Todo Paracuellos, Carlos Giménez
Editorial: Debolsillo
607 páginas
«Me gustaría que estos relatos que se cuentan en los seis álbumes de la serie Paracuellos fueran considerados no solamente como la historia de unos colegios raros y perversos, sino además, también, como una pequeña parte de la historia de la posguerra española. Quizá una parte no muy importante en términos generales, pero en términos particulares, para lo que nos tocó vivirla y para nuestros familiares, suficientemente importante como para querer dejar constancia de ella.» Carlos Giménez
El mundo de Paracuellos llegó a mí y se instaló en mi corazón. Hay gente que me ha dicho que quiere leer cómics, que quiere uno para empezar; yo no soy la persona más adecuada para aconsejar, pues he leído por el momento muy poco, pero si tuviera que recomendar un cómic a personas que no han leído nada, sería este. El libro es la recopilación de los seis álbumes que, a su vez, recopilan las historietas de Paracuellos. Este no es un cómic con un principio y un fin, sino que tiene varias historietas, todas con los mismos protagonistas, todas relacionadas con lo mismo. Como bien dice la nota que he puesto a modo de sinopsis (palabras del autor), está ambientado en la época de la posguerra española, en la que muchos niños eran internados en hogares de auxilio social, niños cuyos padres estaban presos, cuyas madres estaban enfermas, etc. Carlos Giménez, el autor, vivió durante años en diferentes hogares y todo lo que cuenta en sus historietas son historias que él mismo ha vivido o que han vivido otras personas que pasaron por lo mismo que él; todas son REALES. En la introducción, el autor nos cuenta cómo se reunía con sus amigos y, grabadora en mano, contaban las historias que pasaron en los hogares, sus anécdotas, sus aventuras. Él mismo sale retratado en las historias y llama la atención cómo constantemente, con lo pequeño que era, decía que él lo que quería ser de mayor era dibujante de tebeos.
Paracuellos cuenta una historia triste, pero cargada de humor y optimismo. Aunque a los niños se los trataba muy mal, seguían siendo niños, y ellos eran capaces de ver las cosas buenas, de sacar una sonrisa a sus compañeros, de ser felices con un simple clavo o unos pocos cuscurros. Es triste ver en qué condiciones tenían a los pequeños: no les daban suficiente de comer (y, como se muestra en las ilustraciones, estaban todos esqueléticos), no los vestían bien, les pegaban constantemente... Sencillamente, indignante; me he sentido muy indignada leyendo este libro, he sentido rabia y dolor por los chicos, porque también tienen sus momentos malos, y porque, a pesar de ellos, me han sacado una sonrisa. Quizás por lo reciente que lo tengo, quiero destacar el último álbum, que se centra en un niño al que llaman Hormiga. La historia de este niño me ha dado tanta pena. Y es que Paracuellos está repleto de injusticias, y parece que cuando estas van dirigidas a los niños nos duele más. No obstante, repito que me he reído mucho con este libro, que me ha encantado el optimismo de los niños, sus ganas de vivir y es que solo ellos pueden ser felices con tan poco.
Paracuellos es uno de los mejores cómics que he leído, una historia que recomiendo a todo el mundo, porque, además de pasarlo en grande con los pequeños, conocerán una parte de nuestra historia, quizá una de las menos conocidas, pero que también merece ser importante. Un libro fabuloso, con historias divertidas, aunque también tristes, y unas ilustraciones más que bonitas. Paracuellos se ha ganado mi corazón♥.
Pues no conocía este cómic de nada. Es un género que tengo muy abandonado. Pero desde luego si me encuentro con éste, no lo voy a dejar pasar, que has hecho una reseña tan bonita que es imposible dejarlo sin leer.
ResponderEliminarBesotes!!!