La ciudad de la bruma, Daniel Hernández Chambers

Perdidas entre páginas y la editorial Versatil han organizado una Gira virtual que voy a comenzar yo y que pasará por varios blogs. Los protagonistas de esta gira son La ciudad de la bruma y su autor, Daniel Hernández Chambers. Durante esta semana tendremos la reseña de la novela, una entrevista al autor y un concurso express en el que se sorteará el libro.

La ciudad de la bruma, Daniel Hernández Chambers

Londres de 1888: se suceden una serie de asesinatos cuyo autor nunca se encontró. Sí, señores, hablamos de Jack el Destripador, por si todavía había dudas, un asesino despiadado que mataba a mujeres en plena noche en las calles del barrio East End.

William Ravenscroft es nuestro protagonista, un chico de dieciséis años que ha perdido a su padre en un incendio y acaba de perder también a su nodriza, la señora Connelly.

Al morir, ésta le dijo unas palabras que cambiarían la vida de William:

- ... Siento mucho no haberme atrevido... a decírtelo... - ¿De qué está hablando, Mrs Connelly? De la boca entreabierta de la mujer salió un estertor y un par de palabras ininteligibles. Tenía los ojos cerrados y su respiración era angustiosa y sibilante. Tras unos segundos eternos de silencio, volvió a hablar: - Busca a Elizabeth...

Elizabeth es la hija de la señora Connelly. Estuvo viviendo una temporada en la Mansión Ravenscroft y fue la compañera de juegos de Williams, pero después, desapareció.

Ahora William no se la quitará de la cabeza y hará todo lo posible por encontrarla. Conocerá a Gregory, un poeta pobre que vive en el barrio East End, que le ayudará en la búsqueda y con quien compartirá una sincera amistad. También conocerá a Joseph Merrick, un hombre totalmente deformado debido a una enfermedad degenerativa, que vive en un hospital, y será el que más se lo curre a la hora de investigar los asesinatos de las prostitutas.

La ciudad de la bruma trata sobre un hecho que realmente aconteció: los asesinatos de Jack el Destripador, aunque también narra una historia totalmente inventada por el autor: la historia de William .Perfectamente ambientada, la novela nos adentra en la Londres de 1888, en una ciudad de bruma, como su título dice, y nos presenta dos  realidades opuestas en la sociedad: la riqueza de algunas familias, como la de los Ravenscroft, y la pobreza de los habitantes del barrio East End, en el que abundan las prostitutas, los mendigos, los ladrones.

Uno de los aspectos fuertes de la novela es, sin duda, la ambientación. Puedes imaginarte a la perfección paseando por esas calles londinenses, podrás ver en tu imaginación esa ciudad brumosa que tan bien nos explica el autor. 

El libro cuenta con su parte de intriga, aunque quizás puedas sacar tus propias conclusiones antes de leerlas, como me pasó a mí en varias ocasiones, por lo que se me hizo más bien una historia previsible.  Sin embargo, hubo partes que sí me resultaron sorprendentes.  

La historia se disfruta. Yo la disfruté muchísimo. Hubo partes en las que estuve con la mosca detrás de la oreja, un poco asustada por lo que pudiera ocurrir, otras en las que odié al mundo entero por el mal trato que se le daba al pobre Joseph Merrick, y otras partes en las que no pude dejar de sonreir. Pero, sobre todo, es una novela amena, que se lee muy facilmente y que se termina en un santiamén.

¿Lo que más me ha gustado? Los personajes. Son simplemente perfectos. Pienso que el autor ha sabido crear a la perfección unos personajes que llegan al lector. 

Si tuviera que ponerle una pega a la historia es también referida a estos personajes que tanto me han gustado, y es que leyendo la historia no me imagino que William pueda tener dieciséis años. Según mi opinión, la historia te hace pensar que este chico tiene más edad de la que el autor le pone.

¿Y qué decir de esa portada? Sin duda, me encanta. Yo, que me fijo mucho en las portadas de los libros antes de llevármelos a casa (lo sé, hay libros fabulosos con portadas horrorosas y al contrario, pero yo soy así), con La ciudad de la bruma no me lo habría pensado dos veces, porque la portada es una maravilla.

Me ha costado decidirme sobre qué puntuación darle. ¿Un 4? ¿Un 5? Difícil decisión... al final se queda con el punto medio: un 4,5. Es un libro que recomendaría a todo el mundo, aunque no suela leer este género.

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