Biografía del hambre, Amélie Nothomb

Conocí a Amélie Nothomb cuando llegué a Bélgica. Vine con muchas ganas de comprar libros de autores francófonos, por ese entonces solo conocía a Marc Levy y Guillaume Musso. No esperaba encontrarme con una autora belga, pero entonces apareció Nothomb. Veía libros de ella en todas las librerías en las que entraba, pero nunca me llamó la atención: ni las portadas, ni los títulos, ni las sinopsis. La deseché. Pero luego empezaron a aparecer reseñas por la blogosfera, y todas ellas muy buenas. ¿Qué le iba a hacer? Tenía que probar a Amélie Nothomb, y me vino muy bien que una amiga tuviera una de sus novelas, aunque tengo la impresión de que no es la mejor.

Biographie de la faim, Amélie Nothomb

¿Cómo se reseña una novela autobiográfica sin decir demasiado? 

Amélie comienza hablando del hambre, como debía ser. En un país situado en el Océano Pacífico llamado Vanuatu, no existe el hambre, pues hay tanta cosecha, árboles frutales, etc. que nadie la padece. China, sin embargo, es un país donde se pasa mucha hambre.

La campeona del estómago vacío es China. Su pasado es una sucesión ininterrumpida de catástrofes alimentarias con muertes a porrillo. La primera pregunta que un chino le hace a otro es siempre: "¿Has comido?"

A lo largo de toda la novela nos habla del hambre: hambre de otros, hambre de países, hambre de su madre, hambre de amor... 

El hambre es querer. Es un deseo más grande que el deseo. No es voluntad, que es fuerza. No es debilidad tampoco, puesto que el hambre no conoce la pasividad. El hambriento es alguien que busca.

Al igual que Nietzsche inventó el término superhombre, Nothomb inventa la superhambre. ¿Qué es la superhambre? No es solo tener más hambre, sino tener hambre de cosas más difíciles, querer siempre lo mejor.  

En Biografía del hambre, Nothomb nos cuenta su experiencia en varios países en los que ha vivido: Japón, donde nació, China, Nueva York, Bangladesh, Bélgica. Sus manías y gustos: su adoración por el chocolate, el alcoholismo infantil que padeció, la potomanía, la anorexia, su manía por masticar la ropa después de lavarla para saborear el jabón. También nos cuenta su gusto por la lectura y lo que lee: Tintín, la Biblia, el diccionario, el atlas...

Lo más sorprendente de todo es que da la impresión de que con doce años ya lo ha vivido todo, ya ha sido niña, adolescente y adulta. Ella misma dice que la edad perfecta para morir sería a los doce años.

Amélie Nothomb, la autora y protagonista de esta novela, es una mujer tan extraña como fascinante. Después de leer el libro no he podido resistirme a buscar información sobre ella y leer una entrevista  que le hizo un periódico español. Es una mujer belga que nació en Japón, aunque ni ella misma sabría decir con exactitud cuál es su origen, de dónde se siente. 

¿Qué significa ser belga? Pues no ser de ningún sitio, no tener una identidad clara, definida.

Biografía del hambre es lo primero que leo de esta autora, a pesar de que tiene diecisiete novelas publicadas y sesenta y cinco en total (sí, esa cara puse yo). Creo que no he elegido un buen libro para empezar, he leído por Internet que no es su mejor novela, y me lo creo, puesto que, aunque no me ha desagradado, tampoco  me ha fascinado tanto como yo esperaba después de leer tantas maravillas de ella. Biografía del hambre es un libro fascinante por las cosas que se descubren en la historia. Amélie tuvo una infancia algo extraña. He descubierto enfermedades que no conocía (como la potomanía), costumbres de diferentes países, etc. 

El libro me ha sorprendido en este aspecto, porque me ha encantado meterme de lleno en la vida de la escritora y conocer todo lo que pasó. A cada página que leía, me sorprendía más, pensaba "la pobre...", aunque en realidad, ella era feliz. Los capítulos son cortíííísimos, así que se lee con mucha facilidad.

No sé cómo calificar este libro, no me ha gustado tanto como esperaba, pero tampoco me ha disgustado. Me ha dejado con ganas de probar algo más de la autora, ¿alguna sugerencia?

Ráting Melódico: 

Si quieres leer una entrevista a Amélie Nothomb, haz click aquí