Reseña: If I fix you, Abigail Johnson

If I fix you, Abigail Johnson

Traductora: Natalia Navarro

Editorial: Kiwi

320 páginas

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Después de un día de trabajo en el taller de coches de su padre, Jill, una chica de dieciséis años de Arizona, regresa a casa para encontrarse con su mejor amigo (y amor desde la infancia) Sean. Sin embargo, cuando abre la puerta, su mundo se derrumba por completo. 

En ese preciso instante, pierde a su madre y a su mejor amigo… A la mañana siguiente, la madre de Jill ya ha desaparecido y se ha despedido de ella y de su padre con una nota. A la protagonista le espera un verano lleno de incertidumbre, decepciones y descubrimientos, y pasará de ser “la chica que siempre arregla los problemas de los demás” a la chica que tiene que arreglar sus propios problemas. Jill y su padre intentan salir adelante, ella se esfuerza en retomar su relación con Sean, y parece que poco a poco las aguas se van calmando… Pero en realidad Jill está devastada. 

La llegada de un nuevo vecino, Daniel, un chico de veintiún años muy atractivo, supone un soplo de aire fresco para Jill, que volverá a dejar sus problemas a un lado para intentar solucionar los de su nuevo amigo, que vive una complicada historia familiar. Sin embargo, pronto comprenderá que no puede arreglar la vida de nadie si no se ocupa primero de la suya.

(Sinopsis de la editorial)

Un título sugerente y una portada preciosa; este libro promete una historia buena, y no se trata de una promesa vacía. If I fix you es una historia llena de drama, que empieza con un mazazo fuerte y que tiene un sabor muy triste. Es una novela sobre una chica que está atravesando un mal momento, sobre una familia que no lo está pasando bien y que lo único que quiere es superar el bache y aprender a ser feliz, pero que no deja de encontrarse con obstáculos. Jill, que lleva toda la vida enamorada de Sean, su mejor amigo, lo pierde a él y a su madre el mismo día por un acontecimiento que los relaciona a ambos. Desde entonces, es incapaz de mirar a su mejor amigo y no puede soportar la herida provocada por la marcha de su madre, no solo en ella, que conoce el motivo, también en su padre, que es ajeno a todo lo que Jill vio.

En If I fix you todos sufren: Jill, que es quien más ha perdido y que no se ve capaz de remontar ni de perdonar a Sean, por mucho que lo desee; su padre, que solo la tiene a ella, a una hija a la que adora, y que se refugia en el trabajo y la rutina para no pensar en que su pequeña familia se ha quedado coja; Sean, que también ha perdido a su amiga y que ansía recuperarla; Daniel, el nuevo vecino, que arrastra una historia todavía más dura que la de la propia protagonista. Incluso la madre de Jill, que es la perfecta villana de esta historia, lo ha pasado mal, y es fácil ponerse en su piel y sufrir con ella las consecuencias de una tremenda sucesión de errores durante toda su vida que la han llevado hasta el punto en el que se encuentra. No la justifico, simplemente digo que es fácil comprenderla. 

Es por todo esto por lo que esta historia me parece tan buena, porque la autora ha dotado de vida a unos personajes de papel y ha conseguido que incluso el más malo merezca algo de entendimiento por parte del lector y no solo desdén. Los personajes son los grandes protagonistas de esta novela, y cada uno de ellos es maravilloso, con sus luces y sus sombras. Jill puede parecer egoísta en situaciones, pero eso es parte de ser humana; a Daniel habrá momentos en los que no lo entendamos o que no nos guste, pero me parece, sin duda, el personaje más profundo de la novela; Sean empieza con mal pie, pero es tan adorable que cuesta no quererlo; incluso Claire, la amiga de los chicos, lleva a cuestas su cruz, y me parece que ese momento en el que ambas chicas se exponen sus problemas, aun sabiendo que no existe comparación justa entre ellos, es uno de los más bonitos y emotivos de toda la novela. En If I fix you nadie es completamente bueno, al igual que nadie es del todo malo (bueno, sí, el padre de Daniel, sí), y es que por muy detestables que puedan parecer algunos personajes como la madre de Jill y la de Daniel, no dejan de ser humanos. Todas las acciones están justificadas, y esa es otra de las luces de esta novela.

Me ha gustado mucho este libro, mi lado dramático se ha frotado las manos y ha disfrutado. No obstante, a pesar de ser una historia más bien triste y dramática, las cosas mejoran, la vida sigue y los personajes van viendo la luz poco a poco. No es un pozo sin fondo la historia, es un túnel con salida. Me gusta mucho la forma de escribir de la autora, me gusta la intensidad de la trama y me gustan, sobre todo, sus personajes.