Acabado agosto se acabó el descanso

Y vuelvo a la marcha con ganas y fuerzas. Bueno, no del todo, porque siempre me entra nostalgia, y ahora empiezo a pensar en la playita, en las fiestas, en esos días maravillosos que he pasado en el pueblo... y, cómo no, me entra la depresión postvacacional. Pero como vacaciones, lo que se dice vacaciones, no he tenido, tampoco es tan dura la reincorporación. Y ni mucho menos al blog. Confieso que lo he echado de menos, que me han picado las ganas de volver y escribiros algo. ¿Qué le voy a hacer? Si es que me encanta esto.

Espero que hayáis pasado un verano estupendo, que apuréis bien lo que queda de él y que volváis con ganas y ánimo a vuestros quehaceres.Yo ya estoy dando señales de vida, pero mañana volveré a la carga con el contenido real, y lo haré con la reseña de una de las novelas que he leído en este mes de agosto. ¿Queréis saber cuál es? Pues estad atentos, por ahora solo os adelanto que se trata de un libro que me ha fascinado y que se desarrolla, casi en su totalidad, en una playa paradisíaca ;)