Besos de murciélago, Silvia Hervás

Besos de murciélago, Silvia Hervás

Editorial: Montena

Edición digital

James es un remilgado joven inglés de diecicho años que se va a EE.UU. de intercambio a pasar un mes en la casa de los Graham. Está acostumbrado a tener lo mejor, a vivir entre algodones, y en su nueva casa las cosas no funcionan así. Kelsey es una chica normal y corriente de diecisiete años; le gusta pasar tiempo con sus amigos, ir a discotecas y pasarlo bien. Su hermano Marcus es, sin embargo, algo especial para los ojos de James: tiene rastas, le gusta demasiado fumar porros, no le gusta estudiar y es bastante infantil e inocente. Los padres de los chicos, por su parte, son cariñosos y les gusta pasar tiempo en familia. Para el británico la convivencia con los Graham se vuelve insoportable y pasar tanto tiempo con Kelsey no es muy de su agrado. Por otra parte, a la chica tampoco le entusiasma el inglés. No obstante, es inevitable que pasen tiempo juntos, y dicen que el roce hace el cariño.

Tenía muchas ganas de leer Besos de murciélago, la novela que quedó finalista en el Premio Ellas Juvenil Romántica 2012, me atraía mucho más que la novela ganadora, tenía la impresión de que sería divertida, entretenida, ágil. La verdad es que estos tres adjetivos van muy bien con la historia, pero a mí no me ha gustado tanto como esperaba.
No me importa cuando la trama de una novela juvenil es poco original, nunca me he quejado de este aspecto, ya que considero que hay muchas historias escritas y que es muy probable que unas nos recuerden a otras. Sin embargo, en este caso me ha sucedido algo curioso, y es que la novela me ha resultado demasiado similar a otra que leí hace unos meses: Guía de Jessica para ligar con vampiros. No son iguales, más que nada porque en esta novela hay personas de carne y hueso y en la otra son vampiros, pero ambas están cortadas por el mismo patrón: chico va a país extranjero, se queda a vivir en casa de chica, chico es muy remilgado, bastante insufrible y tiene aires de grandeza, chica es una persona de lo más corriente, chico y chica no se soportan, chico y chica no tienen otra que pasar mucho tiempo juntos, chico y chica se enamoran. Admito que el parecido se me ha hecho un poco molesto, pero no es la razón por la que la novela no haya terminado de convencerme. No he podido evitar comparar ambas historias, y lo cierto es que Lucius me gustaba y James no me ha gustado nada (sí, tiene puntos muy buenos, es divertido, pero es que ¡menudo tío! de verdad que no podía con él y no entiendo cómo Kelsey puede sentirse atraída por él, cuando ni ella misma lo aguanta -ejem, físico, ejem-). Por otra parte, la familia de Kelsey me ha gustado, pero se me antoja demasiado... excéntrica. No sé cómo decirlo de una forma políticamente correcta, pero Marcus me parece un personaje demasiado artificial, aunque también admito que ha sido mi preferido, quizás sea porque me inspiraba ternura, por su inocencia, porque me parecía más un niño de diez años que un chico ya adulto. Kelsey es un personaje muy bien definido, pero a mí no ha terminado de llegarme, porque me parece que no es coherente, porque se pasa toda la novela diciendo cosas feas de James y no entiendo cómo puede caer en sus redes. Vale que polos opuestos se atraen, pero ¿hasta qué punto? Por otra parte, los padres de los chicos me han gustado mucho, tienen su punto divertido y ese toque paternal que tanto me gusta. ¿Y James? Poco más puedo añadir de él, no me ha gustado, no me sentiría jamás atraída por un chico así, y vale que el chico se pone muy mono cuando se emborracha, pero a mí eso no me ha compensado, a pesar de un par de frases bonitas que dice.

Kelsey respiró hondo. Tenía mocos y agradeció que James se sacase un pañuelo limpio del bolsillo y le limpiase con delicadeza. -¿No te da asco? -preguntó ella. -Un poquito. -Él le sonrió-. Pero después de mis propios mocos, los tuyos son los que menos asco me dan del mundo. -Oh, ¡qué bonito, James!

También tengo cosas buenas que decir de Besos de murciélago. Una de ellas es que es justamente lo que buscaba, como ya he mencionado es muy entretenida, muy fácil de leer, ágil, con un ritmo bastante constante y tiene puntos divertidos -no tantos como esperaba, pero haberlos haylos-. Me ha hecho pasar unas cuantas tardes agradables y me parece que no es una mala opción para cuando uno quiere despejarse y leer algo ligero. La historia no es nada del otro mundo, pero bueno, tampoco diría un «No os acerquéis bajo ningún concepto».

Mi primera lectura en mi Kindle no ha resultado ser nada memorable. Besos de murciélago es un libro muy corriente que no aporta nada nuevo, una historia con unos personajes muy bien perfilados, pero no demasiado atractivos. No está mal del todo, la lectura es amena y ligera, pero a mí no me ha convencido.