The Giver. Libro 1. El Dador de recuerdos, Lois Lowry

Esta trilogía me llamaba mucho la atención y me he fijado en que últimamente hay unas cuantas reseñas del primer libro por la blogosfera. La sinopsis me atrayó, quería conocer ese mundo tan perfecto en el que vivía Jonás. Es la primera reseña en la que voy a poner spoilers, pero no os preocupéis, que está señalado.

The Giver I: El Dador de recuerdos, Lois Lowry

Jonás es un Once y está nervioso porque la Ceremonia de los Doces se acerca. Todos los meses de diciembre se celebran las ceremonias en las que los chicos y chicas pasan a tener un año más. Esta vez Jonás pasará a ser un Doce y tendrá su última Ceremonia, la de la imposición de las misiones. Una vez que cada Doce recibe su misión, tiene que formarse para comenzar a realizar su labor en cuanto esta formación termine. Dejan de ser niños.

La Comunidad en la que vive Jonás es un mundo de Igualdad. Todos son iguales y se tratan como tales. Las personas, una vez adultas, pueden pedir un cónyuge y posteriormente, hijos, pero solo puede haber dos hijos por cada Unidad Familiar: un niño y una niña. Al nacer se llaman Nacidos y luego pasan a ser Unos, Dos, Tres... hasta Doce. Al nacer les dan un objeto sedante (o sea, un peluche), las niñas llevan cintas, cuando son Nueves les dan una bici, tienen que tomar una pastilla cuando sienten su primer Ardor, no se pueden ver desnudos... y si incumplen las Normas tres veces, son liberados. Todo está regido por Normas, pero cuando Jonás recibe su misión, comenzará a ver las cosas de otro modo.

La vida aquí es tan ordenada, tan previsible; tan indolora. Es lo que han elegido.

Cuando comencé a leer el libro, me hice un lío tremendo. No entendía nada: qué era la liberación, por qué eran Sietes, Onces, Doces... qué era eso de un objeto sedante o llevar cintas en el pelo. Empecé a apuntar todo en una libretita para poder recordarlo mientras leía el libro. Pero no hizo falta, en cuanto empecé a avanzar la lectura, ya me había familiarizado con los términos y empecé a disfrutar de verdad la historia.

Al principio, la Comunidad me parecía un lugar interesante. No es que lo prefiriera, pero sí me llamaba la atención, pero poco a poco te vas dando cuenta de que un mundo en el que todos son iguales no es tan perfecto. Vale, nadie sentirá dolor, nadie será discriminado, no habrá pena ni hambre... pero tampoco habrá elección, diferencias, valores... En realidad, nadie es importante, son unos simples números, a los que les asignan un nombre, pero que nunca dejan de ser números.

Estaban colocados por sus nímeros originales, los que se les habían dado al nacer. Esos números se usaban muy poco después de la Imposición de Nombre, pero cada niño sabía el suyo, naturalmente. A veces los padres utilizaban el número cuando el hijo les irritaba por comportarse mal, como dando a entender que la mala conducta le hacía a uno indigno de nombre.

La historia es como una fábula larga (aunque el libro es muy corto) con una gran moraleja. ¿Cómo seríamos si viviéramos en un mundo así? Es un libro que, aunque a uno no le guste, le hará pensar, y a veces eso es lo que necesitamos, algo que nos haga reflexionar y, en ocasiones, darnos cuenta de los afortunados que somos.

Jonás me ha caído bien, pero mi personaje preferido ha sido, sin duda, el Dador. Es una persona serena que ve las cosas de una forma diferente al resto de la Comunidad.

El libro, como ya he dicho, es muy corto y la letra es bastante grande. Se lee con una facilidad asombrosa. Desde el primer momento me enganchó, no porque haya acción, sino porque la curiosidad me podía: quería conocer el mundo de Jonás, quería saber más acerca de esas Normas, quería saber por qué, por qué, por qué...

La novela me ha encantado. Si hay un adjetivo que pueda calificarla es, sin duda, DIFERENTE. Es una historia original, inquietante, que sabe mantener al lector pegado a sus páginas y con un final no menos que desconcertante.

¡Atención! A partir de aquí hay spoilers:

Como sé que hay mucha gente que ha leído este libro, me gustaría comentar ese final que tiene la novela que me ha dejado con la boca abierta. No sé si me ha gustado, pero, sobre todo, no sé si lo he entendido. A mi parecer, es un final un poco abierto, del tipo: imagínate tú lo que quieras. ¿Qué ocurre con Jonás y Gabriel? Porque yo, con mi vena de amante de finales trágicos, tiendo a suponer que lo que ocurre es que el protagonista muere, y por eso oye en su cabeza la música que no solo viene de más alante, sino que también procede de atrás. Pero también podría ser que realmente encuentra lo que busca y oye la música y va a encontrarse con una familia... quién sabe. ¿Qué pensáis vosotros?

Ráting Melódico: 

Gracias a la editorial Everest por el libro