La última canción, Nicholas Sparks

He vuelto a caer en los brazos de Nicholas Sparks. Lo peor de todo es que entre nosotros había una separación que ha durado más de un año y no me explico por qué. Adoro la pluma de Nicholas Sparks, cuántas veces lo diré: es mi escritor favorito, sí, lo es. Haber leído ahora La última canción me ha dado ganas de continuar con Querido John, aunque la razón me dice que debo racionar los libros que me quedan por leer de él, porque si no, luego los echaré demasiado de menos.

La última canción, Nicholas Sparks

Ronnie tiene que pasar el verano con su padre, con quien lleva tres años sin hablar. ¿Por qué? porque hace tres años que los abandonó a su madre, a ella y a su hermano, Jonah, sin dar explicaciones, simplemente se fue. Su madre se ha empeñado, y Ronnie y Jonah, que viven en Nueva York, pasarán todo el verano en un pueblecito de Carolina del Norte, con su padre. Un verano que a Ronnie no le cabe la menor duda de que será un verdadero asco.

Ronnie es lo que se puede considerar una hija rebelde: saca malas notas, ignora los castigos de su madre, no tiene relación alguna con su padre, se escapa de casa... Sin embargo, un verano en Carolina del Norte con un hombre como Steve (su padre) puede amansar hasta a la fiera más peligrosa.

Allí, Ronnie conoce a Blaze, lo más cercano a una amiga que va a tener, y a Marcus, su novio, que es un chico peligroso y poco de fiar. También conoce a Will, el chico guapo, rico y deportista. Pero Ronnie también conocerá de verdad a su padre, un hombre bueno y comprensivo, nada más lejos de lo que ella imaginaba. 

La última canción es todo lo que esperaba de Aquel verano, pero muchísimo mejor. La historia de un verano, con amor incluído. Pero no solo eso. La última canción nos habla de la rebeldía en los adolescentes, de amistad, de realización personal, de perdón, de amor paternal. Es una historia llena de valores humanos y de sentimientos, y es una historia muy Sparks. En una ocasión, leí (lo siento, no recuerdo dónde) que alguien comentaba que esta novela no es a lo que Nicholas Sparks nos tiene acostumbrados. Quizá sea cierto. La última canción no se centra en el amor de una pareja que, por supuesto, tampoco falta. Se centra en el amor entre un padre y su hija. Y ¿qué queréis que os diga? me ha fascinado. Steve es un padre ejemplar y, a pesar del constante rechazo por parte de su hija, la adora y la trata con mucha dulzura y amor. Poco a poco, Ronnie va evolucionando (¡y cómo evoluciona!) y va dándose cuenta de que su padre no es el hombre que ella creía y se da cuenta de que ella también lo quiere con locura.

Por supuesto, tampoco faltan los suspiros y el nerviosismo, porque Ronnie también se enamora. Y se enamora de un chico estupendo, dulce, cariñoso y comprensivo. Will es, simplemente, PERFECTO.

Ronnie y Will se conocen cuando el chico está jugando un partido de voley playa y se echa, sin querer, encima de ella y le tira la limonada encima. Para Will, es un amor a primera vista, a pesar de que el look de Ronnie, siempre vestida de negro y con un mechón de pelo lila, no es muy atractivo.Tampoco puede decirse que hayan tenido un buen inicio.

- Por cierto, me llamo Will. - Hola, Will. Él hizo una pausa antes de decir: - ¡Qué extraño! - ¿El qué? - Normalmente, cuando alguien se presenta, la otra persona hace lo mismo. - Yo no soy como la mayoría de la gente. - Ronnie se cruzó de brazos, procurando mantener la distancia.

Sin embargo, en el libro, no todo es de color de rosa. Está el chico malo, Marcus, que se encapricha con Ronnie y que conoce algo por lo que puede manejar a Will y a Scott (amigo de Will) a su antojo. Está obsesionado con el fuego, causa temor y hará la vida imposible a Ronnie.

En La última canción, Sparks nos da un poquito más de lo que nos tiene acostumbrados a recibir. A pesar de pasar todo el libro emocionada, de suspirar en numerosas ocasiones, de sonreir y enamorarnos... también hay lugar para las lágrimas, y yo he pasado todo el final del libro derramándolas. 

Como he dicho antes, tenía muchas ganas de volver a leer algo de este escritor tan fantástico, sus historias son únicas, y esta me ha sorprendido. Estoy tan acostumbrada a sus historias que he descubierto el patrón que va siguiendo, suele utilizar el mismo en todas sus novelas, o, al menos, en casi todas. En La última canción, sin embargo, no se ha dado. No es lo que yo esperaba, la misma historia que suele ofrecernos, la historia de amor con una línea evolutiva muy parecida en todas sus novelas. Eso sí, me ha resultado predecible, pero quizá porque yo ya estoy acostumbrada al estilo del autor y a lo que está acostumbrado a darnos.

Will rio a carcajadas antes de mirarla a los ojos. Ella apartó la vista y la fijó rápidamente en la arena, luego volvió a alzarla y lo miró antes de sacudir la cabeza, incapaz de contener la sonrisa, como si se maravillara de lo que estaba sucediendo entre ellos y disfrutando de cada momento.

Sin duda, recomiendo esta novela encarecidamente. Sobre todo, a los amantes de la novela romántica, como yo. Y recomiendo a Nicholas Sparks, porque sus novelas son joyas que no pueden faltar en la estantería de los amantes del romanticismo.
Por cierto, no podría tener un título mejor la novela.

Ráting Melódico:

La última canción tiene película. Aunque me da cierto temor ver la película (ya he notado ciertos cambios en la historia respecto a la del libro viendo el trailer) estoy deseando verla. Ninguna de las películas de los libros de Sparks me ha decepcionado, y estoy segura de que esta tampoco lo hará. 

Os dejo el trailer para que lo disfrutéis: