La ley de la atracción, Simone Elkeles

Nada más leer Química perfecta, me compré su segunda parte, La ley de la atracción, novela que hoy reseño. Sin embargo, no ha sido hasta ahora que lo he leído. He de admitir que, aunque el primero me gustó más, este no ha estado nada mal.

La ley de la atracción, Simone Elkeles

Carlos Fuentes ha regresado de México y se ha instalado con su hermano Alex en su habitación universitaria de Colorado. El chico se metió en líos en su país y su madre, preocupada por su bienestar y su futuro, lo envió a EE.UU. para que pudiera ser alguien en la vida. Sin embargo, Carlos no está muy dispuesto a cambiar su forma de actuar. El chico aborrece en lo que se ha convertido su hermano y la relación seria que tiene con Brittany.

En su primera semana en el instituto, Carlos ya se mete en líos. La policía descubre droga en su taquilla. Por suerte, el señor Westford ha aceptado acogerlo en su casa y ser su tutor legal y pondrá todo de su parte por hacer de Carlos una mejor persona,

Kiara, la hija de Westford, va al mismo instituto que Carlos y, por petición de Alex, quien la está ayudando a arreglar su coche, acepta ser la guía del segundo de los Fuentes. Ella adora los retos y Carlos será el mayor de todos. Además, de repente no solo tiene que verlo en el instituto, sino que vivirá con su familia y tendrá que ayudarlo a integrarse también en casa. Pero Carlos no les pondrá las cosas fáciles: ni a Kiara, ni a los Westford, ni a su hermano Alex.

-Será mejor que te advierta... -¿De qué? -A veces es un poco difícil tratar con mi hermano. En mis labios se dibuja una amplia sonrisa, y es que como muy bien ha dicho Tuck... -Me encantan los retos.

Desde que leí Química perfecta, me entraron unas ganas increíbles de leer su segunda parte. De hecho, no tardé mucho en comprarme el libro pero, entre unas cosas y otras, no he podido cogerlo hasta hace unos días. Mi primera impresión tras acabarlo ha sido que, al revés que a la mayoría de la gente cuyas reseñas he leído, a mí me gustó más la primera parte, pero esta segunda también tiene su encanto.

La historia está, en este caso, narrada por Carlos y Kiara. Los capítulos se alternan y son los dos chicos los que llevan la historia adelante. Carlos es un macarra, como también lo era Alex en la primera novela, y no tiene intención de cambiar. Kiara es todo lo contrario, una chica buena, amable, generosa. Son la cara y la cruz de una moneda, totalmente diferentes, como lo eran Alex y Brit, pero tendrán que apañárselas para llevarse bien. La novela está cargada de humor y de sarcasmo y no solo por parte de Carlos, ya que Kiara no es una chica como Brit; es muy poco femenina, le gusta hacer deporte, sabe arreglar coches y la falta de seguridad en sí misma la hace tartamudear. 

El ritmo de la novela es muy bueno, aunque es cierto que el primero lo leí en apenas dos días y este me ha durado algo más. La narración, bastante juvenil, hace que la lectura sea más fácil y amena.

[...]-Dime algo que hagas que me deje con la boca abierta. Kiara se pone cómoda en el sofá. -¿Que te deje con la boca abierta? -Sí. Con la boca abierta. Se arrodilla en el sofá y se inclina hacia mí. -Pienso en ti, Carlos -me susurra al oído-. Por la noche, en la cama. Imagino cómo sería besarte, nuestras lenguas acariciándose, tus manos hundidas en mi pelo y las mías recorriendo las curvas de tu pecho desnudo.

Entre los personajes, seguimos contando con los protagonistas de Química perfecta, aunque en esta ocasión en un segundo plano. Los protagonistas de La ley de la atracción son Carlos y Kiara. Carlos es un macarra a quien no le importa nada ni nadie, solo quiere divertirse, beber, drogarse y conocer a chicas monas. No le pondrá las cosas fáciles a los Westford, a pesar de que estos hayan decidido aceptarlo en su casa. Es un chico que no sabe seguir normas y, de repente, se encuentra con unas cuantas. Sufrirá una evolución importante. Kiara es una chica tímida y diferente. No es muy femenina y entre sus aficiones están el deporte y los coches. Ha sido mi personaje favorito ya que, además de parecerme una chica extraordinaría, he logrado empatizar con ella enseguida. Alex está totalmente cambiado, ahora es un universitario responsable y amable. Es capaz de cualquier cosa por el bienestar de su hermano y lo ayudará en todo lo que pueda. A Brittany la veremos poco en este libro, pero también sale. A pesar de que no tiene por qué, es muy agradable con Carlos, y eso que este la ataca constantemente. Tuck, que es gay, es el mejor amigo de Kiara, su gran apoyo y ayuda con su tartamudeo. No le importará ser duro con Carlos y le plantará cara constantemente. El señor Westford ha sido uno de mis personajes preferidos. Es un hombre bondadoso, agradable y desinteresado.

Haciendo una comparación de este libro con el anterior, he de decir que, aunque Química perfecta me gustó más, el personaje de Kiara me ha fascinado y me ha atraído más que Brit (y eso que Brit me encantó), aunque Alex me gusta más que Carlos. Por otra parte, el epílogo de La ley de la atracción me ha hecho reír y me ha encantado, mucho mejor que el de Química perfecta.

La ley de la atracción es un libro fácil de leer, ameno, entretenido, con escenas picantes y otras muy románticas. Un libro que habla de seres humanos, la capacidad de poder ser mejor persona y la importancia de ayudar a los que nos necesitan. Elkeles no me ha decepcionado y ha vuelto a encandilarme con una novela fresca y bonita. 

Ráting Melódico: 

♬ Reseña de Química perfecta ♬