientación, los entresijos que se van descubriendo poco a poco y la complejidad de los personajes. La recomendaría, sin duda, por lo diferente que es, por lo mucho que esconde en sus páginas y por lo rápido que se lee.