El libro de las sonrisas y las lágrimas

Buenos días. Hoy han dicho por la radio que va a llover, pero por aquí el calor ya aprieta, y yo no soporto el calor; me gusta el frío, y cuando la temperatura es cálida, primaveral, pero no me gustan los sofocos de golpes de calor, ni el sudor, ni el cansancio que conlleva. Pero no estoy escribiendo esta entrada para hablaros del tiempo, ni de mí. 

Bueno, de mí sí, en cocreto (chiste tonto de Croquetas y wasaps), de lo que estoy leyendo y de una entrada que publiqué hace un par de días. Os la resumo: decía que llevo un tiempo sin leer nada que me entusiasme, sin coger un libro con ganas, sin emocionarme. Es que prefiero jugar al móvil a ponerme a leer, ver la tele, tumbarme y descansar, mirar por la ventana... ¡y esa no soy yo! Yo soy la chica que en cuanto tiene un minuto libre coge un libro, que no ve la tele, que no juega con el móvil, que no está un segundo sin hacer nada porque puede estar leyendo. 

Pues bien, antes que nada, quiero agredeceros vuestros muchos comentarios y recomendaciones, ¡gracias! me habéis sacado más de una sonrisa y un tanto de suspiros. ¡Y os he hecho caso! Bueno, os he hecho caso a la mayoría, que me recomendábais que dejara las lecturas que tenía entre manos, que me pusiera frente a la estantería y que cogiera EL libro, es decir, ese libro especial que me hizo temblar de emoción. Lo he hecho, ¿y sabéis qué estoy leyendo? Tatatachán tachááááán... Bajo la misma estrella, aquel libro en el que Hazel Grace tenía cáncer, y conocía a Augustus Waters, y se enamoraba, y soñaba con viajar a Ámsterdam para conocer a su escritor preferido, y sonreía, y se deprimía, y lloraba por los columpios de su infancia, y comía sándwiches de queso holandés, y malgastaba su único deseo de los genios yendo a Disney, y, y, y... porque este libro es una infinidad de ys, de ys maravillosos y espectaculares, de ys emotivos y dolorosos, de ys llenos de sonrisas, risas y lágrimas. Este es EL libro que hoy por hoy cojo en un momento en el que nada me entusiasma, el libro que  me inspira y me da fuerzas para decir que la vida es maravillosa y que soy afortunada de tener dos pulmones que funcionan, dos piernas, dos ojos, una vida. Bajo la misma estrella es una novela especial, y la estoy leyendo tranquilamente, sin prisas, sin tomar anotaciones para hacer después una reseña, sin pensar en que tengo que terminarla mañana porque tengo que empezar doscientos libros más; tan solo estoy centrándome en disfrutarlo, saborearlo, mimarlo y emocionarme con cada página. 

Sí, chicos, está funcionando.