Esmeralda, Kerstin Gier

*__* ¡Os ahorro la intriga! Esta novela se lleva un 5/5 y... ¡porque no hay una puntuación más alta! Tenía muchísimas ganas de leer el final de esta maravillosa trilogía... ¡más que muchísimas!

La reseña puede tener spoilers de Zafiro y Rubí.

Esmeralda, Kerstin Gier

Gwen se siente una desgraciada desde que se enteró de que Gideon había jugado con sus sentimientos. Ella lo quería, y pensaba que él a ella también, sin embargo todo formaba parte de los planes del chico, hacerla creer que la amaba. 

Ahora Gwen se ha propuesto investigar sola y descubrir por qué Paul y Lucy se llevaron el cronógrafo. En realidad no está sola, su amiga Leslie la ayudará en todo, y la consolará, e intentará que olvide al cerdo de Gideon. Aunque, ¿cómo va a conseguir olvidarlo si tiene que verlo cada día en el Temple?

Gwen y Leslie han ideado un plan para que esta pueda volver a ver a su abuelo Lucas y ver si él puede revelarle algo más sobre el elixir, la piedra filosofal y todo lo que ocurrirá cuando el Círculo de los Doce se cierre. Juntos, buscarán respuestas y el abuelito será de gran ayuda.

Gideon, por su parte, seguirá intentando conseguir la sangre de los viajeros que faltan para cerrar el Círculo. Además, tiene unos documentos que le entregó Paul la última vez que se vieron y que revelan también una buena parte del motivo por el que él y Lucy robaron el cronógrafo.

Me resulta muy difícil hacer un resumen del libro sin contar nada importante de lo que ocurre. Y es que como a mí no me hubiera gustado saber datos importantes, en mi reseña no habrá ninguno. 

Es muy fácil que los libros que cierran una saga nos decepcionen. Cuando una saga nos gusta, las espectativas son muy altas con cada libro nuevo que sale, y mucho más cuando se trata del final, del libro que, por fin, atará todos los cabos, explicará todos los interrogantes y nos dará nombres y detalles. No voy a negar que tenía cierto temor a que esto ocurriera con El amor más allá del tiempo. Rubí me gustó, pero Zafiro me gustó todavía más y temía que Esmeralda fuera la gran decepción. Sin embargo, lo que ha ocurrido es que Esmeralda me ha gustado aún más que Zafiro, y si no fuera porque al segundo de la trilogía le di un 5/5, este habría tenido una nota mayor, un 6/5 o más. Y no es que me arrepienta de darle esa nota al segundo, sino que el tercero es taaaaaan fantástico que me faltan números para puntuarlo.

Esmeralda empieza la historia justo por donde Zafiro la dejó. Gideon le ha confesado a Gwen que ha jugado con sus sentimientos, y ella está hecha polvo, dramatizando como solo ella sabe hacer.

Para ser del todo sincera, la idea de morir no me parecía tan desagradable en ese instante. Al fin y al cabo, no sería la primera que moría de amor; en ese sentido estaba en buena compañía: la Sirenita, Julieta, Pocahontas, la Dama de las Camelias, Madame Butterfly, y ahora también yo, Gwendolyn Shepherd. Lo bueno era que podía ahorrarme el número del puñal, porque con lo miserable que me sentía seguro que hacía tiempo que estaba infectada de tuberculosis, de modo que tendría una muerte mucho más estética. Pálida y hermosa como Blancanieves, yacería en mi cama con el cabello esparcido sobre la almohada. Y Gideon se arrodillaría a mi lado y lamentaría amargamente lo que había hecho cuando yo murmuraba mis últimas palabras con un hilo de voz...

Todo sigue contándose bajo la perspectiva de Gwen, en primera persona, lo que es todo un acierto porque Gwen es un personaje de matrícula de honor. Se ha ganado a pulso el primer puesto en mi lista de protagonistas femeninas preferidas. Es cierto que la historia es un poco densa, en lo que a los portadores del gen se refiere y es difícil seguir el hilo si no tienes fresco todo lo anterior, pero Gier nos hace un recordatorio en Esmeralda de los datos más importantes. De todas formas, yo tuve que volver a leer el final de Zafiro para refrescar un poco la memoria, y aun así, todo lo que se cuenta de la historia de Lucy y Paul me resultó confuso, y también recordar algunos de los personajes del pasado. Esmeralda es el más grueso de los tres libros, pero el que más corto se me ha hecho, ya que la historia engancha desde la primera página, desde el mismo prólogo en el que, como es costumbre, se habla de Paul y Lucy. Es difícil soltar el libro, os lo aseguro, y más cuando empiezan a encajar todas las piezas.
Un aspecto del que quería hablar es de lo increíblemente difícil que ha de ser haber hilvanado una historia como la de El amor más allá del tiempo. El tema de los viajes en el tiempo es sumamente atractivo, pero nada fácil de narrar, ya que todo tiene que encajar en presente y pasado y cualquier aparición o detalle que se haya contado en el primer o segundo libro tiene que resolverse en el tercero. No os voy a engañar diciéndo que no me comí la cabeza en más de una ocasión diciendo: pero si ahora está aquí y se encuentra con su yo que fue a parar ahí hace unos días, ¿por qué le dijo tal y cuál? Me parece impresionante el trabajo que ha hecho la autora.

Eso significaba que él no se había enamorado de mí. Significaba que Leslie y yo habíamos visto demasiadas películas románticas. Significaba...  - ¡Cerdo asqueroso! - grité, presa de una rabia ciega e incotrolable; estaba tan furiosa que me costaba articular palabra -. ¡Cómo se puede ser tan desgraciado! Un día me besas y me aseguras que te has enamorado de mí, y al siguiente dices que sientes ser un asqueroso embustero que que quieres que confíe en ti.

En cuanto a los personajes, poco más tengo que añadir que no haya dicho en reseñas anteriores. Gwen es increíble, no he podido parar de reír con cada uno de sus comentarios mordaces y sarcásticos. Es muy fatalista y no para de dramatizar, pero lo hace con un humor que es imposible no soltar una risita. También me gusta mucho porque es una chica de carne y hueso, que tiene cosas buenas pero que también se equivoca, no es la más guapa, ni la más inteligente, ni pretende serlo. De Gideon no voy a decir nada, porque hacerlo sería revelar parte de la historia. Yo nunca supe si confiar o no en este chico, pero en Esmeralda nos deja bien claras sus intenciones. Xemerius sigue siendo genial, un personaje con el que reír y reír, aunque a veces resulte un poco cargante. También quiero nombrar a James, el fantasma amigo de Gwen, porque me parece la mar de divertida una de las escenas que transcurren con él como protagonista en el pasado. Tampoco hay que dejar atrás a Lucy y Paul, que son de mis personajes preferidos porque me tenían intrigadísima, a la tía abuela Maddy que es un sol de mujer y a mister Berhnard, ya entenderéis por qué.

- Esa mañana, los dos príncipes con tanto anhelo esperados habían dejado excepcionalmente sus corceles blancos en la cuadra y habían viajado en metro - declamó Xemerius en tono solemne -. Al divisarlos, los ojos de las princesas chispearon de alegría, y cuando la carga acumulada de hormonas juveniles entró en contacto en forma de cohibidos besitos de bienvenida y sonrisas bobas, el inteligente daimon de incomparable belleza no pudo sino vomitar en la papelera.

No puedo acabar esta reseña sin hablar del final, ya que no es solo el final de un libro, sino el de una trilogía. Tranquilos, no voy a revelar nada importante. Decir que es un final redondo es quedarse corta. Es el perfecto broche de oro para una trilogía brillante. Con El amor más allá del tiempo, los libros son cada vez mejores y Esmeralda pone un punto y final muy digno. Todos los cabos quedan atados, sabremos por qué Gwen se encuentra consigo misma en Rubí en uno de sus primeros saltos, por qué Gideon actúa como lo hace, qué esconde el conde de St. Germain, por qué Lucy y Paul huyeron, etc. Puede que no sea un final sorprendente en muchos aspectos, porque hay muchos detalles que ya se van adivinando en las entregas anteriores, pero sí que tiene un par de detalles que dejan con la boca abierta. Y, sinceramente, para mí la última frase del libro, en el mismo epílogo, es la más sorprendente de todas. Eso sí, aunque todo queda cerrado, he echado en falta saber un poquito más sobre qué ocurre con cada personaje, no solo con los protagonistas, sino también con algunos secundarios.

Esmeralda cierra una trilogía maravillosa que me ha hecho reír, llorar, volver a reír. Si bien estaba deseando saber el final de esta saga, ahora tengo una sensación de vacío al pensar que ya no habrá más, que no volveré a reír con las invenciones de Gwen, que no volveré a tener ganas de dar una buena cachetada a Gideon, que no volveré a sentir ganas de gritar a Charlotte o de aplaudir a Xemerius. Estos personajes nos dicen adiós y se van, pero lo hacen por la puerta grande, dejándome un delicioso sabor de boca.

Ráting Melódico: 

♬ Gracias a la editorial Montena por la galerada del libro ♬
♬ Esmeralda saldrá a la venta el 20 de octubre ♬ 

♬ Reseña de Rubí ♬

♬ Reseña de Zafiro ♬
 ♬ Blog de la trilogía ♬

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