Feliz año y top 10 novelas del 2011

¡Hola a todos!

No podía faltar, como el año pasado, mi entrada para desearos una noche estupenda. Os deseo, de corazón, que entréis en el 2012 con buen pie, y que este año que viene sea mucho mejor que el que se va, que vuestros deseos se cumplan y todos tengáis salud y amor (¡y trabajo!). Espero que esta noche os lo paséis genial. ¡Cuidadito con las uvas! ^^

¡FELIZ 2012!

Quiero, además, aprovechar esta entrada para hacer un repaso por las novelas que he leído en el 2011 y  un recuento de las novelas que más me han gustado. Como soy incapaz de hacer un Top 5, lo siento, hay novelas muy brillantes que he leído este año, voy a hacer un Top 10, con las diez mejores novelas que he leído este año, las que más he disfrutado, las que más me han enamorado.

El orden que he seguido no coincide con mi orden de preferencia, sino con el de lectura. Ordenarlas ya sí que me resultaría imposible.

Os dejo los títulos y a continuación alguna cita del libro que me ha gustado, para no caer en la rutina de poner la sinopsis ^^

¡Allá vamos!

1. Un féretro en el tocador de señoras, de Regina Roman: Chicas, chicas, chicas... ellos no son una de nosotras y de continuar empeñadas en cambiarle el género a un cerebro que no distingue el color fucsia del magenta (para ellos se trata únicamente de... ¿rosa? ¿rojo claro?), acumularemos tantas decepciones que dejaremos de creer en la pareja.

2. Siete historias, de Àngels Om: Mamá siempre se esfuerza por hacerme sentir bien, y me dice que lo que realmente hace débil a una persona es no tener la valentía suficiente para aceptar a todos los seres humanos, por muy diferentes que nos parezcan.

3. Predestinados, de Josephine Angelini: Lo que más le asustaba era que, por alguna razón, estaba convencida de que su intención era buena, o al menos eso era lo que se esperaba de ella. En el fondo, sabía que debería haber matado a ese chico si hubiera podido y, a decir verdad, no se sentía culpable por pensarlo.

4. Dama de tréboles, de Olivia Ardey: - Me bastó con verte la primera vez.- Ethan ladeó la cabeza con arrogancia-. No te equivoques, algunas personas no damos importancia a la apariencia física. Tus ojos me dijeron lo que necesitaba saber./ - ¿Y qué te dijeron?- preguntó entre la intriga y la decepción./ - Que eres un hombre íntegro y puedo confiar en ti. 

5. Princesa, de Patricia Sutherland: "A que te como la boca en pleno Russell Street", pensó él, y su lenguaje corporal fue tan explícito que la reacción de Tess no se hizo esperar./ - ¿Vas a usar la fuerza?- inquirió con un tono que Dakota interpretó como un "a que te cruzo la cara en pleno Russell Street", y que en vez de refrenarlo, lo excitó aún más.

6. La gramática del amor, de Rocío Carmona: Estar enamorado es exponerse a un naufragio constante. Naufragamos con cada fracaso. De lo que se trata es de sobrevivir a las tempestades para que, algún día, podamos llegar al puerto donde alguien nos estará aguardando solo a nosotros.

7. El cielo está en cualquier lugar, de Jandy Nelson: Un día, hace años, estaba tirada en el jardín de Abu y Big me preguntó qué estaba haciendo. Le dije que estaba mirando al cielo. Él dijo: "Eso es un error de planteamiento, Lennie, el cielo está en cualquier lugar, empieza en tus pies.

8. Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea, de Annabel Pitcher: [...] que agradable sería coger el teléfono como un adulto y encargar una vida diferente como si fuera una pizza o algo así. Pediría un padre que no bebiera y una madre que no se hubiera largado, pero a Jas no la cambiaría en lo más mínimo.

9. Mestiza, Jennifer L. Armentrout: - ¿Álex?/ Me di la vuelta imaginándome que había cambiado de idea y me iba a mandar a ver a Marcus por la mañana a confesarle mi mal comportamiento./ - ¿Sí?
Se apartó un mechón de pelo oscuro de la frente y me mostró una sonrisilla ladeada./ - Me acuerdo de ti./ Me extrañé/ - ¿Qué?/ La sonrisilla aumentó a una enorme sonrisa. Y... oh, amigo. Tenía hoyuelos. Me quedé sin aire. / - Yo también me acuerdo de ti.

10. La inspiración dormida, Silvia G. Guirado: - Es importante que cuando nos obsesionamos y empezamos a tener miedo, si no somos capaces de aceptarlo, nuestra sombra empieza a crecer alimentándose de nuestra propia debilidad. Cuando esto sucede y nuestros propios temores nos impiden ver el camino no hay que luchar ni intentar avanzar. Lo mejor es pararse y aceptar. Aceptar que las sombras siempre estarán ahí, que nos guarecen, nos mantienen alerta, pero que, sin embargo, no les hemos de dar fuerza. Si las aceptamos como parte del camino, las entenderemos y no se filtrarán en nuestro pensamiento hasta el punto de someterlo.

¿Habéis leído alguno de estos libros? ¿estáis de acuerdo conmigo en que son maravillosos? Que tengáis una noche estupenda.