Las sirenas del invierno, Barbara J. Zitwer

Las sirenas del invierno, Barbara J. Zitwer

Traductora: Ana Belén Fletes Valera

Editorial: Planeta

287 páginas

Joey Rubin es una joven arquitecta que ha vivido toda su vida en Nueva York. Es esclava de su trabajo, no tiene pareja, vive tan solo con su perro y ha descuidado a sus amistades. Está inmersa en el proyecto de remodelación de la casa donde J. M. Barrie escribió Peter Pan; quieren hacer de ella un hotel y Joey tendrá que viajar a Inglaterra para poner en marcha el proyecto. En Londres se reencuentra con Sarah, su mejor amiga de la infancia, una mujer que lleva una vida totalmente diferente a la suya: está casada, es madre de cuatro niños, ama de casa y una mujer comprometida con su familia. Joey no se siente a gusto con su amiga y casi es un respiro para ella tener que irse a la campiña, donde se encuentra la casa que van a restaurar. Allí conoce a unas singulares ancianas, el Club Femenino de Natación J. M. Barrie, que tienen la costumbre de quedar todos los días del año para bañarse en un lago. Estas mujeres serán el apoyo de Joey y ejercerán sobre ella una gran influencia.

Este verano he leído libros que me han dejado todo tipo de sensaciones; libros que me han dejado indiferente, libros que me han entretenido sin más, libros que me han hecho reír, llorar, sonreír, libros que me han encantado. Pero, a pesar de haber leído libros muy buenos, pocos han sido los que me han dejado una sensación tan especial, los que me han entusiasmado tanto. Las sirenas del invierno ha sido una de mis mejores lecturas veraniegas. Tanto Joey como Sarah, Ian, Lily, Aggie y las mujeres del club de natación me han enamorado por completo. ¡Cómo he reído! ¡Cómo he llorado (de emoción)! Las sirenas del invierno es un libro bastante breve (no llega a las trescientas páginas), pero intenso, un libro en el que no falta el amor, pero que trata sobre todo de amistad. La historia te enseña a valorar lo preciados que son los amigos, la importancia de alimentar la amistad, de no dejarla marchitarse, de cuidarla. Os aseguro que envidiaréis a las sirenas por esa relación tan especial que tienen, que os acordaréis de todos los amigos que han pasado por vuestra vida, de los que quedaron atrás, de los que continúan ahí, de los verdaderos. Es una novela llena de positivismo, de valores y de fortaleza, una historia que te muestra qué es realmente ser feliz, qué es lo importante en la vida y lo que ha de estar en segundo plano. Joey vive por y para su trabajo, no tiene pareja ni amigos, su única familia es su padre y vive lejos; ahora se da cuenta de que su amiga es toda una mamá y que no puede haber persona que tenga menos cosas en común con ella que la que ha sido su inseparable de la infancia, y conoce a unas mujeres que lo darían todo por su amistad. Ellas son Aggie, Meg, Lilia, Viv y Gala: cinco ancianas que quedan todos los días para nadar en un lago, haga frío, nieve, llueva o hiele. Las conversaciones de estas mujeres con Joey harán las delicias de cualquier lector y emocionarán hasta el punto de provocar la lagrimilla, también sacarán más de una carcajada (son tan modernas las mujeres que hasta están pensando en unirse a Facebook), y es que estas mujeres tienen un corazón enorme, han vivido situaciones límite a lo largo de su vida, cada una de ellas tiene su historia y sus vidas no han sido un camino de rosas, ni tampoco lo son ahora. Desprenden tanto positivismo, son unas mujeres tan grandes, tan brillantes, que solo por conocerlas a ellas merece la pena leer la novela. Además, ese ambiente mágico peterpanesco es un añadido que no hace otra cosa que enriquecer esta bella historia.

-¡Míranos! -dijo Meg afectuosamente, escudriñando sus jóvenes rostros en la foto-. Yo me siento exactamente igual que entonces. Aún me sorprendo cuando me miro en el espejo, porque, por dentro, sigo sintiéndome como esta chica. Cuando levantó la vista y miró a su alrededor, estaba llorando. -Vamos, vamos -dijo Viv-, ¿qué son esas lágrimas? Envejecer es un privilegio. No todo el mundo tiene la suerte de hacerlo.

No tengo más palabras para describir esta fabulosa novela, me gustaría que fuérais vosotros los que la descubráis, los que la disfrutéis de principio a fin. No os defraudará, seguro.

Las sirenas del invierno es una novela corta, pero intensa. Con altas dosis de positivismo y unos personajes de diez, la historia de esta arquitecta y sus amigas las sirenas es una estupenda elección para todo tipo de público y cualquier momento. Una novela más que brillante, emotiva y perfecta.

Nadie puede hacer feliz a una persona que no es feliz consigo misma.

♬ Con la colaboración de la editorial Planeta ♬