Cuarentañeras, Regina Roman

Necesitaba una novela que me hiciera reir, un soplo de aire fresco, algo ameno y, sobre todo, divertido. Cuarentañeras ha cumplido y bien, me ha dado exactamente lo que necesitaba.

Cuarentañeras, Regina Roman

Lola Beltrán tiene treinta y nueve años, es una mujer guapa y con carisma, capaz de comerse el  mundo, pero que tiene unas amigas que la llevan por el camino de la amargura. Rita Postín es una actriz de cuarenta y seis años, amiga de Lola y con la autoestima por los suelos, está obsesionada con que los cuarenta acaban con toda mujer, y se encarga de recordárselo a Lola una y otra vez. A Lola, que se siente bien consigo misma. A Lola, que está divina. A Lola, que no sufre ningún complejo y no se preocupa por su edad. Hasta que la echan del trabajo y, entonces, comienza a creerse todas las tonterías de Rita y se viene abajo. Además, tiene que hacer de amiga fiel apoyando a su otra amiga, Felicia, que se ha enterado de que su marido le es infiel. La pobre Lola no tiene bastante con sus propios problemas, tiene que tragar lágrimas de sus amigas y reproches de Rita.

Para despejarse y olvidarse de todo un poco, Lola decide hacer un viajecito. Coge la maleta y se va a Roma, donde se dará cuenta de que es una mujer y que, como tal, tiene que vivir, y no pasarse el día lamentándose por su edad. 

Me quedé encantada cuando leí Un féretro en el tocador de señoras, felizmente encantada. La novela me encantó y me regaló momentos de diversión irrepetibles. No sabía si iba a repetir la experiencia con Cuarentañeras, pero así ha sido. Siendo sincera, la primera me gustó más, pero la segunda me ha gustado mucho también.  

Cuarentañeras es una novela fresca, cargada de humor, pero que, además, trata un tema muy serio y te hace reflexionar. A pesar de su título, es una novela que recomendaría a mujeres de todas las edades (porque sí que creo que este libro está más enfocado a nosotras, aunque a los hombres también le puede gustar) y no solo a mujeres que atraviesan esa edad, ya que puede servir de mucha ayuda para afrontar el día a día de una persona de cualquier edad, para tomarse la vida con más calma y sonreir. Hay que vivir la vida, no pasársela lamentándose porque te hayan echado del trabajo o te haya dejado el novio, hay que sacar lo positivo de todo lo que ocurre y, sobre todo, hay que ser feliz con como uno es y no pensar en que se te está descolgando la piel del codo o en que tienes una arrugita en el cuello. Cuarentañeras te enseña todo eso, te enseña a ver el lado rosa de la vida, a coger el toro por los cuernos y seguir p'alante.

Siempre, en definitiva, confluye en lo mismo: preferimos no vivir a que nos dañen. Pero es mejor vivir la experiencia que nos toque a convertirnos en vegetales y dormitar aletargados.

Lola es todo un ejemplo a seguir, una mujer de armas tomar. Aunque tiene sus momentos de bajón, sabe salir adelante y mirar la vida con otros ojos. Ella misma comprueba que, aunque tenga treinta y nueve años, es capaz de tumbar a tres veinteañeras saliendo de fiesta, resulta atractiva a ojos de los chicos y está estupenda físicamente. Además, la edad le ha proporcionado una sabiduría que los más jóvenes no tienen y eso le ayuda a ser más madura y saber comportarse en cada situación. Lola es valiente y fuerte. ¡Un ole por ella, por ser tan fantástica como es! Rita, por el contrario, es una amargada, que vive lamentándose y, además, quiere amargar a todo el que lo rodea. No es feliz consigo misma y todo lo achaca a la edad. Felicia, por su parte, es sensible y más bien dependiente, necesita la opinión de Lola sobre todo lo que hace o puede hacer y no se ve capaz de ser feliz después de haberlo dejado con su marido. 

Mención especial a otros dos personajes: Rafa y Enzo. El primero, hijo de diez años de Lola, por haberme sonsacado más de una sonrisa, por ser tan puñetero y a la vez tan emotivo portándose tan bien con su madre. El segundo porque me ha inspirado mucha ternura, por ser tan dulce.

- ¿Crees que debería mandar la dieta al carajo?  - Te voy a preparar un gofre de esos instantáneos, me salen de vicio - se levantó voluntarioso dejando abandonada la bandeja con medio bocadillo. ¡Al ataquerrrrrrrrr!

Cuarentañeras es toda una recomendación para alguien que tenga urgencia por reir, es un libro ameno, fácil de leer, divertido y que te sacará más de una carcajada. Además, te hará ver la vida con otros ojos, ser un poco más positivo y, sobre todo, un poquito más feliz. 

Ráting Melódico:

♬ Gracias a Círculo Rojo  por la novela ♬

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