Sábado de cine: pelis de Oscars

¡Buenas tardes! Se está convirtiendo en una costumbre esto de hacer entradas relacionadas con los Oscars todos los años. Soy una gran fan del cine y me encanta seguir todo esto de los premios de la Academia. En los últimos años me estoy proponiendo ver las películas nominadas antes de la gala para poder hacer mi quiniela personal y, aunque nunca consigo verlas todas (en España algunas se estrenan incluso después de la gala), sí que logro ver unas cuantas. El día 26 de este mes es la gala y por ahora me ha dado tiempo a ver tres de las nominadas a mejor película, y de eso quiero hablaros hoy.

La ciudad de las estrellas (La La Land) es, por el momento, mi preferida y mi gran apuesta para el premio a mejor película. Puñeta, no solo me gusta, es que quiero que gane, porque me parece que es un trabajazo el que hay detrás de la película. Los actores cantan, bailan, tocan instrumentos... y eso es algo que han tenido que aprender a hacer en muy poco tiempo. Yo, que de jovenzuela solía tocar la guitarra, os aseguro que no es tan fácil aprender a hacerlo en tres meses, que es lo que ha pasado Ryan Gosling aprendiendo a tocar el piano. Yo me tiré años en el Conservatorio. No obstante, aparte de eso, me parece que la película es espectacular, una de las mejores que he visto últimamente. Nunca he sido muy fan de los musicales y la verdad es que me ha fascinado, las canciones son geniales y pegadizas, y la historia que cuenta es maravillosa, a pesar de ser la típica trama de persigue tus sueños y demás. El final me dejó KO y pensativa durante mucho tiempo, pero me parece el mejor final que podría tener. Es una maravilla.

Lion era una de las que más me atraían junto a la anterior y, aunque me gustó mucho, he de decir que me decepcionó un poco. La película está bien y la historia es muy emotiva, pero esperaba más. Tenía tantas expectativas que me pasé todo el tiempo esperando a que por fin sucediera algo que me llegara, pero eso no ocurre hasta el final. Es bastante lenta y me resulta raro ver a ese actor en un papel tan dramático, a pesar de que no sea la primera vez, pero será que lo tengo demasiado encasillado por su personaje en El Hotel Marigold. La película se divide en dos partes y la primera me pareció mucho más interesante, hasta la recta final, los últimos minutos, tan cargados de tensión que contienes la respiración (si no sabes la historia, claro, que era mi caso, porque si la sabes esperas lo que va a suceder) y reprimes las lágrimas, y os aseguro que me costó mantenerme firme, que la película terminó y me sorprendió no haber llorado... hasta lo que vino después: las imágenes de los verdaderos protagonistas, porque la de Lion es una historia real, y al final, cuando suspiras tras tanta emoción contenida, te sueltan la bomba, las imágenes y vídeos; y ahí fue cuando empecé a llorar.

Estoy segura de que si no me hubiera gustado tantísimo La ciudad de las estrellas, Hasta el último hombre había sido mi elección a muerte (por ahora, el actor es mi candidato a llevarse la estatuilla; sí, antes que Ryan Gosling). Esta película es tan intensa, tan humana, tan... tan. Y os aseguro que estoy un poco cansada de las películas de guerra, que la Segunda Guerra Mundial ya está demasiado trillada en el mundo del cine, pero, oh, ha llegado Mel Gibson con esta historia bajo el brazo y me ha desarmado. Otra historia real de la que nada sabía, me alegro, porque de esa forma he visto la película sin conocer el final, y otra película en la que nos encontramos con imágenes reales al término de esta, aunque en esta ocasión no me han impactado tanto, tal vez porque ha sido la película entera la que ha conseguido emocionarme de principio a fin. Me ha encantado la trama, de verdad que sí, y me ha fascinado ese actor al que no conocía, Andrew Garfield, que tiene carita de niño y que ha conseguido que se me ponga la piel de gallina. No sé qué dirá la Academia, pero mi Oscar es para él.