Cartas desde el maltrato: la auténtica Montse

Los que hayan leído Cartas desde el maltrato ya la conocerán, ya que ella es la autora de estas cartas, pero siempre hay gente incrédula o personas que, por hacer daño o no se sabe muy bien por qué, van  diciendo que todo es una mentira. De hecho, cuando leí el libro dejé un mensaje en mi aNobii comentándolo y este tuvo una respuesta de alguien que aseguraba que el libro no lo ha escrito Montse. Pues bien, hoy estoy aquí para afirmar que Montse existe, que las cartas existen y que toda la historia es real.

Quiero aclarar, antes de empezar, que soy una persona ajena a Roberto, el autor, y a Montse. Conocí a Roberto gracias a mi blog cuando se puso en contacto conmigo para ofrecerme el libro. Es más, soy yo la que hoy está haciendo esta entrada porque fui la más votada por los seguidores del facebook de Cartas desde el maltrato. Podéis ver la votación aquí.

Bien, como decía, puedo afirmar que Montse existe. He hablado con ella por teléfono en varias ocasiones, la he visto por webcam y he visto todos los documentos que acreditan tanto su existencia como la veracidad de la historia. Evidentemente, su nombre no es Montse, pero su nombre real es el que consta en todos los documentos que me ha mostrado. Los que habéis leído el libro, quizás recordéis las últimas cartas, el día en que Montse decide denunciar a Quique. Yo he podido ver la denuncia en la que todos los datos de la denunciante coinciden con los que aparecen en el DNI de Montse. En esta denuncia se relata el episodio del cuchillo que se puede leer en el libro. He visto la demanda de divorcio. He visto el certificado médico en el que se afirma que Montse padece estrés postraumático, ansiedad generalizada, agorafobia, acrofobia, aimofobia. He visto el informe psicológico declarando que realmente padece agorafobia severa. He visto el informe policial. Y, por supuesto, he visto las cartas: un buen fajo de cartas escritas en hojas cuadriculadas de tamaño folio, con fecha y firmadas por Montse, algunas de ellas manchadas de sangre y otros fluídos. Esto quizás sea lo que a la mayoría os interese: saber si las cartas son exactas letra por letra a lo que dice en el libro. Os comentaré que pedí a Montse que me enseñara una carta en particular, con fecha del 16 de diciembre de 2007, es la carta que transcribí en la reseña y que podéis leer pinchando aquí. Roberto se encargó de buscar entre tantas hojas hasta que apareció la que tenía esa fecha y me la enseñó. Pude leer palabra por palabra lo que ponía y puedo aseguraros que es lo mismo que lo que pone en la carta que aparece en el libro, exactamente lo mismo. Después, le comenté que abriría el libro por una página al azar y que me enseñara la carta que saliera, y salió la del 25 de enero de 2007, carta que me enseñaron y que, nuevamente, pude comprobar que lo escrito coincidía con la del libro.

Todos los datos comprobados y documentos estudiados, sí, Montse escribió las cartas y Roberto las publicó tal cual estaban, sin modificarlas. Puedo asegurar, además, que Yolanda, la hija de Montse, existe, ya que la he visto con mis ojos y la he escuchado con mis oídos. Y también puedo deciros que Montse es una mujer maravillosa, agradable, simpática, que se ha portado fenomenal conmigo y que es una persona valiente y fuerte. Montse, enhorabuena por ser la mujer que eres.

Dicho todo esto, os dejo la entrevista que he hecho a Montse, en la que hay dos preguntas que hicieron dos personas cuando os di la oportunidad de participar:

Hola Montse. Antes que nada quiero agradecerte tu amabilidad y tu interés por responder mis preguntas, así como tu simpatía en las ocasiones en las que he tenido la oportunidad de hablar contigo. Soy consciente de que hay muchas personas deseando leer tus respuestas y a las que seguramente les gustaría conocer muchos detalles personales sobre ti. Sin embargo, quiero aclarar que una de las cosas que me has pedido es que en esta entrevista tu anonimato sea respetado y quiero dejarte claro, a ti y a todas las personas que puedan leer esta entrevista que, por mi parte, intentaré, que al acabar de hacerla, tu anonimato siga estando igual de intacto.

En primer lugar, me gustaría preguntarte por ti, ¿cómo estás? ¿Qué nos puedes contar acerca de tu situación actual? ¿Conseguiste superar la agorafobia?

Hola Natalia. Antes de nada, quiero agradecerte tu sensibilidad con mi situación a la hora de hacer esta entrevista y tu amabilidad en todo momento.

Sobre lo que me preguntas de cómo me encuentro ahora, te diría que en general estoy bien. Sigo con mi proceso de recuperación de las secuelas que me han quedado a raíz de la experiencia que se relata en el libro. Como bien sabrá la gente que ha tenido oportunidad de leer el libro, de ellas, la secuela más importante que me ha quedado es, como bien dices tú, la agorafobia. Es algo con lo que me he acostumbrado a convivir y evidentemente unas veces estoy mejor y otras peor, pero tengo claro que es una enfermedad de muy difícil curación y por eso lo que intento es que me condicione lo menos posible mi vida cotidiana y, en cierta medida, si puedo decir que lo estoy consiguiendo.

La segunda pregunta que te quiero hacer, antes de meternos en más detalles, y que me parece obligada es por qué esta entrevista, y por qué precisamente ahora.

Primero, y aunque ya lo he dicho antes, quiero dejar claro que esta es la única entrevista que voy a conceder. ¿El por qué de ella? Pues porque creo firmemente que, puesto que en el libro se dice tajantemente que la historia que cuenta y el diario que incluye son absolutamente verídicos, es necesario que alguien imparcial dé fe pública de que todo lo narrado en el libro es cierto. Y pienso que nadie mejor que un bloguero/a por su carácter imparcial y su credibilidad pública. De todos los que estábais en esa situación, pensamos que el ideal sería siempre el o la que libremente eligieran los seguidores del libro. Es evidente que te han elegido a ti, por lo que también quiero darte públicamente la enhorabuena.

El por qué del momento es evidente. Va a salir a la calle y, en todo lo que esté en mis manos, deseo que lo haga con todas las garantías.

Y también me gustaría aprovechar la ocasión para decir que el hecho de que esté concediendo ahora mismo una entrevista no debe hacer presuponer a nadie que puede buscarme o solicitarme directa o indirectamente una entrevista o cualquier dato acerca de mí. Como ya te he dicho, es la única, no voy a conceder más, y mi voluntad de permanecer en el anonimato es absolutamente firme. Como he dicho, si he cedido el diario para realizar el libro es bajo la condición de que nadie pudiera estigmatizarme por él y, por eso, espero que quien pueda conocerme y relacionarme con el libro, guarde absoluta discreción, quien conozca el libro, blogueros, lectores, periodistas o curiosos en general, se abstengan de indagar sobre mi identidad y, quien comente o reseñe el libro, evite hacerlo de forma que el último interés público sea averiguar quién es la autora del diario. Entre otras cosas, porque si bien yo soy la autora de este diario, que nadie tenga la más mínima duda de que bien pudiera ser el diario de cualquier mujer que sufra o haya sufrido una situación así, por lo que, en el fondo, creo que la autora concreta no es especialmente relevante en este caso.

Nosotros conocemos tu historia gracias a Roberto, tu actual pareja, ¿nunca pensaste en escribir tú misma el libro completo? ¿Por qué Roberto y no otra persona para hacerlo?

Evidentemente, la primera opción fue escribirlo yo misma bajo seudónimo, pero enseguida me di cuenta que de hacerlo yo, jamás iba a conseguir ser imparcial y tampoco sería capaz de hacerlo sin criminalizar a mi maltratador. Sobre la razón de que lo escribiese Roberto y no otra persona es sencilla. Tiene un total conocimiento de mi vida y un carácter absolutamente imparcial, aparte de haber leído textos suyos con anterioridad. Por ello, sabía que su trabajo iba a ser impecable. Alguien que no conozca mi historia y mi vivencia, nunca podría plasmar la realidad con tanta contundencia.

Hablando de Roberto, ¿cómo es tu relación con él? 

Nuestra relación se basa en el respeto, la confianza y el amor mutuo. Creo que es cuanto se necesita en una relación para ser absolutamente sólida. 

¿Nunca has tenido miedo a volver a enamorarte después de lo que te ocurrió? 

Pues he de decirte que siempre fui absolutamente consciente de que mi maltratador tiene un nombre y unos apellidos concretos, y que desde luego, no representa en absoluto a la mayoría de hombres. El ser buena o mala persona depende de la ruindad moral que pueda ejercer o no una persona sobre otra, no dependiendo del sexo, la edad, etc.

¿Qué ha supuesto Roberto en tu vida y en tu recuperación?

Roberto ha supuesto en mi vida la reafirmación de que los hombres buenos también existen. Gracias a su presencia en mi vida, no solo he ganado como mujer sino también como persona, pues dicha presencia me hace levantarme cada día con más ganas de vivir. Me ha demostrado sobradamente ser el hombre de mi vida.

Entendería que no quisieras hablar de tu maltratador, pero ¿puedes decirnos algo acerca de él, si ha sido condenado, si ha encontrado a alguna otra mujer a la que hacer la vida imposible, si ha intentado ponerse en contacto contigo?

Como te he dicho al principio, la idea con la que cedí mi diario para la elaboración del libro, nunca fue la de criminalizar de un modo público a mi maltratador. Siempre he creído firmemente en la justicia y siempre he tenido claro que, era ante ella, donde el maltratador tenía que responder por sus actos. No quiero darle ninguna relevancia pública porque, entre otras cosas, en la actualidad no tengo conocimiento de su situación, ni me interesa lo más mínimo.

Centrándonos ya en el libro, el próximo 5 de abril saldrá a la venta gracias a la editorial Kailas, ¿cómo te sientes al ver que tanto esfuerzo con la autoedición y tanta confianza en la historia haya dado resultado y ahora pueda llegar a más gente gracias a la editorial?

Siempre supe que era un grandísimo libro, entre otras cosas, porque creo que no hay en España ningún antecedente en el que una persona que haya vivido una situación como la mía, saque a la luz textualmente su diario personal y privado. Agradezco el interés que ha demostrado la editorial y espero que le sepa dar el sitio que merece en el ámbito literario. Confío en que se ponga de manifiesto su profesionalidad y traten al libro con todo el respeto que modestamente creo que se merece. Tampoco tengo dudas de que al ser ya un libro que todos los blogueros conocéis y muchos de vosotros ya lo habéis reseñado en vuestros blogs, sabéis de su justa valía y no consentiréis que alguien pueda menospreciarlo.

El libro está compuesto de doscientas cincuenta y seis cartas, pero por lo que se menciona en él, hay cartas anteriores a la del 8 de abril de 2006, primera carta del libro, ¿por qué decidisteis empezar por esa?

Si, hay cartas anteriores y posteriores. Pero yo no decidí qué carta era la primera o la última que debía  incluirse ya que dejé el diario totalmente en manos de Roberto y de hecho, le cedí su propiedad intelectual en un acuerdo privado que tampoco creo que haya que explicarlo públicamente. Él decidió en su momento cuál era la primera que debía incluirse, cómo era más conveniente enfocar la historia y, una vez que acabó el libro, personalmente me pareció perfecto tanto el planteamiento como el resultado final. Como te dije al principio, era consciente de que yo no era capaz de hacerlo con ese enfoque por mi posición subjetiva y, por tanto, en esas decisiones no quise interferir. Simplemente me limité a dar el visto bueno al resultado final.

Tal y como se expone en el libro, Quique era una persona de carácter sumiso y capaz de mostrarse encantador, ¿crees que cualquier persona podría enamorarse de alguien así sin darse cuenta de lo peligroso que puede llegar a ser? 

Es evidente que sí, yo lo hice en su momento y me considero una persona mínimamente inteligente. Pero está claro que ese tipo de persona tiene una habilidad innata para ocultar esa parte de su personalidad y, aun conociendo como actúan, no es sencillo detectarlo al inicio de una relación.

Quique fue debilitando poco a poco tu autoestima, anulándote como persona, ¿cómo te sientes ahora al comprender lo que hizo contigo?

Bien, sí debilitó mi autoestima, pero creo que no se puede decir que llegara a anularme como persona pues yo siempre tuve claro que quería salir de aquella situación. También me gustaría aclarar que jamás me arrebató la dignidad porque creo firmemente que, en contra de lo que mucha gente piensa en relación a los casos de maltrato que conoce, la dignidad de una persona no se puede quitar ni tan  siquiera a golpes. Hoy en día cuando pienso en esa época, me siento estúpida, pero no por haberme enamorado de él, sino porque supiera engañarme tan bien y creyera en todo momento que me estaba enamorando de una persona que realmente parecía encantadora.

A través de las cartas, se puede comprobar que Yolanda, tu hija, fue tu mayor motivo para luchar, ¿piensas que ella te salvó, que si no hubiera sido por tu pequeña el final habría sido otro?

Creo que decir que ella me salvó no es del todo correcto. Mi hija fue un motivo más para luchar en todo momento, y muy importante, pero sinceramente creo que aunque ella no estuviera, hubiera salido igualmente porque, como te dije en la pregunta anterior, mi dignidad siempre se mantuvo intacta y el deseo de salir de aquella situación siempre estuvo presente. Aunque claro que tuve momentos de bajón, como creo que se aprecia claramente en el libro, y si es cierto que en esos momentos me apoyaba en el amor por mi hija.

¿Han quedado secuelas en tu hija después del calvario por el que pasasteis? 

Tengo claro que mi hija sufrió aquella situación casi tanto como yo porque desgraciadamente no siempre era capaz de evitar que estuviera presente en muchas de las situaciones que a diario provocaba su padre. Por suerte, aquellos días son pasado para nosotras y hoy mi hija también es feliz.

Una de las cosas que más rabia me dio al leer el libro es que el resto de gente, e incluso familiares, hicieran oídos sordos y actuaran como espectadores, ¿qué razón piensas que hay para que actuaran de esa forma? ¿Llegaron a darse cuenta de tu situación?

Las razones que yo creo que se dieron fue porque les salía mucho más rentable el beneficio que obtenían del maltratador a la “vergüenza” social que, en su opinión, suponía tener un problema de maltrato dentro de su familia, y más no siendo yo un familiar cercano (hermana, madre, hija, etc). Creo firmemente que el único familiar con el que yo tenía contacto en esa época era perfectamente consciente de la situación y que aprovechó esa situación en beneficio propio.

Por otro lado, he de decir que con el paso del tiempo, y fruto de mi recuperación, he podido “juzgar” con objetividad la actuación de todas las personas que salen en el libro y, hoy en día, unas personas por irrelevantes y otras, en respuesta a sus propios actos, no mantengo relación alguna con ninguna de ellas.

En una de las cartas, con fecha del 16 de diciembre de 2007, escribes algo que me llama especialmente la atención:

“[…]pero lo que más me jode es que eso es lo que piensa la mayoría de la gente... seguro, es lo típico de las mujeres a las que matan sus maridos: "con lo bueno que era, siempre se les vio bien, hacían buena pareja..." Quién coño sabe lo que vive cada cual en su casa?”.

Estamos hartos de ver en la televisión casos de violencia de género y los vecinos salen diciendo esas mismas palabras, ¿crees que realmente esos vecinos que hablan no tienen ni idea de lo que ocurre o que son cómplices tácitos y hacen oídos sordos ante tal situación?

Pues creo que habría que estudiar cada caso pero sí que estoy segura de que, en algunos casos, es desconocimiento y, en otros, simple cobardía o incluso interés, como pasó en mi caso. Sí es cierto, que lo que realmente se vive en una situación así, no se conoce demasiado aunque mucha gente cree que realmente sí lo sabe. No cabe duda de que esa también fue una de las razones que más me animaron a hacer el esfuerzo de ceder mi diario para que Roberto pudiera reflejarlo en un libro de manera objetiva.

Quizás sea una pregunta difícil de responder y de entender, ¿por qué no tuviste el valor de dejar a Quique cuando te diste cuenta de cómo era realmente?

Según yo lo veo, en mi caso, no fue una cuestión de valor, sino de no tener la oportunidad debido a mi enfermedad y a la falta de apoyo que encontré en toda la gente que me rodeaba. Hay muchas personas que no se dan cuenta de lo difícil que es salir de una situación así y mucho más, cuando no puedes salir de casa sola. Era consciente de que en ese momento dependía de la ayuda de terceras personas de un modo absoluto para dejar atrás a mi maltratador y, en realidad, pasaban los días y esa ayuda nunca llegaba.

¿Crees que el libro puede ayudar a personas que estén pasando por lo que un día tú viviste? 

Creo que puede ayudar a las personas que pasan por ello, a las que nunca han pasado, a las que conocen a alguien que pasa por esa situación e incluso a los propios maltratadores por cuánto se pueden ver vergonzosamente reflejados y tomar consciencia de la gravedad de sus actos, porque creo sinceramente que en el libro se describe exactamente no solo mi vivencia, sino más bien una situación bastante habitual en casos semejantes. Pero también está claro que la ayuda que puede aportar el conocimiento depende siempre del aprovechamiento que se le quiera dar.

¿Qué les dirías a esas mujeres que sufren maltratos y no se atreven a denunciar o a dejar a su marido?

Siempre es muy complicado dar ese paso, mucho más de lo que la mayoría de la gente acierta a entender. Yo, desde mi propia experiencia les diría que no dejasen de luchar nunca y, sobre todo, que luchen siempre por mantener intactas su dignidad y su personalidad. En la medida que lo consigan estarán siempre a un paso de salir adelante.

Me gustaría saber, ahora que tú ya has salido de ese infierno, qué signos de alarma no deberían dejar pasar por alto las mujeres, es decir, antes de llegar al primer bofetón, con qué gestos o palabras deberían sonar todas las alarmas. (Àngels Om)

Bien, antes de nada he de decir que en mi caso, imagino que habrá casos en que sí y casos en que no, tengo por desgracia una especie de radar antimaltratadores, es una sensación, un pálpito o una corazonada, pero nunca me falla. La verdad es que me dicen mucho las miradas, sobre todo cuando la chica habla en una conversación pública y da su opinión sobre algo, también la manera en que la cogen del brazo, es un segundo, pero en ese segundo yo ya he visto la violencia en sus ojos, aunque después él le dé dos mimos. Generalmente ese detalle pasa desapercibido, pero por alguna razón yo lo noto. Es el cambio de expresión en la cara de él y el toque físico necesario para que ella no hable, creo que esa es sutilmente una manera de someterla, sin dejar que se exprese libremente, pero lo suficientemente suave como para que nadie lo note. Normalmente, en mi más que humilde opinión, son hombres a los que suelen temblarle mucho las manos, y su cara, o mejor dicho su expresión, cambia aterradoramente durante una discusión sin importancia. Es tan solo mi opinión, por supuesto.

Puesto que desde que Kailas se hizo cargo de la edición del libro creo que todas sus decisiones han creado controversia entre las personas que seguimos el libro desde la página de Facebook, me gustaría saber cuál es la opinión de la protagonista sobre la labor de edición y promoción del libro por la editorial. Al fin y al cabo, es su historia y creo que sería interesante saber qué opinión tiene en toda esta polémica (cambio de portada, promoción del libro, tiradas, publicación previa en una revista,...) (Nuria Montmany Rodes)

Bueno, creo que es una pregunta interesante, pero desde luego, quizá la más comprometedora que me habéis hecho. Quiero decir antes de nada y aunque a lo mejor me repita, que nunca he pretendido, ni pretendo dar a conocer mi historia como tal. Siempre he tenido claro que mi diario de aquellos años puede interesarle a mucha gente, pero también tengo claro que, presentándolo como simple testimonio de una mujer maltratada, llegaría solo a un número muy limitado de personas, mientras que, si con él se hace una obra literaria, su dimensión crece y el número de personas a las que va a llegar mi vivencia va a ser infinitamente mayor.

Dicho esto, me da la sensación que hasta este momento la editorial nunca le ha dado una dimensión verdaderamente literaria al libro (cosa que sí habéis hecho los blogs y el propio público) e, incluso, en su edición, que ya he visto, creo que minimiza el trabajo de Roberto y su aportación, que al fin y al cabo, es lo que convierte mi vivencia en una obra literaria, para intentar presentar el libro simplemente como un testimonio de una víctima de maltrato. La publicación en esa revista es un fiel ejemplo de esto que acabo de decir y pienso que además muy desacertado, porque desvirtúa totalmente al libro como obra literaria y la labor de su autor, para únicamente centrarse en mi diario como testimonio de un víctima de género.

Independientemente de la vivencia que me he tocado vivir, no soy una víctima ni nunca lo he sido, porque sigo viva. Además, que yo sepa, solo le he cedido mi diario a Roberto para que escribiera un libro, cosa que ha hecho, y no entiendo que se pueda difundir o promocionar mi diario como tal al margen de ese libro.

Creo que esta visión de la editorial es el principio de toda la polémica porque les lleva desde hacer una tirada demasiado pequeña para su lanzamiento, o no impedir que mi diario se publique en los términos que ha publicado esta revista desvelando incluso las últimas cartas de mi diario, hasta ciertas desconsideraciones que entiendo que han tenido hacia el propio autor, y que se pusieron en evidencia delante de mí, como no reflejar ninguna de sus opiniones en la edición final del libro o negarse rotundamente a citar la profesión de sus padres en su propia biografía, entiendo que de una manera incomprensible.

Confío en que la propia editorial rectifique su visión del libro y pueda cosechar el aplauso de todos, porque creo que la gente que lo sigue desde hace meses se ha dado cuenta de esto y de ahí que hayan manifestado su desaprobación.

Para finalizar, no puedo dejar de preguntarte por la razón que te llevó a publicar las cartas, ¿por qué decidisteis dar a conocer tu historia y, además, de esta forma, publicando las cartas tal y como las escribiste en su momento? 

Bueno, creo que ya he dicho que yo simplemente cedí mi diario a Roberto. Entiendo que, de haber hecho el libro yo, lo hubiese hecho a mi manera, y de hacerlo él, tenía que hacerlo con su visión. Por eso, la decisión de publicarlas textualmente fue suya y, como te dije, el resultado final me pareció perfecto, tanto por el enfoque como por el hecho de incluir el diario textualmente porque no solo me pareció una forma de valorar extraordinariamente mi lucha en aquellos días como porque pienso que mucha gente cree que sabe qué pasa en una situación así y cómo se vive, pero la verdad es que la realidad cuando te toca vivirla en primera persona es bastante diferente.

Pero también quiero dejar claro que en el ámbito literario, al margen de que se narre un maltrato o no, creo que tener la posibilidad de conocer una experiencia límite vivida por una persona y escrita plasmando sentimientos y hechos a tiempo real, siempre es interesante para cualquier lector y, en aquel momento estaba segura de que sabiéndolo reflejar adecuadamente, podía dar como resultado un libro excepcional. Si así es para la gente que lea el libro, sentiré que el paso adelante que supuso ceder mi diario para que se plasme en un libro, habrá valido la pena.

Después de una entrevista quizás algo extensa, solo me queda darte las gracias por todo, Montse, y desearte lo mejor del mundo, a ti y a tu familia. 

Quiero darte las gracias a ti por tu amabilidad y absoluto respeto por mi situación. Ha sido una experiencia maravillosa. Y si me lo permites, voy aprovechar la única ocasión en que voy a hablar públicamente para daros las gracias a todos y cada uno de los blogs que habéis apoyado el libro con vuestro interés y vuestras reseñas, sobre todo cuando el libro era solo una autopublicación de un autor novel, y por el respeto con el que siempre habéis tratado mi historia. Estoy francamente agradecida.

También quiero enviar un agradecimiento especial a las miles de personas que han apoyado el libro siempre a través de sus páginas de Facebook y Myspace.

Y, por último, decirte que, después de todas las conversaciones que hemos tenido estos últimos días, espero conservar tu amistad para siempre.

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