Triángulo que te triángulo

Lo prometido es deuda y ya os di una pista en una entrada diciéndoos que era necesario y absolutamente recomendable para mi estado de salud que yo me sentara delante del ordenador y tecleara con brío perlitas sobre este tema que tanto me gusta (nótese la ironía): los triángulos amorosos.

Hablar de los tópicos en las novelas (sobre todo juveniles) daría para mucho y la entrada sería larguísima. Me lo he propuesto muchas veces, no creáis, pero casi que hasta me da pereza (ojos con puntitos brillantes, hombros anchos y cintura estrecha, chico megaguapo y megasexy, te dejo porque soy un ser sobrenatural que no puede estar con una humana y no quiero hacerte daño, estoy enamorada de ti pero también de ti... blablabla). Y, oye, no os confundáis, que a mí los tópicos no me suelen molestar, aunque hay algunos que sí que lo hacen, sobre todo estos dos últimos que he señalado, sobre todo el último: el de los triángulos amorosos. 

Esto viene de largo, aunque puede que yo lo conociera en Crepúsculo (sí, lo confieso, esta serie ha supuesto un antes y un después en mi vida; yo antes no leía tanta novela juvenil... de hecho, habría leído unas diez novelas juveniles en toda mi vida (contando con que Harry Potter tiene siete...). Al principio no me molestaba mucho, porque, ¿por qué no?, me resultaba algo que incluso podía ser original. Pero luego llegaron más novelas, y más, y más, y más... y en todas ellas había un triángulo amoroso, sobre todo en las sagas juveniles: Delirium, Juntos, Marca de nacimiento, Los juegos del hambre, El corredor del laberinto, El despertar, Nacida a medianoche, etc., etc. y un larguísimo etc. A este ritmo, parece que lo original va a ser que la historia de amor sea entre dos personas, y no tres. Lo peor es cuando, además, nos encontramos a una protagonista (sí, en general es la chica la que goza de la suerte de tener a dos maromos sexys y buenorros a su disposición) que admite amar a sus dos chicos (Cassia, ejem, ejem; Kylie, ejem, ejem), ahí ya sí que me tiro de los pelos. ¿Qué le pasa a la juventud de hoy en día? ¿Es así en realidad? ¿Las chicas de quince años se encaprichan tanto de los chicos y llegan incluso a amar a dos personas? Vale que sí, que somos frágiles y enamoradizas (****ironía****), pero la verdad es que ya estoy un poquito harta de ver que hay dos chicos, por norma general uno de ellos bueno y cariñoso y el otro malote y sexy, que tienen que disputarse el primer puesto en el corazón de su damisela. Es que me estas cosas me confunden mucho, me hacen enrabietarme, me suscitan muchos por qués. 

¿Soy la única a la que le pasa esto? ¿Hay más gente a la que tanto triángulo amoroso le aburre ya?