Bésame y vente conmigo, Olivia Ardey

Bésame y vente conmigo, Olivia Ardey

Editorial: Versátil

281 páginas

Álvaro, Celia y Nico, tres amigos que lo compartieron todo de niños, se reúnen en Teruel en el funeral de un pariente millonario que, ¡oh, sorpresa!, les ha dejado en herencia su bodega centenaria y sus ricos viñedos. Sin embargo, el testamento contiene una trampa, heredará la fortuna aquel de los tres que primero se case. ¿Quién logrará hacerse con la herencia? Un viaje a Las Vegas, secretos, malentendidos, y el hallazgo de un tesoro inesperado hará que cada uno de los protagonistas acabe encontrando lo que más desea... aunque ni ellos mismos lo sepan.

(Texto extraido de la contracubierta del libro)

Olivia Ardey es una de mis autoras obligadas. Libro que sale de ella, libro que leo. No podía ser menos con Bésame y vente conmigo, una novela sexy, divertida, dulce. Tengo la sensación de que cada historia que leo de esta señora me gusta más que la anterior, no sé si será porque todas las disfruto muchísimo y siempre creo que la de ahora es mejor que la que leí hace meses o si será porque, efectivamente, Ardey se supera con cada trama que escribe, con cada libro que publica. 

Bésame y vente conmigo es una novela que cuenta con muchos personajes, todos ellos maravillosos, desde los tres protagonistas hasta los más secundarios. Celia es una persona que tiende a dramatizar, que tiene miedos, que está enamorada de su mejor amigo, pero que no quiere arriesgarse. Es de carne y hueso, como todos los personajes de la novelas, que son sumamente creíbles; no obstante, con esta chica he congeniado desde el primer momento y conforme la he ido conociendo página a página he ido sintiendo por ella más y más afinidad; todos tenemos dentro una vena dramática (unos más que otros, por supuesto) y creo que más de uno se sentirá identificado con Celia, pero también aprenderá con ella y empezará a plantearse la vida de otro modo. Álvaro es el retrato perfecto del género masculino, y estoy hablando de su forma de ser. En este caso, también he sentido real su personalidad, su forma de tratar a Celia, su genio... y es que, a veces, los hombres son como él se muestra en algunas escenas de la novela (y aquí llega el ohquierosabercómoesÁlvaro y yo digo puestendréisqueleerlanovela). Nico es un sol, el amigo que todo el mundo querría y, aunque vaya de duro en muchas ocasiones, nos daremos cuenta de que tiene su corazoncito sensible también. Es homosexual y desde el primer momento declara que él no competirá por la herencia, pues no tiene planes de casarse. De los personajes secundarios, destacaré solo dos que me han gustado especialmente: el abuelo Cele, que es la alegría personificada; es el típico abuelito cariñoso que presume de nietas, pero que también se mete demasiado en los asuntos de estas (aunque con buenas intenciones, ¿eh?). Qué ternura de hombre. Por otro lado, Susana, la hermana de Celia, que protagoniza una historia de amor secundaria en la trama que también me ha gustado mucho.

Como es habitual en las novelas de Olivia Ardey, en esta también hay subtramas que enriquecen el conjunto de la historia. Al mismo tiempo que leemos la lucha de Álvaro y Celia por ver quién se casa antes para conseguir la herencia, también seremos partícipes de la historia de amor de Susana y Javier y de las andanzas del abuelo Cele. Me parece admirable el modo en que la autora sabe siempre entretejer historias distintas sin hacer que el lector se pierda y logrando que este admire todas y cada una de las tramas. En esta ocasión, las historias secundarias tienen poco protagonismo, al contrario, por ejemplo, que en la novela anterior de la autora, y es por eso que no me es difícil elegir cuál me ha gustado más: la de Celia y Álvaro.

Bésame y vente conmigo me ha gustado aún más si cabe que las anteriores novelas de la autora, me ha reafirmado como seguidora incondicional de sus libros y me ha proporcionado unos días más que agradables de la mano de unos personajes humanos, divertidos, cabezotas, tiernos. Esta sexy y divertida historia me ha gustado muchísimo; es de lo mejorcito que he leído en lo que va de año.