The Giver. Libro 2. En busca del azul, Lois Lowry

Algo más de dos meses después de leer la primera parte, por fin me decidí a seguir con esta trilogía que tanto me está gustando. Sabía que en este caso, la novela no trataría de Jonás, pero aún así mis ganas de leerla iban creciendo poco a poco.

The Giver II: En busca del azul, Lois Lowry

Nora es una niña imperfecta por el simple hecho de nacer con una pierna torcida y tener que valerse de un bastón para poder caminar. A las personas que nacen con deficiencias las llevan al Campo, donde han de morir, ya que la sociedad solo admite seres perfectos. Pero en el caso de Nora, hicieron una excepción. A su padre se lo llevaron las fieras antes de nacer ella, su abuelo era un hombre muy importante por ese entonces, y su madre una cabezota que se empeñó en quedarse con la niña y que finalmente se salió con la suya. Pero tras unos años, cuando Nora ya es una bisílaba (la edad se mide por las sílabas de tu nombre: los más pequeños son monosílabos, los jóvenes bisílabos, los adultos trisílabos y los ancianos tetrasílabos), su madre muere dejándola totalmente sola. Las mujeres del pueblo piden que Nora sea enviada al Campo, pero en el juicio que se celebra, se decide que la niña se quedará en el pueblo y que su labor será continuar con el trabajo de su madre: arreglar el manto del Cantor; y es que Nora tiene un don que la hace especial: teje como nadie. En su nuevo hogar, conocerá a Tomás el Entallador, encargado de arreglar el báculo del Cantor y juntos descubrirán la verdad de por qué han sido elegidos y qué ocurrirá con ellos.

El dador de recuerdos (la primera parte) me gustó, pero este lo ha hecho todavía más. En busca del azul sigue la misma línea que el anterior: es un libro para reflexionar, para pararte y pensar cómo es tu mundo y cómo podría ser, para ver los problemas y las injusticias que existen. 

Si en El dador de recuerdos teníamos un mundo perfecto, sin conflictos, en el que la gente era civilizada y no le faltaba de nada, en En busca del azul tenemos todo lo contrario: un mundo lleno de pobreza, en el que la gente no sabe que en los edificios puede haber agua corriente, que roban para poder comer y van sucios: supervivencia. En este sentido, a Nora le ha tocado la lotería: ha tenido la suerte de mudarse a un lugar en el que dispone de agua caliente, de comida en abundancia, de una cama donde dormir y todo lo que necesita. Sin embargo, hay algunas cosas a las que tendrá que renunciar: a su libertad. 

Me ha impactado mucho la crueldad con la que se trata a la gente en este libro. Por el hecho de tener una pierna torcida, de pensar por sí mismo o de tener un accidente y romperse un brazo, la gente pierde el derecho a la vida. Dejan de ser útiles. Es triste cómo en esa sociedad se ha llegado al punto en el  que la gente vea eso como algo normal.

- Esta niña debería haber sido llevada al Campo cuando nació y aún no tenía nombre. Es lo que se hace. - Continúa - dijo el Guardián Mayor. - Era imperfecta. Y además no tenía padre. No debió ser conservada.

Los personajes son un punto fuerte de la novela. Nora, la protagonista, es una chica fuerte que demuestra que es capaz de valerse por sí misma. Ha tenido que vivir sabiendo que es diferente e inferior a los demás. Tomás, el vecino de Nora, es un chico agradable y simpático, dispuesto a ayudar a Nora en todo lo que pueda. Mat es la estrella de la novela, mi personaje preferido. Es un chico aún monosílabo, amigo de Nora, que vive en la zona más pobre: la Nava. Es un bicho, habla por los codos y está orgulloso de ir hecho un guarro por todos sitios. Es el que pondrá el punto cómico a la novela y el que hará sonreir al lector. 

Por otra parte, el libro se lee solo. Es muy fácil de leer y cuando te quieres dar cuenta, ya lo has terminado.

Por último, no puedo acabar la reseña sin hablar del final. ¿Os acordáis del final de la primera parte? pues este es más de lo mismo. Un final del tipo "ahí tienes, imagínate lo que quieras", aunque se deja más o menos claro qué intenciones hay. Eso sí, esta vez sé que en el tercer libro se darán todas las respuestas, y estoy ansiosa por conocerlas.

Ráting Melódico: 

Gracias a Everest por el libro

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