Visto que tengo peticiones, pues vale, escribiré sobre el último libro que he leido y me terminé hace dos días: Un día más, de Fabio Volo.
Es cierto que para gustos hay colores, pero como este es mi blog y soy yo la que opina, tengo que decir que el libro no me ha gustado nada. ¿Quién sabe? Quizás lo leeis y os gusta a vosotros, pero para mí no es un buen libro. Como le dije a mi hermana en su día: lo considero un libro para hombres. Y os preguntaréis "¿Entonces por qué lo compraste? ¿por qué lo leíste?" Pues porque al leer la contraportada, esto fue lo que encontré:
Giacomo no puede llevar una existencia más envidiable: tiene un apartamento heredado, le va bien en el trabajo, es joven, tiene éxito con las mujeres y además siempre se las arregla para no comprometerse con ninguna. Sin embargo, se siente atrapado en una vida que se repite invariable sin el menor atisbo de cambio. Nadie le había dicho que el éxito puede resultar de lo más tedioso. Hasta que una desconocida a la que empieza a ver todas las mañanas en el tranvía le cautiva. Pero Giacomo tiene tanto miedo a dar un paso en falso que sólo se atreve a mirarla de lejos, a soñar con ella. Sin embargo, es ella quien toma la iniciativa y le invita a tomar un café. En cambio, sus destinos no parecen seguir los mismos caminos. Él tendrá que decidir, de una vez por todas, si se atreve a romper con el pasado y a emprender un nuevo viaje. Un viaje en el que el juego, el amor, la amistad y una buena dosis de inconsciencia llevarán a los dos protagonistas hacia un punto sin retorno en el que habrán de descubrir si merece la pena dejarse llevar.
En fin, el libro trata de un chico que ha estado con toda clase de chicas... su único placer es conocer a una chica y romper con ella al día siguiente para no perder el tiempo en conocer a otra. Un día conoce a una por la que siente algo diferente, y nos cuenta, en primera persona, el camino que recorre desde el momento en que la conoce, intercalando la historia con anécdotas de su pasado (el 80% se refieren a sus encuentros amorosos, de los que da todo lujo de detalles).
Si bien tengo que decir que es un libro que se lee con mucha facilidad, que es ameno e incluso divertido, el final es muy predecible. Es un ejemplo de un autor que no tiene pelos en la lengua a la hora de escribir.
No, no me gustó.
Es cierto que para gustos hay colores, pero como este es mi blog y soy yo la que opina, tengo que decir que el libro no me ha gustado nada. ¿Quién sabe? Quizás lo leeis y os gusta a vosotros, pero para mí no es un buen libro. Como le dije a mi hermana en su día: lo considero un libro para hombres. Y os preguntaréis "¿Entonces por qué lo compraste? ¿por qué lo leíste?" Pues porque al leer la contraportada, esto fue lo que encontré:
Giacomo no puede llevar una existencia más envidiable: tiene un apartamento heredado, le va bien en el trabajo, es joven, tiene éxito con las mujeres y además siempre se las arregla para no comprometerse con ninguna. Sin embargo, se siente atrapado en una vida que se repite invariable sin el menor atisbo de cambio. Nadie le había dicho que el éxito puede resultar de lo más tedioso. Hasta que una desconocida a la que empieza a ver todas las mañanas en el tranvía le cautiva. Pero Giacomo tiene tanto miedo a dar un paso en falso que sólo se atreve a mirarla de lejos, a soñar con ella. Sin embargo, es ella quien toma la iniciativa y le invita a tomar un café. En cambio, sus destinos no parecen seguir los mismos caminos. Él tendrá que decidir, de una vez por todas, si se atreve a romper con el pasado y a emprender un nuevo viaje. Un viaje en el que el juego, el amor, la amistad y una buena dosis de inconsciencia llevarán a los dos protagonistas hacia un punto sin retorno en el que habrán de descubrir si merece la pena dejarse llevar.
En fin, el libro trata de un chico que ha estado con toda clase de chicas... su único placer es conocer a una chica y romper con ella al día siguiente para no perder el tiempo en conocer a otra. Un día conoce a una por la que siente algo diferente, y nos cuenta, en primera persona, el camino que recorre desde el momento en que la conoce, intercalando la historia con anécdotas de su pasado (el 80% se refieren a sus encuentros amorosos, de los que da todo lujo de detalles).
Si bien tengo que decir que es un libro que se lee con mucha facilidad, que es ameno e incluso divertido, el final es muy predecible. Es un ejemplo de un autor que no tiene pelos en la lengua a la hora de escribir.
No, no me gustó.
Ráting Melódico:
Bueno, al menos fuiste sincera. Yo, si soy franca, el argumento no me es llamativo, no le veo el enganche por ningún sitio a la hora de apuntarme un libro para leerlo. Eso sí, la portada es curiosa. Un saludo Natalia, y lindos marcapáginas los que haces.
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