Las chicas malas no mueren, Katie Alender

Esta vez vengo con una reseña de un libro de terror, lo que es raro en mí ya que soy una miedica de cuidado. Los libros de terror no son mis favoritos, pero este me llamó la atención por esa portada tan impactante y la sinopsis del libro.

Las chicas malas no mueren, Katie Alender

Alexis es la narradora de la historia. Es una chica diferente: tiene el pelo rosa, es rebelde, se salta las clases según le parezca, no se lleva bien con muchos de sus compañeros, critica a las animadoras del instituto y hasta a sus propios amigos los llama El escuadrón de la Muerte. Pero su hermana pequeña, Kasey, es todavía más rara: está obsesionada con las muñecas, no tiene amigos y, últimamente, se comporta de un modo aún más extraño... sus ojos azules cambian de color y se ponen verdes, habla de una forma extraña y afirma no recordar muchas de las cosas que hace. Pero Kasey no es la única que está cambiando, también lo hace la casa en la que viven: las puertas se abren y se cierran solas, el aire acondicionado se activa por sí mismo. Alexis sabe que algo ocurre, y sabe que su hermana, si es que sigue siendo su hermana, es la culpable. También sabe que ella es quién tiene que arreglar las cosas y salvar a Kasey.

Las chicas malas no mueren es, ante todo, un libro de terror. Es raro que yo elija leer una novela de este género, como ya he dicho antes, pero esta, y no sé por qué,  me llamó la atención desde el primer momento. Quizá sabía que, al ser una novela juvenil, no sería demasiado espeluznante, y esa portada y sinopsis me ayudaron mucho a decidirme. Por si acaso, me he abstenido de leer por la noche, por lo que he tardado más en terminarlo, ya que lo he intercalado con The giver. De todas formas, tengo que admitir que el libro no da tanto miedo como yo lo estoy pintando. Sí que hay sucesos extraños, escenas en las que tienes que pararte para digerir lo que has leído y momentos en los que se te eriza el vello, pero por lo demás, la historia se centra también en la vida de Alexis y su relación con sus compañeros y en el instituto. 

En esta historia también hay tiempo para el AMOR, aunque no es lo que más abunda. Alexix conoce a Carter. Y subrayo conoce porque quiero que se entienda que es que lo conoce realmente, pues ella ya sabía quién era el chico, ya lo había prejuzgado antes y ya había decidido que no merecía la pena. Pero ahora se entererá realmente de cómo es ese chico de profundos ojos azules.

- Tu reputación está a punto de dar un giro enorme - dijo. Por el contrario, Carter lucía con orgullo una sudedera del Instituto Surrey. - Creo que la tuya se verá más afectada si alguno de tus amigos te ve conmigo - dije. Se encogió ligeramente de hombros. - Creo que por ti podría merecer la pena. Al oír aquello, mi cerebro empezó a dar vueltas, confuso.

Uno de los puntos fuertes de la novela ha sido, para mí, los diálogos. Son muy cercanos y hay bastantes. El otro punto fuerte, los personajes. He conectado con ellos, me han transmitido cosas. Alexis me ha caído muy bien, por ser ella misma, diferente al resto del mundo y orgullosa de luchar por lo que ella considera importante. Kasey me ha tranmitido dulzura, aunque en casi la totalidad del libro no es ella misma. De Carter me ha gustado el hecho de que no le importe la reputación de Alexis y de que luche por lo que quiere. Y Megan, la animadora, me ha encantado, porque demuestra que, aunque Alexis ya la haya encasillado y rechazado, ella es una buena persona y la ayudará en lo que pueda. Aquí no vale ningún tópico sobre las animadoras.
Tengo que decir, también, que la novela me ha resultado bastante predecible... desde el principio supe lo que iba a ocurrir, dan demasiadas pistas. Pero aún así, la trama me ha enganchado.

En definitiva, me alegro de que la etiqueta de novela de terror no me haya echado para atrás, porque Las chicas malas no mueren me ha encantado, me ha enganchado desde el principio y sus personajes me han dado más de lo que esperaba. 

Ráting Melódico:

Gracias a la editorial Versátil por el libro