La verdad según Mason Buttle, Leslie Connor
Traductor: Jaime Valero
Editorial: Anaya
328 páginas
Mason Buttle es el chico más grande y sudoroso de su clase, y todos saben que apenas es capaz de leer y escribir. Estos problemas, sin embargo, no son nada comparados con la aflicción que siente por la muerte de su mejor amigo. Mason, que es el niño más honesto del mundo, no entiende por qué el teniente Baird no se cree la historia que le ha contado sobre lo que ocurrió ese día.
Menos mal que su nuevo amigo, el diminuto Calvin Chumsky, un divertido y filosófico compañero de juegos, saca lo mejor de él. Juntos crean una guarida subterránea para escapar del incesante acoso de los chicos del vecindario. Un día, de forma inesperada, Calvin desaparece, y Mason ve cómo sus problemas aumentan. ¿Ahora quién confiará en él?
(Sinopsis de la editorial)
Me gustó mucho este libro cuando lo leí. Es tan dulce y al mismo tiempo amargo. Dulce por Mason, el protagonista, un personaje adorable y brillante; una persona buena, dulce, compasiva, optimista. No hay maldad en él y es capaz de ver lo bueno de cada persona. Pero también es un chico con necesidades especiales, con dificultades de aprendizaje, dislexia, diaforesis, que sufre bullying y encima está marcado por la tragedia. Y ahí viene también la parte amarga, y es que Mason lo ha pasado mal. Es un luchador que ha perdido a seres muy queridos y, aun así, sigue empeñado en seguir con su vida. El personaje de Mason está tan bien definido que lo sentimos real.
También los personajes secundarios son estupendos. Calvin es adorable, el personaje que aporta esperanza en el contexto de una familia tintada de tristeza. La señorita Blinny es luz para Mason, la persona que más le va ayudar a sacar lo que tiene dentro. Incluso Annalissetta, una chica que aparece en contadas ocasiones, tiene su atractivo.
El libro comienza con un ritmo más bien lento, cuesta un poco engancharse, pero poco a poco va ganando intensidad y te adentras en la trama y en ese gran interrogante: ¿qué pasó realmente con el mejor amigo de Mason, que murió en su huerto? ¿Y por qué es tan extraña la familia de Mason? El final, por su parte, es redondo. Esta historia es como un espectáculo de fuegos artificiales: empieza y, aunque un tanto flojo, es interesante, pero tienes ganas de ver algo más espectacular que va sucediéndose poco a poco. La trama mejora, cada vez hay más luces y más sombras, el espectáculo se vuelve más atrayente y te va arrastrando, sin que te des cuenta, a un desenlace que ansías disfrutar. El tercio final es la traca, te encuentras con las sorpresas, con detalles que te dejan con la boca abierta, y no hay descanso, hay un cohete, y otro, y otro, no te da tiempo a respirar y no quieres soltar el libro. Y llega el gran final, los cohetes gordos; un final increíble, apabullante, sorprendente.
Aunque no pinta mal, lo voy a dejar pasar que tengo muchos pendientes.
ResponderEliminarSaludos
No lo conocía y creo que podría gustarme... lo apunto.
ResponderEliminarBesotes
Buenaas! Pues lo tengo en la Feria del libro y por lo que veo es una historia muy intensa ^^
ResponderEliminarGracias por la reseña <3