Guía de Jessica para ligar con vampiros, Beth Fantaskey

Hoy os traigo una reseña de un libro que no me atraía demasiado, pero que Anabel Wayland se encargó de recomendarme y, después, de prestarme. Al final lo he leído, sí, y no ha estado nada mal.

Guía de Jessica para ligar con vampiros, Beth Fantaskey

Jessica es una chica corriente de diecisiete años hasta la aparición de Lucius Vladescu, un adolescente que afirma ser un vampiro, pero no solo eso: Lucius viene a buscar a Jessica porque dice que esta es una princesa vampira que, desde el día de su nacimiento, está prometida con él para, juntos, gobernar Rumanía. Jessica, o más bien, Antanasia, es la única Dragomir que queda y su enlace con el heredero del clan Vladescu supondría la paz para los de su especie. 

Pero, ¿desde cuándo existen los vampiros? son pura invención, y eso es lo que Jessica se repite una y otra vez. , ya que la chica solo cree en lo que se puede demostrar científicamente y no caerá tan rápidamente en los trucos de Lucius. 

No entiendo qué tiene que ver el título de este libro con su contenido. Solo dos palabras van acorde con la historia: Jessica y vampiros. Porque ni el libro es una guía, ni Jessica tiene intención de ligar con vampiros. 

Al fin tenemos a una protagonista que no se cree la historia y sigue como si nada. Jessica ni tan siquiera duda, para ella los vampiros no existen, piensa que Lucius está loco de remate y que todas sus artimañas y pruebas son trucos de magia. Estaba un poco cansada ya de las chicas a las que se les dice: oye, que soy un vampiro y se quedan tan anchas. Pero bueno, ¿quién en su sano juicio reaccionaría así si le ocurriera? Yo, por lo pronto, me alejaría de esa persona. Pues así es Jessica. 

-Soy un vampiro. -Después me señaló a mí-. Tú eres una vampira. Y en cuanto alcances la edad, contraeremos matrimonio, tal y como se decretó el día en que ambos nacimos. No pude asimilar aquello de «contraer matrimonio», ni eso del «decreto», porque ya me había perdido con lo de los vampiros. «Ese tío estaba mal de la cabeza. Lucius Vladescu había perdido completamente la chaveta. Y encima estaba a solas con él, en un establo».

También tengo que decir que es cierto que en ocasiones pensaba: ¡pero Jessica, creételo ya! porque tenía ganas de que se diera cuenta, de que dejara de pensar que todo era un truco, que Lucius estaba loco.

En el libro, además de la historia narrada en primera persona por Jessica, también aparecen las cartas que Lucius manda a su tío Vasile comentándole sus progresos. Estas cartas me han parecido divertidísimas, porque son una muestra de cómo el vampiro va descubriendo la vida en EE.UU. y va evolucionando. Empeñado en utilizar un lenguaje demasiado serio, a veces se le escapan expresiones típicas de adolescentes, lo que provoca un divertido contraste.

En cuanto al ritmo, solo puedo decir cosas buenas. El libro se lee muy fácilmente y el ritmo es muy continuado. Se trata de una novela muy juvenil, y el lenguaje va muy acorde con la historia, pero hay un contraste bastante fuerte entre la forma de hablar de Lucius y la de los demás. El lenguaje de Lucius es serio, educado, anticuado; el de Jessica, fresco, joven, informal.

-¿Afirmas poder guiar una nación entera de vampiros pero no sabes doblar calcetines? -Tenemos diferentes habilidades -señaló Lucius, incapaz de contener la sonrisa-. Afortunadamente, se me da muy bien ejercer de líder, aunque debo reconocer que desconozco el arte de las «tareas domésticas».

Entre los personajes, hay que destacar a los dos protagonistas: Jessica y Lucius. Jessica, o Antanasia, es una chica fuerte y valiente. Me ha gustado mucho, ya que se aleja de los cánones de protagonista femenina que conocemos. Jessica tiene una talla 40, sí señores, no una 34; tiene curvas, no está hecha un palillo y, aunque inicialmente se obsesiona con alisar sus rizos tal y como hacen el resto de las chicas del instituto, acaba aceptándolos y viéndolos bellos. Es divertida y sarcástica en ocasiones, y una chica de hechos y de demostraciones. Lucius es un vampiro anticuado y con unos modales exquisitos. Es demasiado protector y educado, pero también tiene un lado malvado, oscuro, debido a la familia que lo ha criado. La relación de esta pareja irá cambiando a lo largo de la novela y evolucionando a pasos agigantados, pero también dará pasos atrás como los cangrejos. Este es uno de los aspectos que no me han gustado, el ahora sí, ahora no, ahora tú, ahora yo.

Confusa y amargada, retorcí el bolígrafo entre los dedos, casi quebrándolo. «Una historia de amor fría, cruel y amarga…» ¿Era eso lo que él quería? ¿Es lo que siempre había esperado de mí? ¿Acaso había esperado «enamorarse» de mí?

En cuanto al final, tengo que decir que me ha gustado, pero que hubiera preferido dos finales diferentes antes que el que ha tenido. Para los que habéis leído el libro, sabréis que antes del final, sucede algo que parece que va a ser el final, ¿os acordáis? pues yo me hubiera quedado con ese. O, quizás, con un final parecido pero en otro lugar. No digo más, que no quiero spoilear.

Guía de Jessica para ligar con vampiros es una novela fresca y entretenida que, aunque no vaya a ser inolvidable o de las que ocupen el estante de honor en nuestra biblioteca, narra una historia juvenil, romántica y llena de valores positivos: el aceptarse a uno mismo, sobre todo eso. Un libro que me ha gustado y que me alegro de haber descubierto, un libro que me ha regalado momentos más que agradables.

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