Cada siete olas, Daniel Glattauer

Lo sé, no tengo perdón. Cada siete olas no me ha durado ni un día, solo un puñado de horas. ¿Qué pasa ahora? Pues que ya no hay más Leo Leike, ni más Emmi Rothner, que no habrá una espera para conocer más cosas de estos dos personajes... que la historia se ha acabado T.T

En esta reseña hay spoilers de la primera parte, Contra el viento del norte.

Cada siete olas, Daniel Glattauer

Tres días después Asunto: Duda Buenas noches, señor administrador del sistema. ¿Qué es de su vida? Qué marzo más fresco, ¿no? Pero me parece que, después de un invierno tan templado, no nos podemos quejar. ¡Ah! ya está usted aquí, tengo una duda. Tenemos un conocido en común. Leo Leike, se llama. Por desgracia he perdido su actual dirección de correo electrónico. ¿Sería usted tan amable de...? Gracias. Un afectuoso saludo virtual, Emmi Rothner Diez segundos después Fw:  AVISO DE CAMBIO DE DIRECCIÓN. EL DESTINATARIO YA NO PUEDE ACCEDER A SU CORREO. LOS MENSAJES NUEVOS SE BORARRARÁN AUTOMÁTICAMENTE DE LA BANDEJA DE ENTRADA. EN CASO DE DUA CONSULTE CON EL ADMINISTRADOR DEL SISTEMA.

Recordemos ese final de Contra el viento del norte, el que me hizo restarle media notita a la puntuación final, el que  me dejó con un sabor amargo, deseando leer esta segunda parte (que ahora digo: ¡gracias Glattauer por publicarla!). Emmi no asiste a su cita de despedida con Leo, a la cita en la que ambos, por fin, se verán la cara y al día siguiente él desaparece de su vida, dejando al administrador del sistema en su dirección de correo.

Pero Emmi no se da por vencida y continúa enviándole e-mails. Poco menos de un año después Leo regresa de Boston. Sin embargo, las cosas no están nada fáciles: Emmi sigue felizmente casada y Leo ha iniciado una relación con Pamela.

Y no voy a decir nada más, porque yo no habría querido saberlo. Solo os diré: ¡leedlo, aunque no estéis seguros de que una segunda parte sea una buena idea, porque no os arrepentiréis!

Cada siete olas es tan buena como la primera parte, y, sí, es un digno final para la historia (no como el de Contra el viento del norte). Lo confieso: no sabía si prefería ese final que tan poco me gustó o que hubiera una segunda parte, me daba miedo que el autor se cargara la historia. Qué equivocada estaba. Cómo he disfrutado de las nuevas aventuras de Emmi y Leo. Si Contra el viento del norte es una novela brillante, Cada siete olas no se queda atrás. Ambas comparten la misma forma: están compuestas totalmente por e-mails. Emails cargados de ironía, de ternura, de sarcasmo, de amor, de egoísmo, de sentimientos. Si tuviera que calificar esta segunda parte, diría que es una historia cargada de sentimientos. Glattauer es un maestro a la hora de expresar las cosas más bonitas con las palabras más simples. Hay mil y una frases con las que habrá más de un suspiro garantizado, y es que Leo Leike, mi querido Leo, es único ♥ 

Un minuto después Re:  ¿Sigues sintiendo alguna emoción cuando me escribes, Leo? Pues yo siento que ya no sientes ninguna. Y no es nada agradable sentir eso. Dos minutos después Fw:  Tengo en mí gigantescos armarios y baúles repletos de emociones referidas a ti, Emmi. Pero también tengo la llave correspondiente.

Emmi sigue pareciéndome la misma Emmi de la primera parte. Ella ni vive ni deja vivir, siempre me ha parecido así. Es irritante, egoísta, y saca de sus casillas a cualquiera, pero, a pesar de todo, es fabulosa. Además, si Emmi no fuera como es, decidme, ¿qué gracia tendría la historia? 

Leo, sin embargo, es amor, ternura, dulzura... y cuando está un poco borracho, saca una sonrisita más de una ^3^

Hay algo que tengo que decir, y es un gran OLE por Macarena González, la traductora. Porque estoy segura de que esta novela le ha dado más de un quebradero de cabeza, ¡qué frases más enrevesadas! Y qué bien ha sabido plasmarlas en castellano. Hay e-mails que hay que leer dos veces para entenderlos, pero es que Emmi se empeña en hacer tantos juegos de palabras... 

¿O sea que llevas ya dos años de "lo otro"? Pero "lo otro" puede virar mucho hacia "lo uno". Si siendo "lo otro", ya puedes ser tan "lo uno", ¿hasta qué punto serías "lo uno" si fueses "lo uno"?

Véase el ejemplo

Cada siete olas es un digno final para la historia, es una novela amena y rápida rapidísima de leer, cargada de sentimientos a flor de piel. Es un libro que se ha ganado a pulso el 5/5 que no le puse a Contra el viento del  norte (no porque me haya gustado más, sino porque el final lo merece).

Finalmente, solo puedo decir que se acabó. Que ya no habrá más Emmi ni más Leo. Y eso me entristece. Os voy a echar mucho de menos, chicos.

Ráting Melódico: 

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