Más feliz que una perdiz con mi regalo del Amigo Invisible

¡Buenas noches!

Hoy ha sido un día duro. Durísimo. Esta mañana tuve que madrugar, después de haber pasado una noche más que regular y, a las 9.30, estaba en el aula magna de la facultad, asistiendo a la tercera y última sesión de un curso de corrección ortotipográfica al que me apunté. El curso genial, pero yo acabé cansadísima. Salí casi a las 15.00 y tuve que comer rápido porque a las 16.00 tenía que volver a la facultad, más concretamente a un aulario cercano a la facultad, y estar en clase hasta las 20.00. Curiosamente, la clase de hoy ha sido un taller también de corrección, qué casualidad, ¿no os parece? El caso es que me he tirado todo el día estudiando el uso correcto de la puntuación, las mayúsculas, las comillas, etc. Por fin sé marcar la puntuación en los diálogos y he descubierto que llevo demasiados años utilizando mal el guion (ahora sin tilde, tras la última corrección de la Ortografía de la RAE) y la raya. Ojo, no me quejo, me encanta la corrección. Pero el día ha sido muy denso, apenas he comido ni dormido, y después me he zampado una hora y cuarto de carretera hasta llegar a casa.

Pero, y aquí llega lo mejor, en mi habitación había un par de paquetitos que me han alegrado el día: mi regalo del amigo invisible que organizó Anabel.

¡Fijáos qué de cosas! una tarjeta cantarina super graciosa, una caja de bombones (con uno menos ahora), unas libretitas de Mickey y Minney con su boli a juego, un muñequito de Papá Noel, una bandeja llena de chuches (que, por supuesto, ya ha sufrido unas cuantas bajas) y el libro Gimme a call. Imagináos mi felicidad al ver todo esto, se me ha puesto una sonrisa así de grande ->  =) (miento, mucho más grande) y, sobre todo, cuando he visto quién era mi amiguita invisible: la misma Anabel. .

¡Muchísimas gracias guapa! ya te lo he dicho muchas veces, pero también por aquí. Me ha encantado todo, las chuches están buenísimas, el Papá Noel ya está colgado en el salón, los bombones, para chuparse los dedos, las libretitas son una monada (además, tú no lo sabes, pero soy adicta a escribir tonterías en libretas y hacer listas y demás, así que uso les voy a dar) y el libro... ¡qué ganas de leerlo! ya sabes que precisamente fuiste tú quien me convenció para que lo leyera, así que seguro que me gusta.

Y, ahora, me voy a la estufita con Cállame con un beso y más feliz que una perdiz, como reza el título de esta entrada.

Por cierto, sé que os dije que pondría hoy el resultado del sorteo de Prisionera de la Inquisición, pero al final se va a retrasar un poquito. Mañana colgaré la entrada con la lista de participantes del sorteo de La sirena de Famara (ya se ha terminado el plazo para participar) y ya pondré la entrada con los ganadores de los dos concursos.

¡Que tengáis una noche estupenda!