Martes (y trece) de cine: Gorrión rojo, La forma del agua, No es país para viejos...

¡Hola! Vuelvo a traer una entrada de cine y hoy os hablo de cuatro películas, dos de ellas muy recientes que aún podéis ver en el cine.

En primer lugar menciono La forma del agua, que ha ganado el Oscar a mejor película y también a mejor dirección, y muy merecidos, debo decir. La película es muy bonita, es una especie de cuento de hadas con un toque oscuro. No solo me encantó la historia, que es preciosa y deja muy claro un mensaje, manido, sí, pero muy importante: no te dejes llevar por los prejuicios y mira más allá. También me fascinó la estética, los colores, ese rollo de película antigua, clásica. La segunda película que vi en el cine fue Gorrión rojo, y de esta no tengo tantos comentarios maravillosos que compartir. En su conjunto, la película no está mal. Es la típica que ni fu ni fa hasta el final, que hace que pienses «oye, pues sí que es un peliculón». Pero no, yo no puedo olvidarme en esta ocasión de las casi dos horas y media que se me hicieron eternas, de lo desagradables que son un montón de escenas y de lo mucho que se extiende la trama. El final es muy bueno, sorprende y te deja un buen sabor de boca, una sensación de satisfacción, y Jennifer Lawrence es una puñetera máquina en todo lo que hace, pero en esta ocasión no puedo decir que la película que me haya gustado. En la televisión vi Seis días y siete noches, antigua y muy conocida, pero que no había visto antes. No es una obra maestra en mi opinión, pero me entretuvo y me gustó, me pareció una historia más que aceptable. Por último, también he visto No es país para viejos, que ganó el Oscar hace unos añitos y que tiene a Javier Bardem como protagonista (me da la sensación de que últimamente veo muchas pelis de este actor). Si con Gorrión rojo me sucedió que la película no me gustó pero el final me encantó, con No es país para viejos me pasó todo lo contrario. El caso es que la trama está bien, es muy interesante y te mantiene enganchada (a pesar de otras tantas escenas desagradables aquí también), pero el final me dejó con la boca abierta, y no en el buen sentido. Queda demasiado abierto y me dio la sensación de que todo lo que había visto perdía el sentido con ese desenlace. Eso sí, Javier Bardem está genial con esa actitud tan fría y calculadora; me encuentro a ese hombre por la calle y me entra un miedo que me muero.

¿Habéis visto alguna de estas películas? ¿Qué os han parecido? Me encantaría saber vuestra opinión, sobre todo, de la última, ¿qué entendéis vosotros con ese final?