Rastro, Maggie Stiefvater

Aviso 1: Esta reseña está escrita bajo un estado de depresión post-Rastro... Quiero más, necesito más... un libro que me ha enamorado, encandilado, entusiasmado. Sam... ♥

Aviso 2: Si no has leído Temblor, no leas esta reseña, porque hay spoilers de la primera parte.

Rastro, Maggie Stiefvater

Esta es la historia de un chico que dejó de ser lobo y de una chica que empezó a serlo.

Así comienza Rastro, la segunda parte de Temblor.

Sam está curado, Grace y él siguen juntos, Olivia es una loba, Cole y Víctor son los nuevos lobos, Isabel y Grace son grandes amigas.

Cole era un músico muy famoso cuando Beck lo convirtió. Quería olvidar todos sus recuerdos humanos, y la licantropía era la mejor opción para él. 

La relación de Sam y Grace es increíble. Todas las noches duermen juntos y no hay quien los vea separados. Se quieren, se adoran y desean pasar todo el tiempo del mundo juntos. Pero los padres de Grace no ven esta relación con buenos ojos y pronto se interpondrán en el camino de los adolescentes. Por otra parte, Grace, la chica que nunca se ha puesto enferma, comienza a sentirse mal: tiene dolores de cabeza, de estómago y, por si fuera poco, apesta a lobo.

Ya las primeras palabras de Rastro nos ponen sobre aviso: en esta novela, va a haber dolor. 

¿Qué puedo decir? Comenzaré comentando que cuando leí Temblor, tenía unas expectativas muy muy altas. Solo había leído maravillas de la novela, de Sam, de la autora. El libro me gustó, pero no sé, me quedé con ese amargo sabor de que podría haber sido mejor. En esta ocasión, mis expectativas estaban por los suelos. He leído reseñas buenas de Rastro, pero también las he leído muy malas, y no podía evitar que me diera cierto miedo leer esta novela, por temor a que mi opinión sobre la historia se volviera negativa. Nada más lejos de la realidad, el libro me ha enamorado por completo. Sí, me ha gustado más que Temblor.

En esta segunda parte, tenemos más amor, más romanticismo, más dulzura. Tenemos lo que eché en falta en la primera, que se centró más en la rutina de Grace y Sam. Ahora, el amor se palpa en el ambiente, y soy consciente de que los que evitan las novelas románticas, dirán que resulta hasta empalagoso. Para mí no ha sido así. El amor de Sam y Grace me parece precioso, envidiable.

No era solo que hubiera estado a punto de perder a Sam y quisiera tenerlo cerca. Tampoco era solo deseo. Era que necesitaba dormir con el pecho de Sam pegado a mi espalda, notar cómo sus latidos se iban calmando para acompasarse a los míos. Era sentir el tacto de su piel cuando me abrazaba, su olor cuando estaba dormido, el sonido de su respiración...

No deja de sorprenderme que en esta historia tengamos una pareja con los roles invertidos, a mi parecer. Grace es más pasiva que Sam, pues él es el romántico, el sensible. Me extraña, porque suele ser al contrario, y quizás sea este el motivo por el que Sam tenga tan buena aceptación entre los lectores, y por el que a mí me haya fascinado.

Me dieron ganas de decirle lo que estaba pensando - cosas como "Qué bonita eres" o "Eres mi ángel, ¿sabes?"-, pero sabía que aquellas palabras significaban mucho más para mí que para ella.

Sin duda, lo más bonito de la historia para mí es la relación de estos personajes que  han hecho que les tome tantísimo cariño. Porque Grace es genial, es una chica más fuerte de lo que muchas chicas llegarían a ser, y porque Sam es un encanto y si el tamaño de su corazón fuera equiparable con el amor que siente por Grace, no habría lugar en su pecho para albergarlo.

Por otra parte, tenemos dos personajes nuevos: Isabel y Cole. A Isabel ya la conocíamos de la primera parte (la hermana de Jack Culpeper). En Temblor los capítulos los contaban Grace y Sam, esta vez se les unen Isabel y Cole. Me ha gustado mucho conocer la historia según su punto de vista. Son totalmente diferentes a Sam y Grace, que son todo dulzura. Ellos son más descarados, y eso le da un toque más agresivo a la novela. Además, Cole es un personaje que me ha tenido intrigada durante toda la historia y su evolución me ha emocionado.

Además de ser una historia, fundamentalmente, de amor, Rastro tiene sus toques de intriga y suspense. Se descubrirán muchas cosas en esta nueva entrega de la saga, como, por ejemplo: ¿Qué es lo que realmente hace que los lobos se transformen? ¿Por qué mueren a los diez-quince años de dejar de transformarse? 

Y porque me ha encantado, mucho más que la primera parte, porque me ha hecho suspirar, emocionarme, derramar más de una lágrima y sonreir como una tonta, porque las dosis de Sam son más y mejores que en Temblor y porque me ha dejado con unas ganas incontenibles de leer la tercera parte y esa misma sensación que me dejó la primera parte (♥♥♥), Rastro se lleva el 5/5.

Acurrucada entre mis brazos, vas de mariposa a crisálida, perdiendo tus alas, heredando mi mal. Te estás marchando  de mí. Te estás marchando

Ráting Melódico: 

Gracias a SM por la novela
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