¡¡Qué viernes maravilloso!! ¬¬

Hoy, 26 de febrero, escribo el primer off-topic del blog, después de más de seis meses con este espacio en marcha. 

¿Y por qué hoy? ¿Qué ha pasado hoy que haya roto con una racha de más de seis meses sin off-topics? Pues la verdad es que el único motivo es que estoy tan enfadada con el mundo que necesito descargar, desahogarme, deshinchar el globo, soltar lo que llevo dentro.

Resulta que llevamos más de dos semanas planeando ir a Namur (no os suena a marsupilami buuuugaaaa?? ♫♫). En la facultad, hay una asociación de estudiantes que organizó el viaje para el sábado pasado... pero mi grupo de amigos y yo decidimos que no íbamos a ir porque daban lluvia y más lluvia para ese día. Cuando el sábado me desperté y me asomé a la ventana... ¡toma sol radiante! (y eso que en Bélgica no existe el sol o.O). Nos perdimos el viaje. No llovió en todo el día y nosotros nos quedamos en casa aburridos. 

Como estábamos (y estamos) muy interesados en visitar esa ciudad, que tan bonita pinta google imágenes, decidimos que iríamos hoy viernes, aprovechando que no teníamos clase. Después de una noche horrorosa en la que, no sé por qué, pero no he dormido nada, he conseguido despertarme a las 8 de la mañana, y prepararlo todo. Cuando hemos salido de casa, la lluvia nos ha empapado de arriba abajo... hemos conseguido llegar a la estación de tren, donde habíamos quedado con el resto del grupo, después de 15 minutos de caminata bajo una lluvia gruesa. Al llegar, hemos decidido que no iríamos hoy, pues íbamos a estar deseando volver por la lluvia y no íbamos a aprovechar el día. Así que hemos esperado al autobús para que nos llevara a casa, ya que no teníamos ningunas ganas de mojarnos de nuevo (que aun así, nos hemos mojado también). Entre el tiempo esperando al autobús, la vuelta que ha dado hasta llegar a casa, y toda la gente que quería entrar y salir, hemos tardado unos tres cuartos de hora en llegar (cuando, en condiciones normales, son 10-15 minutos andando). Y qué maravillosa sorpresa nos hemos dado cuando, al bajar del autobús, hemos comprobado que había dejado de llover. Me he asomado a la ventana unas cuantas veces y sigue sin llover... y ya, enfadada, he decidido que no voy a volver a asomarme.

Mis planes eran: excursión a Namur y Tournai. Mis planes son ahora: lavandería, hacer un trabajo y, quizás, ver alguna peli. 

¡Qué viernes maravilloso!

Está claro, Namur no nos quiere...