Recuento de títulos junio 2010

Hoy comienza un nuevo mes. Caluroso, estoy segura. Aunque aún no piso suelo español, estoy totalmente convencida de que si en Bélgica hace este calor insoportable, en España será aún más insoportable. 

Y hoy, 1 de julio, como hice ya el 1 de junio, vuelvo con el recuento de títulos de este mes que ya ha volado.

Junio ha sido más flojito que mayo... pero hay que tener en cuenta que la mayoría de los exámenes los he tenido durante este mes, lo que me ha restado tiempo que pasar leyendo páginas y páginas de libros.
  

Esta idea me surgió después de ver las listas de los chicos de Alas de papel.

En el mes de junio he leído: 
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1. Los ojos del lince, de Pedro Llamedo

Nacho se acaba de mudar a Madrid. No le falta de nada, su padre lo tiene muy consentido y le da todo lo que quiere. Aun así, Nacho preferiría vivir con su madre en Miami. No tiene amigos. Pero, un día conoce a Chema, con quién queda de vez en cuando para jugar al fútbol. En el instituto, no parece encajar muy bien, pero conoce a Iker, quién no se separará de él y le dirá que Cristina, la chica guapa del instituto, quiere salir con él. Todo parece irle bien ahora: tiene amigos, tiene novia, tiene una moto nueva que su padre le ha regalado... pero, un día, las cosas cambian.

2. Guitar Girl, de Sarra Manning

Molly, Jane y Tara, 17 años, han decidido crear un grupo de rock. Los primeros conciertos son más bien mediocres. Pero cuando Dean, un batería con talento, les propone unirse a ellas, las tres amigas aceptan. Entonces se produce lo increíble: en tan solo unos meses, el grupo es dirigido por una compañía discográfica y  los cuatro chicos se convierten en rock stars. La gira estadounidense será un éxito... Pero Molly descubrirá que esta nueva vida llena de éxito esconde también muchas trampas.

3. Biografía del hambre, de Amélie Nothomb

Amélie comienza hablando del hambre. En un país situado en el Océano Pacífico llamado Vanuatu, no existe el hambre, pues hay tanta cosecha, árboles frutales, etc. que nadie la padece. China, sin embargo, es un país donde se pasa mucha hambre.

A lo largo de toda la novela nos habla del hambre: hambre de otros, hambre de países, hambre de su madre, hambre de amor... 

4. Quisiera que alguien me esperara en algún lugar, de Anna Gavalda

 "Cuando llego a la Estación Este, espero secretamente que haya alguien esperándome. Es una tontería. Sé bien que mi madre está todavía en el trabajo a esa hora y que Marc no es el tipo de persona que viene a las afueras para cargar con mi mochila. Aun así, siempre tengo esta esperanza."

Los personajes de estos doce relatos están llenos de esperanzas futiles, o de una fuerte desesperanza.  No buscan cambiar el mundo. Lo que les pasa, les pasa. No son héroes, simplemente humanos. Nos los cruzamos todos los días sin prestarles atención, sin darnos cuenta de la carga emotiva que soportan y que nos muestra la pluma de Anna Gavalda. 

5. La rêveuse d'Ostende, de Eric-Emmanuel Schmitt

Para recuperarse de una ruptura sentimental, un hombre se refugia en Ostende. Su casera, una anciana solitaria y misteriosa, Emma Van A., va confiando poco a poco en él y, una noche, termina por confesarle su gran secreto: una extraña e increíble pasión amorosa. ¿Ficción o realidad?

Cinco historias en las que Eric-Emmanuel Schmitt muestra el poder de la imaginación en nuestra existencia.