Cuentos de Bereth III: Los Versos del destino, Javier Ruescas

Cuentos de Bereth III: Los Versos del destino, Javier Ruescas
Editorial: Versátil
446 páginas
Puede tener spoilers de las dos primeras partes de la saga.

Los reinos del Sur se alían bajo las órdenes del temible Dimitri, quien amenaza con reunir un ejército sin precedentes y cobrarse su ansiada venganza. Adhárel, tal y como las Musas auguraron, ha compuesto la Poesía que podría cambiar el destino de todos. Y mientras tanto, al Norte, la joven Lysell se prepara para decubrir quién es, enfrentarse a su pasado y asumir su papel en un mundo plagado de trampas, peligros y desafíos.

(Texto estraido de la sinopsis del libro)

Han pasado dos años desde que empecé esta saga. Hace dos años que conocí a Duna, Adhárel, Sírgeric, Cinthia... Y es hoy cuando reseño el último libro de esta trilogía, un libro que pone punto y final a una saga repleta de magia; una saga llena de personajes, todos ellos muy bien definidos, todos ellos entrañables, hasta los malos. Cuentos de Bereth es uno de estos libros de los que se guardan buen recuerdo, una historia que casi que gusta más y más conforme pasan los días una vez cerrados los libros. 

No tengo una sola pega en lo que a la pluma del autor se refiere. Ruescas escribe bien, de eso no hay duda; da gusto encontrarse de vez en cuando con autores que dominan tan bien cuestiones de ortografía, sintaxis y estilo, y es que uno de los aspectos que hacen que esta trilogía destaque es la narración del autor. Otra cuestión es que su estilo guste más o menos. Una de las características narrativas de esta serie y de este libro es que la historia está llena de descripciones, lo que hace que sea todo muy visual, que nos imaginemos a los personajes, las escenas, los paisajes e, incluso, las manías de los berethianos y demás habitantes que poblan estas páginas. Me gusta que sea tan visual, sería una buena historia para llevar a la gran pantalla, ya que, al menos en la pequeña pantalla de mi imaginación, he podido ver todo a la par que leía. No obstante, esta característica es un arma de doble filo, ya que tanta descripción resulta, a veces, excesiva, pesada, y hace que la lectura se haga lenta y un poco aburrida. Mi opinión es que hay que leer esta historia poniendo los cinco sentidos en ella, disfrutando de todas las tramas de los personajes y olvidándose de cuánto queda para acabar o cuánto llevamos leído. Es un buen libro y la historia es sin duda bonita. Yo he tardado bastante en leerlo, siempre me pasa con los tomos de esta trilogía, porque el ritmo es lento, porque la historia es densa, hay muchos personajes y muchas subhistorias, pero eso no significa que me haya gustado menos. También es cierto que a eso de la mitad del libro me centré y ya leí y leí hasta el final con ganas de saber qué ocurriría. 

-El cuento de una desvalida doncella algo testaruda y de un valeroso príncipe dragón. Duna soltó una suave risa. -Me temo que te has confundido de historia -replicó ella con bravuconería-. En mi cuento ella es hermosa y diestra con la espada y él... bueno, él es un poco quejica.

En Los Versos del destino seguimos teniendo magia, se nos presentan nuevas localidades y personajes misteriosos, conocemos más a personajes como Lysell y Vekka que ya habían salido en el anterior libro, y asistimos, al fin, a la gran guerra en la que se decidirá el destino de las musas y las personas. En este libro tenemos, además, a un Adhárel atormentado que cometerá más de un error, nuevas referencias a cuentos ya conocidos (una manzana hechizada, un hombre dentro de un espejo) y todas las respuestas a las incógnitas que se nos han ido planteando. Uno de los aspectos que más me sorprenden es la maestría del autor para llevar tantas historias de diferentes personajes tan bien y cerrar la saga sin dejar ningún cabo suelto (a excepción de ese epílogo que deja lugar a la imaginación, a que sea ella la que decida el final de ese personaje en cuestión). En cuanto al resto de finales (y digo finales porque hay varios personajes que tienen el suyo), me han parecido todos estupendos y muy acertados, algunos muy predecibles, pero otros bastante inesperados.

Los Versos del destino es un libro que pone punto y final a una saga mágica llena de encanto. Los personajes son el punto fuerte de esta historia y, aunque a veces con un ritmo excesivamente lento, Ruescas sabe llevarnos de la mano por una historia bonita y entrañable.

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