El final del Ave Fénix, Marta Querol Benèch

Este libro estaba en mi lista de pendientes desde que leí una reseña de él en Bitácora de (mis) lecturas. Mer me transmitió muchas ganas de leerlo y ahora he tenido la suerte de poder hacerlo y de disfrutar de esta maravillosa, pero también amarga, historia.

Pondré esta vez la sinopsis que viene en el libro, ya que me parece que resume muy bien la historia.

El final del Ave Fénix, Marta Querol Benèch

Cuando en España comenzaba a presentirse la Guerra Civil, en cada una de estas familias, verán la luz dos niños, Elena y Carlos, cuyas vidas estarán predestinadas a cruzarse. Irán creciendo en dos mundos paralelos, sin conocer ninguno de ellos el afecto de una familia al uso. Elena, como la hija mayor de un matrimonio frívolo y de clase alta, que la acepta como una más de sus posesiones materiales; y Carlos como el pequeño de una familia modesta, dividida por la tragedia, y que aprende a sobrevivir en las calles durante la guerra.

Era un mundo en que nada es lo que parece, plagado de intrigas, lujos, miserias y de situaciones límite, irán creciendo hasta que en la edad adulta, unidos en una tormentosa relación en la que los negocios se mezclan con la pasión, se tendrán que enfrentar a sus propios fantasmas.

A partir de los últimos instantes de su madre, Lucía intentará recomponer, en un flash-back, el complejo puzzle que fue su existencia y la de los seres que la rodearon.

Otra noche más. Tal vez fuera la última. Envuelta en la luz mortecina de aquella habitación la veía respirar desde mi cama, gemela a la suya, con esa dificultad propia de quien está llegando a su final, pero con la determinación de quien nunca se ha rendido. Obstinada hasta el último aliento. Luchadora infatigable. Su imagen ya no mostraba ni un leve atisbo de la bella y enérgica mujer que había sido. La mirada ida, los ojos entrecerrados, las pupilas dos alfileres negros en un mar profundo. La boca entreabierta dibujaba un rictos amargo. Sus labios, de corcho ajado, no eran capaces de aceptar las gotas de agua que sobre ellos vertía con un suave paño de algodón. Eran los efectos de la medicación.

Así comienza El final del Ave Fénix. La muerte de Elena Lamarc es la que ocupa el prólogo de esta historia tan dura y amarga. Un comienzo intenso, impactante y muy, muy profundo, un comienzo que te arrancará más de una lágrima. Es fácil imaginar que el resto de la historia seguirá el mismo hilo y continuará a partir de esa muerte, pero no. Esta es la historia de Elena Lamarc y, aunque comienza por su muerte, una vez pasado el prólogo se nos contará toda su vida, desde que nace hasta el presente.

El final de Ave Fénix cuenta la historia de dos personas que no tienen nada que ver pero cuyo destino acaba juntándolos. 

Elena Lamarc es hija de Dolores y Gerard, un matrimonio de clase alta al que no le falta de nada. Es una hija no deseada, que desde su nacimiento será criada por las sirvientas del matrimonio y vivirá con la carencia del amor de sus padres. Conforme va creciendo, además, tendrá que soportar los constantes reproches de su madre, que, incluso, se avergüenza de ella, y tendrá que aguantar las consecuencias del ritmo de vida de su padre, un hombre mujeriego y con muy poca sensibilidad. 

- Tenía hambre y vine a merendar. - Siempre estás comiendo. Cada día estás más gorda. ¿No te ves? El miedo dio paso al dolor. Nunca le decían nada agradable. Era un objeto más de la casa y, para colmo, feo. Una pieza que no encajaba en el puzzle, como los muebles que se habían quedado en Alicante.

Carlos Company, por otra parte, ha vivido en el seno de una familia pobre y ha sufrido la escasez desde sus primeros años de vida. Siempre ha sido un chico revoltoso y un poco maleducado y su aspecto físico le ha servido para ganarse a más mujeres de las que se hubiera imaginado.

Carlos hizo gesto de besarla en la mejilla, y Elena le tendió la mano muy ceremoniosa. - Señora marquesa, beso sus pies. - ¡No te burles de mí!

El libro tiene tres partes, además del prólogo y epílogo: Infancia, Juventud y Madurez y, como sus nombres indican, narran estas etapas de los protagonistas. Podremos asistir a una infancia dura en ambos casos, en la que Elena tiene que soportar que no nadie la trate bien y Carlos tiene que vivir en una pobreza absoluta. En la juventud las cosas no cambiarán demasiado en cuanto a sus familias, pero tanto Elena como Carlos encontrarán la forma de distraerse e interesarse por algo más y en  la madurez sus caminos se cruzarán. Aunque Carlos es un elemento esencial en la historia, la protagonista absoluta es Elena, una chica por la que es difícil no sentir pena. Yo me he encariñado con ella, pero creo que cualquiera que lea la novela lo hará; sufrirá sus desgracias, su soledad y su mala fortuna. Ella no es mala chica, cuando era pequeña era un amor, siempre dispuesta a ayudar a esa madre que tan mal la trataba y a quien quería más que a nadie en el mundo. Tengo que confesar que lo he pasado mal, que esta historia me ha afectado más de lo que me hubiera gustado y he reflexionado demasiado sobre la situación de Elena. Hay algunas escenas que incluso han hecho que se me salten las lágrimas por lo mal que lo pasa la protagonista y lo difícil que es su vida. La pobre parece estar condenada a no ser feliz. Además, me ha dado tanta rabia la situación de la mujer en la época... no me ha sorprendido, claro que sé cómo era considerada la mujer antes, pero leer esta historia ha hecho que se me revuelvan las tripas (y que mi opinión con respecto a los hombres no sea nada buena...).

Tan pronto se quedaron solos, Gerard los miró con sorna: - Pero qué pasa, ¿nos vamos a ir de aquí sin haber probado el material? - ¡Ja, ja! ¡Qué bruto eres! Si te oyera Lolo. - Bueno, ¿pero estáis de acuerdo o qué? - Faltaría más. ¿Tú qué dices, Chimo? No te veo muy convencido. - Yo estoy cansado y prefiero quedarme. - Ya, cansado. Que le tienes más miedo a Sita que a un nublao.

Respecto a la narración, solo tengo buenas palabras. Me gusta mucho cómo escribe la autora y su forma de contar la historia de Elena es ágil y amena. Es una novela que engancha desde el principio y cada final de capítulo te invita generosamente a continuar leyendo, es un no parar. El contexto de la novela está genialmente descrito y a los que no hemos vivido esa época nos ayuda a darnos cuenta de lo difícil que era la situación y puede dar lugar a que nos planteemos cómo sería la vida de nuestros abuelos.

¿Que si la recomiendo? Sin dudarlo, no dejéis de leerla.

Ráting Melódico: 

♬ Gracias a la editorial Aladena por el ejemplar ♬