Atherton. La casa del poder, Patrick Carman

Empecé a leer este libro cuando terminé los dos de Skeleton Creek, ya que el autor me gustó mucho y no me importaba para nada leer algo más de él. 

Atherton. La casa del poder, Patrick Carman

Edgar es un niño huérfano que vive en Atherton, bajo la vigilancia del señor Ratikan. Trabaja en su plantación, recolectando higos. El lugar en el que vive es una especie de planeta que se divide en tres niveles: abajo están las Tierras Llanas, enmedio el Altiplano y arriba las Tierras Altas. Edgar vive en el Altiplano, donde sus habitantes tienen que recolectar comida para dársela a los habitantes de las Tierras Altas a cambio de agua. Nunca nadie ha ido de unas tierras a otras, solo cuando alguien de las Tierras Altas baja al Altiplano a hacer el intercambio de alimentos. Edgar, sin embargo, rompe todas las reglas. Tiene un recuerdo de su infancia: un hombre le dijo que había algo para él en algún lado de Atherton y que en algún momento, le llegaría. Edgar no para hasta encontrar lo que ese hombre le dejó: un libro. Sin embargo, no sabe leer; solo saben hacerlo los habitantes de las Tierras Altas, por lo que decide escalar el acantilado hasta llegar allí, donde encuentra a Samuel, un niño que le ayudará a descubrir el contenido del libro.

No conocía de nada esta trilogía, pero al leer Skeleton Creek me la ofrecieron y no pude decir que no: me gustó mucho el estilo de Patrick Carman y, sin duda, me apetecía leer algo más de él. Sin embargo, este libro es totalmente diferente. 

Yo catalogaría esta historia como una distopía, como las que he leído en Juntos, Delirium o The Giver. Atherton es un mundo nuevo en el que hay unas normas nuevas. Además, poco a poco, se va revelando qué es realmente Atherton y por qué se creó. Diré que me ha impactado todo lo que se cuenta del motivo de la creación, ya que no es muy diferente a lo que podría ocurrir dentro de unas decenas de años, o eso es lo que pienso yo. Sin duda, es una historia que te invita a reflexionar y a ser un poquito más consciente de la realidad que vivimos. Dejando esto aparte, también he de decir que quizás la trama es un poco infantil, ya que los protagonistas son niños y es más un libro de aventuras. Pero, sin duda, es intrigante y la historia original. 

El pacto estaba sellado: Samuel ayudaría a Edgar a leer el libro y Edgar ayudaría a Samuel a averiguar algo sobre su padre. Su encuentro sería un secreto.

El ritmo no es malo, a pesar de que yo he tardado lo mío en leer el libro. Sin embargo, es mi culpa, ya que suelo leer dos libros a la vez y he llegado hasta a compartir tres lecturas, por los que he ido más lenta con ellas. Hay misterios que se van resolviendo y otros que se quedarán ahí, para resolverse en próximas entregas. Sin duda, he estado toda la lectura pensando qué era lo que ponía en la última página del libro que encuentra Edgar, y es que el autor sabe muy bien cómo mantener alerta al lector y darle lo justo y necesario para que esté pensando en qué pasará o qué será lo que esconde. Me gusta el estilo de Carman, y mucho.

Al final creamos máquinas pensantes, y esto fue lo que nos perdió. Acabaron siendo tan eficaces que las empleábamos para que generasen sitios para vivir, fuentes de alimento, prácticamente todo. Estas máquinas acabaron con lo que quedaba de los bosques y animales salvajes.

El final es de lo mejor del libro. Toda la trama de los últimos capítulos fue lo que más me enganchó e hizo que dejara las demás lecturas aparte y que terminara este libro. Además, todo termina en un punto en el que, precisamente, necesitas saber más... ¡necesito más! y descubrir qué pasará con todos los problemas que ahora hay por resolver.

Atherton. La casa del poder es un libro ameno lleno de aventuras, quizás un tanto introductorio, lo que me parece del todo normal ya que se nos presenta un mundo diferente y otro tipo de sociedad (con dibujos incluídos y un glosario de términos importantes con sus definiciones), pero que te deja con ganas de más, de conocer qué es lo que ocurrirá al final de todo.

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